Libia: El Ejécito Nacional Libio de Hafter bombardea los suburbios de Trípoli

El Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) planta cara a Jalifa Hafter. Tan solo dos días después de que las tropas del Ejército Nacionbal Libio (LNA) comandadas por el autotitulado mariscal llegaran a las puertas de Trípoli, las fuerzas gubernamentales han anunciado una contraofensiva para “servir a todas las ciudades” de las “fuerzas ilegítimas”.

En un comunicado emitido por el portavoz del Gobierno Mohamed Ghnouno, quien asumió el cargo este sábado, señaló que la operación denominada “volcán de ira” tiene por objetivo “limpiar todas las ciudades libias de agresores y las fuerzas ilegítimas”, en referencia a los efectivos de Hafter, que avanzan hacia la capital.

El anuncio se ha hecho efectivo el mismo día en que el Ejécito Nacional Libio de Hafter anunciara haber llevado a cabo por vez primera una incursión aérea en las afueras de la capital libia, mientras sobre el terreno se desencadenaban enfrentamientos violentos entre las tropas del general y las milicias leales al GAN.

Este viernes, Hafter anunció que sus tropas se encontraban a las puertas de Trípoli. A primera hora del sábado, unidades del Ejército Nacional Libio (LNA) penetraron varias decenas de kilómetros por el eje sur y asumieron el control del antiguo aeropuerto internacional de Trípoli, en desuso desde hace años. En su avance, las fuerzas de Hafter también conquistaron decenas de posiciones estratégicas en la localidad de Tarhouna, puerta esencial de acceso al sur capitalino, y en los barrios de Qasr bin Ghashir, Wadi Al Rabi y Suq al Khamis.

Pasada la tarde del sábado, el contraataque de las milicias todavía leales al gobierno impuesto por la ONU en Trípoli logró frenar el avance gracias a una serie de ataques aéreos e incluso expulsar a las unidades del aeródromo, según afirmó el ministro de Interior, Fathi Basagha. Sin embargo, al final del día la situación era de incertidumbre en el área del aeropuerto, con los dos contendientes insistiendo en reclamar su control.

Ante los enfrentamientos violentos de las últimas horas, el ejército estadounidense anunció este domingo la retirada provisional de sus tropas en Libia, en un comunicado en el que no especificó el número de soldados que se retirarán. Además, la comunidad internacional apeló al diálogo y pidió a las fuerzas de Hafter que detuvieran su ofensiva.

Pese al llamamiento internacional, las milicias del general han redoblado sus esfuerzos. El portavoz del LNA, el coronel Ahmad al Mismari, comunicó este sábado que “la operación Torrente de Dignidad no cesará hasta lograr todos sus objetivos militares”, es decir, la conquista de Trípoli, y recalcó que sus efectivos responderán “a todo ataque” contra sus posiciones.

Con todo, esta mismo sábado, el jefe de la misión especial de la ONU para libia (UNSMIL), Ghassam Saleme, insistió en que Naciones Unidas continúa con los preparativos para celebrar el próximo 14 de abril la Conferencia Nacional de reconciliación, a la que se opone Hafter. La citada conferencia nacional es la piedra angular de un plan para la reunificación del país que presentó el propio Saleme en septiembre de 2017 y que incluye la convocatoria de elecciones antes de final de año.

Desde entonces, Hafter -contrario desde el principio al plan- ha utilizado la superioridad bélica que le proporcionan Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí para acumular poder y crecer territorialmente.

A finales de 2017, acabó con la resistencia islamista en Bengasi y se hizo con el control del golfo de Sidrá, núcleo de la rica industria petrolera libia. En 2018, logró expulsar a las milicias de la ciudad oriental de Derna -bastión del yihadismo en Libia- y en febrero de este año se aseguró un amplio control de Sebha, capital del sur, y de otras importantes localidades meridionales.

Asimismo asumió el dominio de los yacimientos petroleros de Al Sharara y Al Fil, en el oeste del país, esenciales para la supervivencia económica y energética de Trípoli y del gobierno allí instalado por la ONU en 2016, al que no reconoce.

De acuerdo con varios informes que detallan la situación actual del país, el militar controla el 77% del territorio, frente al 6,5% que estaría bajo el mando del GAN. De lograr el control de la capital, Hafter, miembro de la cúpula militar que en 1969 aupó al poder a Muamar al Gadafi, se erigiría como el hombre más poderoso del país.(EFE)

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