Las mujeres españolas satisfechas: "La Corte Suprema avala que sólo sí es sí"

Alegría, satisfacción, justicia, ejemplaridad... Estas son algunas de las palabras que usaron los distintos colectivos de mujeres ante la decisión del Supremo de considerar agresión (violación) la actuación de La Manada en los Sanfermines del 2016. Respiran tranquilas y no tanto por la elevación de las penas (de 9 a 15 años de cárcel), sino por lo que conlleva: por un lado, aclara de una vez que el silencio de la víctima no implica en ningún momento consentimiento (“el relato fáctico describe un auténtico escenario intimidatorio, en el que la víctima en ningún momento consiente a los actos sexuales llevados a cabo por los acusados”, dice el Alto Tribunal). Y con ella, una buena parte de la sociedad que en la calle y las redes sociales dejaron claro que “sólo sí es sí”, ante la decisión de los jueces y magistrados navarros que se amarraron a ese silencio y sumisión ­para rechazar que la joven madrileña no había sido violada, aunque sí sufrió ­abuso.

Pero no es sólo el tema del consentimiento –muy importante para los colectivos feministas porque muchos agresores ven su pena reducida porque la víctima no ofrece resistencia, juzgando el comportamiento de la mujer y no el de quien comete el delito–, sino por la aplicación del agravante de trato vejatorio (no sólo es penetrada de manera simultánea, además alardean de ello) y porque el delito ha sido realizado por dos o más personas.

Asociaciones como Women’s Link, Fundación Mujeres, Federación de Mujeres Progresistas, Asociación de Mujeres Juezas hablan de un fallo histórico porque pone la piedra para acabar con la impunidad del violador y con las violaciones grupales que no han dejado de incrementarse desde que ocurrió la de los Sanfermines. Según datos del Ministerio del Interior, desde ese año se han registrado más de un centenar de violaciones en grupo, otras manadas en las que habrían participado más de 350 agresores, un tercio de ellos menores.

“El Supremo ha sabido aprovechar la oportunidad de unirse a un debate en España y en el mundo: en un juicio sobre violencia sexual, el foco no puede ser el comportamiento de la mujer, sino la culpabilidad de los acusados”, señala Viviana Waisma, presidenta de Women’s Link.

Desde el Gobierno en funciones se ha mostrado la satisfacción por esta sentencia, porque avala los cambios legislativos que quedaron en el cajón tras la convocatoria de las elecciones generales. Esos cambios, propuestos por una comisión de expertos que entregó su resolución en diciembre pasado, se centran en la modificación del Código Penal para revisar los delitos de agresión y abuso sexual y el tema del consentimiento.

Desde esos Sanfermines se han registrado más de un centenar de violaciones en grupo con 350 agresores

En esta línea, la ministra de Igualdad en funciones, Carmen Calvo, escribió ayer en Twitter: “El fallo del Tribunal Supremo sobre el caso de #LaManada reconoce la credibilidad de la víctima y está en sintonía con la modificación legal propuesta por el Gobierno para diferenciar el delito de violación y agresión sexual del delito de abusos”. El presidente en funciones, Pedro Sánchez, escribió en la misma red social: “Fue una violación. El fallo del Supremo sobre La Manada así lo confirma. Sólo sí es sí. España sigue avanzando en la protección de los derechos y libertades de las mujeres, y no se va a detener”.

Mujeres Juezas, por su parte, tuvo palabras de recuerdo para la víctima, que ha pasado lo indecible en este proceso judicial: “La justicia hoy ha confirmado que una violación es una violación. Lo decidió el Supremo tras la lucha de una víctima, C., a la que siempre daremos las gracias y pediremos perdón por lo difícil que se lo hemos puesto”.

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