Brasil registró 12 muertos en un día por coronavirus y ya son 46 mientras el total de infectados alcanzó a 2.201.

Brasil, que carece de sintonía entre el presidente Jair Bolsonaro y los gobernadores para enfrentar el coronavirus, vio hoy cómo las principales ciudades pararon por una cuarentena casi autogestionada por la población frente a los nuevos números que reportaron 12 muertos en un día, con lo que ya suman 46, mientras el total de infectados avanzó de 1.891 a 2.201.

El Ministerio de Salud, que se negaba a suscribir las acciones de freno de la actividad que llevaron adelante gobernadores e intendentes, informó que 12 personas murieron en un día por coronavirus, con lo cual la cifra de fallecidos subió de 34 a 46, y se registraron 310 casos positivos nuevos.

El estado de San Pablo concentra la mayoría de los muertos, 40, mientras los otros seis fallecidos corresponden a Río de Janeiro, de acuerdo a la estadística actualizada.

San Pablo tiene 810 casos positivos y los nuevos fallecidos por primera vez se registraron en el Gran San Pablo, el cordón industrial y demográfico más grande de Sudamérica.

El avance de fallecidos significa 35% en un día y pone a Brasil, con 210 millones de habitantes, al frente de América Latina en términos absolutos.

Río de Janeiro tiene 305 casos positivos confirmados.

El Ministerio de Salud anunció que pretende llegar a 22,9 millones de personas la cantidad de test para el nuevo coronavirus.

Por su parte, el viceministro de Salud, Joao Gabbardo, afirmó que el país está "preparado" para enfrentar a la pandemia y citó que Brasil tiene una cama de terapia intensiva cada 10.000 habitantes, "proporción mayor que el Reino Unidos, Italia y Francia".

El Sistema Único de Salud es "robusto para enfrentar adversidades", subrayó.

La crisis sanitaria es también un desafío económico para el principal socio de la Argentina: Bolsonaro fue recomendado por los militares que lo cercan a abrir un canal con los gobernadores, a los que ya les liberó partidas presupuestarias.

"Los gobernadores estamos en la línea de frente", dijo hoy el gobernador paulista, Joao Doria, que enfrenta el más grave escenario de crisis. Hoy toda las ciudades paulistas, -el estado tiene 46 millones de habitantes y un tercio del PBI de Brasil- comenzaron la cuarententa hasta el 7 de abril, con comercios cerrados y escasos transeúntes.

Doria mañana tiene una teleconferencia con Bolsonaro y hoy mostró en las redes su test negativo para coronavirus, algo que no hizo el mandatario.

El gobierno busca una nueva medida para paliar la falta de actividad luego de haber retirado el plan para permitir no pagar salarios por cuatro meses. "Puede consistir en bajar 30% el salario, que tendrá una parte paga por el empleador y otra con ayuda del estado, así todos colaboran", dijo el gobernador Paulo Guedes.

El opositor Partido de los Trabajadores picó en punta con una propuesta osada: el pago de 1.050 reales (unos 250 dólares) mensuales para 100 millones de personas, con o sin empleo, para enfrentar la crisis.

Es que el gobierno también recibió un mensaje de los cuatro principales bancos del país: le pidieron liberar dinero del Tesoro para renegociar deudas de sus clientes que serán futuros morosos por la ola de despidos que se espera pese a las medidas compensatorias.

En el plano internacional, Bolsonaro habló por teléfono con Xi Jinping, el presidente chino: dialogaron sobre acciones en el marco del G-20 y los Brics de cara a la sanidad y a la salud económica del planeta.

Pero la conversación fue, sin dudas, una señal luego del escándalo generado por el hijo del presidente, el diputado Eduardo Bolsonaro, que adhirió a las teorías de Donald Trump para culpar a China de ocultar información sobre el combate al virus.

China es el principal socio comercial de Brasil desde 2009 y su apetito y crecimiento son claves para la recaudación y el agronegocio brasileño.

Por otra parte, las denuncias por violencia doméstica contra las mujeres aumentaron un 50% en las últimas dos semanas el estado de Río de Janeiro, mientras la mayor parte de los habitantes cumple la cuarentena pedida por las autoridades locales para frenar la pandemia de coronavirus, según informó la Justicia.

"Desde que comenzó la cuarentena tuvimos una aumento del 50% de las denuncias por violencia contra la mujer", afirmó la jueza Adriana Mello, del fuero de Violencia Doméstica del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, el segundo estado con más infectados de coronavirus.

La magistrada informó que "ninguna mujer brasileña está obligada al confinamiento al lado del agresor", por lo que alentó a las víctimas de sus parejas que hacen cuarentena o aislamiento obligatorio a realizar las denuncias a la policía.

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