Bélgica: La justicia deja en libertad sin fianza a Puigdemont tras la nueva euroorden del Tribunal Supremo español

El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha comparecido voluntariamente ante las autoridades belgas como consecuencia de la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) cursada, por tercera vez, por el Tribunal Supremo y el juez ha decretado su libertad sin fianza con medidas cautelares mínimas. Al tiempo, el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Llarena, tiene previsto responder de forma inmediata a las autoridades belgas que el exdirigente catalán no tiene inmunidad porque no es miembro del Parlamento Europeo.

Según la nota de la oficina del expresident, “el dirigente está siguiendo todos los pasos oficiales que acompañan este procedimiento” y “a recibido la notificación” de la citada euroorden, asimismo, “se ha opuesto a su entrega a España”. Tras salir de las dependencias judiciales, Puigdemont ha confirmado que el juez ha decretado su libertad sin fianza y que deberá permanecer en Bélgica mientras se resuelve la euroorden, aunque puede salir del país con su permiso.

Por su parte, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena comunicará de forma inmediata a las autoridades belgas que Puigdemont no tiene inmunidad porque no es miembro del Parlamento Europeo, ya que carece de dos requisitos imprescindibles para haber adquirido esa condición. Primero, que no ha acatado la Constitución Española ante la Junta Electoral Central como exige el artículo 224 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General. Y segundo, que no ha tomado posesión del escaño.

El juez magistrado explicará en un escrito que en cualquier caso la confirmación de que Puigdemont no es miembro del Parlamento Europeo puede instarse directamente a la Eurocámara. Esta información será remitida por el juez que instruye la causa del ‘procés’ después que las autoridades belgas elevaron una consulta en tal sentido en la madrugada del viernes.

En una breve comparecencia ante los medios, Puigdemont ha comentado que el juez ha declarado su libertad sin fianza, y que aunque tiene salir de Bélgica con su permiso, “nos veremos seguro aquí” porque va a estar “siempre a disposición de la justicia”. También ha aclarado que aún no le han citado para comparecer ante el juez, mientras que su abogado, Gonzalo Boye, ha señalado que “lo importante era dejar muy claro que la intención es estar siempre a disposición de la justicia, de la justicia imparcial”, tras lo cual se ha mostrado confiado en que “esta vez permitan que las autoridades belgas dicten una sentencia sobre el fondo del asunto”.

 El magistrado Llarena emitió con inusitada rapidez la euroorden de detención contra Puigdemont inmediatamente después de hacerse pública la sentencia del ‘procés’, el pasado lunes, pero su desarrollo va a tomar un tiempo. La Fiscalía belga ya ha advertido que será necesario un “análisis jurídico profundo”, dado la complejidad del tema y también por la existencia de dos euroórdenes precedentes ya emitidas contra el expresident.

El abogado del expresident, Paul Bekaert, dijo ya el lunes que Puigdemont colaboraría con la justicia belga y no se escondería cuando las autoridades del país recibieran la euroorden emitida por el Supremo. “Hablaremos con el fiscal y mi cliente; si es convocado a ir ante el juez, no se esconderá. Colaborará con la justicia belga. Confía en la justicia belga. Esa es la razón por la que está en Bruselas”, dijo.

La Fiscalía de Bruselas se encuentra a la espera de que la Justicia española entregue la próxima semana una traducción de la euroorden y los documentos anexos, reactivada por el juez Llarena, tras conocerse la sentencia que condena a penas de hasta 13 años de cárcel a los políticos del “procés”.

La Audiencia Nacional cursó una primera euroorden en noviembre de 2017, inmediatamente después de la huida de Puigdemont a Bélgica, que fue suspendida al pasar el caso al Supremo. Se reactivó en marzo de 2018, lo que posibilitó la detención de en Alemania. Pero el tribunal regional de Schleswig-Holstein rechazó su entrega por rebelión y sólo la admitió por malversación, extremo que Llarena rechazó al considerar que sería injusto con los acusados que no habían huido y debían responder por todos los delitos que se les imputaban.(La Vanguardia)

back to top