Donald Trump cree que las elecciones fueron "un gran día para los Republicanos"

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cree que las elecciones fueron "un gran día para los Republicanos". Durante toda su conferencia de prensa alabó las campañas realizadas por los miembros de su propio partido mientras comparó sus logros con los alcanzados en las elecciones de "medio mandato" de Barack Obama hace cuatro años, comparación en la que, aseguró, sale ganando. "América está creciendo como nunca antes se había visto", afirmó. Además, adelantó que el vicepresidente Mike Pence le acompañará en la carrera electoral en 2020 y que no hay reunión prevista con Putin en su próxima visita a París. Lo que sí habrá es una nueva ronda de negociaciones nucleares con Pyongyang.

En una conferencia de prensa que volvió a parecerse a un show de televisión más que a una intervención política, Trump volvió a negar la palabra a reporteros de medios críticos con su administración, sobre todo al enviado de CNN, al que calificó como "enemigo del pueblo" por elaborar "noticias falsas" y exigió que se sentara y se callara ante toda la sala. "Yo creo que soy un gran líder moral", comentó, ante las carcajadas del auditorio.

Trump consideró que el Partido Republicano "desafió la historia al ampliar su mayoría en el Senado" en las elecciones legislativas, y definió los comicios de este martes como una jornada "increíble" para sus correligionarios a pesar de que perdieron la Cámara Baja. "Esta elección marca el mayor avance en el Senado del partido de un presidente en su primer mandato desde por lo menos (el mandato del mandatario John F.) Kennedy en 1962", dijo Trump.

También amenazó con negarse a cooperar con los demócratas en temas legislativos si inician investigaciones en su contra desde la Cámara Baja, y opinó que si eso ocurre, ello le otorgará puntos políticos de cara a las elecciones presidenciales de 2020. "Si eso ocurre (y me investigan), vamos a hacer lo mismo (contra los demócratas desde el Senado), y el Gobierno se paralizará", dijo Trump en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. "Y eso probablemente será mejor para mí políticamente. Creo que sería extremadamente bueno para mí políticamente, porque creo que soy mejor en ese juego que ellos", agregó.

Trump no reconoció ningún tipo de derrota a pesar de que los demócratas recuperaron el control de la Cámara de Representantes, y expresó su esperanza en poder trabajar con ellos en legislación sobre "infraestructuras y sanidad", entre otros asuntos.

"Creo que conseguimos algo muy cercano a una victoria completa. Cuando lo miras desde el punto de vista de las negociaciones, realmente creo que tenemos una oportunidad muy buena de llevarnos bien con los demócratas", afirmó. El presidente aseguró que la mayoría de los candidatos a los que él apoyó en sus 30 mítines de los últimos dos meses "lograron tremendos éxitos anoche", y atribuyó las derrotas de algunos republicanos a que no se ligaron lo suficientemente a él y a sus políticas.

"Mia Love no demostró ningún amor (love) por mí, y perdió. Qué pena", indicó Trump en referencia a una candidata republicana a un escaño en Utah.

El presidente aseguró que va a luchar para obtener el dinero suficiente para construir su muro fronterizo prometido durante mucho tiempo, pero que no necesariamente forzará el cierre del gobierno por el tema. "Necesitamos el dinero para construir el muro, todo el muro, no pedazos de él", dijo Trump. "Necesitamos el muro, muchos demócratas saben que necesitamos el muro, y tendremos que ver qué pasa".

Donald Trump se burló de los republicanos que evitaron hacer campaña a su favor antes de las elecciones al Congreso y que no fueron elegidos durante sus campañas particulares, haciendo referencia a una lista de candidatos por su nombre. "Esas son algunas de las personas que decidieron por su propia razón no abrazar nuestra candidatura, ya sea por mí o por lo que defendemos", dijo Trump a los reporteros presentes. "Lo hicieron muy mal. No estoy seguro de que deba estar feliz o triste, pero me siento bien por eso".

Pero la realidad es que el Partido Demócrata consiguió la mayoría en la Cámara. La última vez que los demócratas lograron un triunfo similar fue en 2008, cuando Estados Unidos estaba en mitad de un colapso económico, y empantanado en una guerra extremadamente impopular en Irak. Ahora, Trump preside un país con una tasa de desempleo en mínimos históricos y sin problemas de seguridad, por más que el presidente trate de presentar a la inmigración como una amenaza para el país.

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