Hoy recordamos a Homero Manzi

Homero Nicolás Manzione, conocido como Homero Manzi, nació en Añatuya,  Santiago del Estero, el 1º de noviembre de 1907. y murió el 3 de mayo de 1951. Con siete años Homero ya estaba radicado en Buenos Aires, en el barrio de Pompeya. Aquel paisaje  quedará capturado en algunas de sus letras posteriores, como la de "Barrio de tango" y la de "Sur".

De la producción de Manzi como compositor deben destacarse grandes tangos, con sus respectivos músicos y directores de orquesta:"Monte criollo", con Francisco Pracánico; "Abandono", con Pedro Maffia; "Malena", "Solamente ella", "Mañana zarpa un barco" y "Tal vez será mi alcohol" (que la censura obligaría a convertir en "Tal vez será su voz"), con Lucio Demare; "Recién", con Osvaldo Pugliese; "En un rincón", con Héctor María Artola; "Fueye", con el cantor Charlo; "Manoblanca", sobre una antigua página de Antonio De Bassi; los valses "Romántica", con Félix Lipesker, entre otros.

De su vínculo con Aníbal Troilo nacería uno de los más preciados binomios autorales del tango. De esa unión surgieron "Romance de barrio",  "El último organito", con su hijo Acho, y "Che, bandoneón". Troilo y un Manzi agonizante habían rendido homenaje a otro letrista fundamental, Enrique Santos Discepolo, con el tango "Discepolín".

Homero Manzi también revitalizó a la milonga. Junto con el pianista Sebastián Piana escribió grandes clásicos, como "Milonga sentimental", "Milonga del 900" y "Milonga triste". Piana y Manzi son autores, además, de tangos como "El pescante" y "De barro", y de un vals  "Paisaje"; en el caso de "Viejo ciego", la música  fue puesta por Piana y Cátulo Castillo.

Otra contribución de Manzi fueron sus composiciones, en consonancia con el romanticismo de los tangos de los años '40; en esa época compuso "Fruta amarga", "Torrente", "Después", "Ninguna" o "Fuimos". Fue un poeta que no publicó ningún libro de poesías, sino que plasmó la poética en las letras de tangos.

No utilizó el lunfardo, pese al compromiso popular de su obra literaria. Sus letras no cuentan crónicas de la realidad social ni imparten consignas morales. Sus versos suelen estar llenos de nostalgia, como el tango mismo. A través de ellos, Manzi arroja una mirada plena de ternura y compasión hacia los seres y las cosas. El barrio pobre, suburbano, es su gran escenario. Su tango "Sur", de 1948, con música de Aníbal Troilo, resume el sentido más profundo de su obra.

Homero no agotó sus actividades en la composición: también ejerció el periodismo y la cátedra, incursionó en el cine y tuvo una intensa militancia gremial y política, que concluyó con su adhesión al peronismo.

Su muerte de Manzi, el 3 de mayo de 1951, abatido por un cáncer, fue llorada por Troilo con "Responso", un conmovedor tango instrumental.

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