El Presidente de la Asamblea de la ONU dijo que una nueva forma de elección "reflejará más transparencia"

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó un proceso que, para los tiempos y los estándares con los que suele manejarse, puede calificarse de histórico, ya que por primera vez en sus 70 años de vida elegirá al próximo Secretario General mediante una selección en la que intervienen distintos actores sociales, políticos y civiles.
"Este proceso nos ayudará a elegir a la mejor persona como próximo secretario general", sostuvo el actual presidente de la Asamblea General de la ONU, Mogens Lykketoft.

"Es uno más de los pasos importantes que se han dado en este proceso general, ya que también se refleja en la transparencia del proceso para la selección de un secretario general", explicó Lykketoft.

Hasta el momento y de acuerdo al artículo 97 de la Carta de la ONU, el candidato a secretario general era designado por la Asamblea General "con la recomendación del Consejo de Seguridad", cuyos miembros permanentes son Estados Unidos, China, Reino Unido, Rusia y Francia.

En otras palabras, en la práctica era elegido por los miembros permanentes de ese Consejo ¿Cuál fue la actitud de los países miembros de ese selecto grupo frente a la reforma implementada?
"Este proceso, desde un inicio, fue realizado de acuerdo con el Consejo de Seguridad y de hecho, cuando comenzó, fue con una carta mía como presidente de la Asamblea General firmada también por el presidente del Consejo en diciembre", respondió Lykketoft.

"Sin embargo -añadió- es también un reto para el Consejo de Seguridad, ya que sería difícil que propusiera un candidato que no haya estado en este proceso, es poco probable que esto sucediera".

Lykketoft, uno de los políticos más importantes del partido Socialdemócrata de Dinamarca, fue electo de modo unánime presidente de la Asamblea General en junio de 2015 y la presidirá hasta el mismo día de este año, cuando el propio cuerpo de la ONU elija a su sucesor. Hasta el momento hay dos candidatos: uno de las Islas Fiji y otro de Chipre.

Fue también uno de los principales impulsores de la reforma de elección del secretario general, por la que los aspirantes debieron responder a más de 800 preguntas realizadas por embajadores y representantes de la sociedad civil que siguieron el debate por el sitio oficial de la ONU.

De esa selección quedaron nueve candidatos: el ex ministro de Asuntos Exteriores de Macedonia Srgjan Kerim; el ex viceprimer ministro y luego primer ministro de Montenegro, Igor Luksic; y el ex presidente de Eslovenia y asesor para asuntos políticos del ex secretario general de la ONU Kofi Annan, Danilo Turk.

También están seleccionados el serbio Vuk Jeremic, ex presidente de la Asamblea General de la ONU de 2012 a 2013; y Antonio Guterres, ex primer ministro de Portugal y ex Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (Acnur).

Las cuatro mujeres son la búlgara (y para muchos principal candidata) Irina Bokova, primera directora general de la Unesco; Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelanda y primera mujer que dirige el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); Natalia Gherman, ex viceprimera ministra de Moldavia; y la crota Verna Pusik, ex viceprimera ministra y ministra de Asuntos Exteriores e Integración Europea.

No obstante, para Lykketoft habrá más candidatos. "No se sabe cuántos ni quiénes, pero se insistirá en que se presenten dentro de este proceso que ha iniciado la Asamblea General", explicó.

De los candidatos que finalmente queden, la Asamblea General elegirá al futuro secretario general en septiembre próximo, en coincidencia con la apertura de las sesiones de ese órgano de la ONU.

El punto que el político danés no descartó pero optó relativizar es que en la elección del sucesor de Ban Ki-moon se respete la rotación de continente y región (de ser así le tocaría a alguien de Europa del Este o de los Balcanes) y que exista consenso para que por primera vez ocupe el cargo una mujer.

"No hay reglas escritas, por lo que será la potestad de los estados miembros, tanto en el Consejo de Seguridad como en la Asamblea General, la manera en que se decida cuál va a ser la mejor persona para ocupar el cargo, tanto en términos regionales como de género", sostuvo.

Finalmente y respecto a la novedosa participación de la sociedad civil, Lykketoft reveló que se seleccionaron preguntas básicas que "fueron parte importante del diálogo que hubo con los candidatos".
"Los aspirantes tomaron varias de las preguntas que la sociedad civil, en un importante número, presentó a través del sitio de internet", amplió en el diálogo telefónico mantenido desde Nueva York con esta agencia.

Así, los aspirantes debieron responder sobre tópicos como el desarrollo sostenible, cambio climático y sus consecuencias humanitarias, conflictos, el papel del secretario general en temas de derechos humanos y la reorganización y mejoras dentro de ONU para lograr una mayor coordinación entre las áreas.

Como siempre sucedió en la ONU, la teoría suena bien pero la práctica le dio la espalda en la mayoría de las ocasiones. Esta reforma, que apunta a ser integral y a no quedarse en el método de elección del secretario general, tendrá la oportunidad de cambiar al menos en algo la historia.(Télam.)

 

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