Roces en el oficialismo italiano por la ley que facilita la ciudadanía a migrantes

Alternativa Popular (AP), aliada clave del Partido Democrático en la coalición de gobierno de Italia, considera que "no es urgente ni prioritaria" la aprobación de la ley impulsada por sectores del oficialismo para facilitar a los migrantes el acceso a la ciudadanía.
"El Ius Soli es un procedimiento justo, pero no es urgente ni es oportuno en este momento histórico porque correría el riesgo de no ser entendido por la opinión pública", aseguró hoy Valentina Castaldini, portavoz nacional de AP, a Télam.
AP, fuerza a la que pertenece el canciller italiano, Angelino Alfano, cuenta con 24 de los 173 senadores y 22 de los 362 diputados de la coalición de gobierno.

Castaldini se refirió así a la ley que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados y el aval del primer ministro Paolo Gentiloni. Sectores del oficialismo resisten la aprobación de la ley, aplazada en la Cámara desde junio, antes de fin de año.

El proyecto prevé ampliar el criterio de "ius soli" para poder conceder nacionalidad a todos los hijos de extranjeros que nazcan en Italia y además introduce el "ius culturae", que confiere los derechos a los inmigrantes nacidos fuera del país, llegados a Italia antes de los 12 años, que hayan completado 5 años de escuela en Italia.
"Es necesaria una reflexión más profunda incluso porque resguarda el derecho de las personas. No debe, en absoluto, convertirse en un instrumento de propaganda política para encontrar unidad dentro del partido", planteó Castaldini.

Durante los últimos meses la discusión de la ley enfrentó a sectores de centro del PD, como el ministro del Interior Marco Minniti, con el ala progresista de la fuerza, encabezados por el ministro de Cultura Dario Franceschini.

Este sábado, el propio Gentiloni volvió a defender la ley y su gestión en la materia al asegurar en declaraciones reproducidas por la Rai que "Italia es el único país que tiene una política migratoria decente en Europa y estamos orgulloso desde este punto de vista, no alzando muros ni cerrando puertas".

Hoy fue la titular de Diputados y aliada del PD Laura Boldrini quien en la asamblea de su grupo, campo progresista, aseguró que "hace falta aprobar la ley de Ius Soli".

Sin el apoyo de AP, la posibilidad de que el PD apruebe la norma en la Cámara disminuyen, teniendo en cuenta el rechazo total del resto de la oposición, especialmente de los partidos de centroderecha como Fuerza Italia y la xenófoba Liga Nord, que ya la rechazaron en Diputados.
"Las prioridades ahora son otras, no creo que haya tiempo ni espacio en esta legislatura para seguir con la discusión sobre el Ius Soli", agregó Castaldini, quien de todos modos sí se mostró favorable a avanzar con el "Ius Culturae, que es un instrumento de integración".

Según la Oficina Estadística Italiana, en caso de ser aprobado el proyecto del PD podría dar la nacionalidad italiana a unos 800.000 jóvenes de manera casi inmediata, y beneficiar a 60.000 cada año.

La ley parecía camino a ser aprobada antes del receso europeo de verano pero las diferencias en la coalición de gobierno frenaron su tratamiento sin que hasta el momento se haya dado una fecha nueva.
"El paso atrás del Senado es ciertamente un acto de miedo grave. Tenemos necesidad de no dejarnos dominar por el miedo.
Esta es una ley de civilidad y derechos", la defendió entonces el ministro de Infraestructura Grazino Delrio.

Antes, el propio Gentiloni había garantizado su "esfuerzo personal y del gobierno" para convertirla en ley.

La primera versión del texto, que provocó duros enfrentamientos en el Senado, ya fue aprobada en la Cámara de diputados en 2015, con los votos favorables del PD y la firme oposición de Forza Italia de Berlusconi, Liga Norte, Hermanos de Italia.
El Movimiento 5 Estrellas (M5E) se abstuvo.

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