México: Francisco criticó hoy con dureza la desigualdad, la corrupción y la criminalidad

El papa Francisco criticó hoy con dureza la desigualdad, a la que atribuyó fenómenos como la corrupción y la criminalidad, en el marco de su primera visita a México, al recibir la solemne bienvenida del presidente Enrique Peña Nieto en el acto inaugural de su periplo.
   
En la ceremonia, que tuvo una dimensión histórica pues es la primera vez que un papa visita el Palacio Nacional, en el corazón del centro histórico de la capital azteca, el pontífice dijo que "el camino del privilegio o del beneficio para unos pocos a expensas del bien de todos" se convierte "tarde o temprano en caldo de cultivo para la corrupción".
   
Otra de las consecuencias de esta disparidad son "el tráfico de drogas, la exclusión de diferentes culturas, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, que causan sufrimiento y que obstaculizan el desarrollo", afirmó hoy el primer papa latinoamericano.
   
México es uno de los países más desiguales del mundo, donde el 1% de la población recibe 21% de ingresos de todo el país, según un estudio de la ONG Oxfam.
   
Asimismo, enfrenta desde hace 9 años una espiral de violencia derivada de la guerra contra el crimen lanzada por el gobierno con apoyo de las Fuerzas Armadas que ha dejado más de 155.000
muertos y 28.000 desaparecidos.
   
El Sumo Pontífice elogió la "cultura ancestral" y el "capital humano esperanzador" de México, al que calificó como "un gran país" y dijo que éste debe ser "fuente de estimulo para nuevas formas de dialogo" destinado a resolver los problemas del país.
   
Además, auspició la construcción de "puentes" que guíen por "la senda del compromiso solidario" para construir "una política auténtica humana y una sociedad en la que nadie se sienta
victima de la cultura del descarte".
   
Jorge Bergoglio dijo que "el gobierno mexicano puede contar con la colaboración de la iglesia católica, que ha acompañado la vida de esta nación".
   
A su vez, Peña defendió al Estado laico vigente en el país, el segundo más católico del mundo y dijo que "al velar por la libertad religiosa, protege la diversidad humana".
   
"A la iglesia les toca seguir promoviendo la esperanza, la solidaridad, fraternidad y amor", afirmó Peña en el Patio de Honor del Palacio Nacional, ante unos 1.500 invitados, entre ellos miembros de su gabinete, del cuerpo diplomático y de la sociedad civil.
   
Peña abogó por el "respeto, tolerancia y entendimiento" porque dijo que son "cualidades que (...) nos hacen mejores personas" al margen de las creencias.
   
El mandatario afirmó que "las causas del Papa son también las causas de México" y dijo que la presencia del Papa Francisco contribuye a reafirmar nuestra voluntad colectiva por la paz y la fraternidad, por la paz y la justicia".
   
Previamente, el Papa y Peña se entrevistaron por unos minutos luego de la llegada del pontífice anoche para su primera visita de Estado y pastoral a México, la tercera de un papa al país.   
   
El arribo del Papa a este acto, ocurrió tras un recorrido a bordo del Papamóvil de 45 minutos desde la Nunciatura hasta el corazón del centro histórico de la capital, a lo largo del cual fue saludado por miles de fieles a la orilla de la ruta.
   
El Pontífice inició su segunda jornada en México a las 8:45 locales (14:45 GMT), cuando salió de la Nunciatura Apostólica, rumbo a hacia Palacio Nacional, pero antes se tomó unos minutos para saludar a cientos de personas que le aclamaban fuera de la sede diplomática.
   
El jefe de la Iglesia católica bendijo imágenes religiosas, abrazó a ancianos, recibió religiosos, impartió bendiciones y habló con algunos fieles, muchos de los cuales acamparon en la calle, en medio del intenso frío, cerca del sitio donde pernoctó.
    
México, un país con 93 millones de católicos (83% de la población), cuenta al mismo tiempo con un Estado rígidamente laico, con una larga tradición de enfrentamientos entre la Iglesia y el Estado. Entre 1926 y 1929 hubo incluso una "guerra cristera" que arrojó unos 250.000 muertos cuando el gobierno decretó el cierre de templos.
   
Apenas en 1992, México y el Vaticano reanudaron relaciones diplomáticas, después de más de un siglo de separación y un año después se otorgó personería jurídica a las Iglesias.
   
Empero, prevalecen diferencias en temas como el aborto, los matrimonios entre homosexuales y los derechos humanos, que los lleva a chocar de vez en cuando en foros mundiales. (ANSA).

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