La tensión entre Londres y Teherán está creciendo en las últimas semanas

La tensión entre Londres y Teherán está creciendo en las últimas semanas. El ministerio de defensa británico ha expresado su preocupación por la violación del “derecho internacional” tras la intercepción de uno de sus petroleros en el estrecho de Ormuz por embarcaciones militares iraníes.

Al parecer, el buque “The British Heritage” salía del golfo Pérsico cuando los iraníes trataron de impedir que navegase, lo que obligó a que la fragata británica HMS Montrose interviniese. Tras advertir verbalmente a los barcos iraníes, estos se retiraron sin necesidad de ejercer ninguna otra medida más coercitiva.

El portavoz de Defensa británico dijo estar “preocupado por esta acción y pide “a las autoridades iraníes que bajen (la tensión) de la situación en la región”.

Este incidente abona el clima de tensión entre Irán y el Reino Unido que la semana pasada tuvo una punta cuando el superpetrolero Grace 1 fue interceptado por la Marina Real británica (Royal Navy) en el estrecho de Gibraltar bajo petición de EE.UU.

Lo acusaban de transportar crudo a la refinería de Banyas en Siria y haber violado supuestamente, las sanciones de la Unión Europea (UE) contra el país árabe. Irán negó que ése fuese su destino y convocó al embajador británico como protesta.

Hasan Rohani, presidente iraní, había acusado ayer al Reino Unido ha creado “inseguridad en los mares” con los hechos de Gibraltar, y advirtió de “consecuencias”. “Los británicos son los iniciadores de la inseguridad en los mares y esperamos que no lo repitan porque propagarán la inseguridad en todo el mundo”.

Pese a esta amenaza, hoy la élite de la Guardia Revolucionaria de Irán ha rechazado haber intentado detener un petrolero británico en el Golfo Pérsico, según difunde la agencia de noticias iraní Fars.

En los últimos meses ha habido una escalada de incidentes en el estrecho de Ormuz por donde circula una parte sustancial del crudo mundial. Washington había intensificado las sanciones económicas contra Irán haciendo que sus exportaciones de petróleo se redujeran a cero como parte de una política de “presión máxima” para hacer que Irán detenga unas acciones que, en su opinión, socavan la seguridad regional.

Entre estas acciones supuestamente orquestadas por Teherán se cuenta el ataque a dos petroleros en aguas del golfo de Omán o que Irán abatiera un dron de la Armada de EE.UU. cuando, según Teherán, entró en su espacio aéreo para tareas de vigilancia. Según el Pentágono, el aparato se encontraba en misión de reconocimiento sobre aguas internacionales.(La Vanguardia)

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