El PSOE anuncia un acuerdo con Rajoy para reformar la Constitución ante la crisis catalana


El líder de la oposición española, el socialista Pedro Sánchez, aseguró hoy que acordó con el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, abordar una reforma de la Constitución durante el próximo año para dar un mejor encaje a Cataluña dentro de ella.

En conferencia de prensa en Madrid tras reunirse ayer con el mandatario conservador, Sánchez dijo que, a cambio del compromiso de estudiar una reforma, aceptó apoyar el requerimiento formal que Rajoy hizo hoy al presidente catalán, Carles Puigdemont, para que aclare si declaró la independencia de Cataluña.

En una esperada y ambigua intervención ante el Parlamento catalán, Puigdemont dijo ayer que el triunfo del "Sí" en un polémico referéndum secesionista celebrado en la región el 1 de octubre le daba mandato para declarar la independencia.

Sin embargo, no lo hizo de manera expresa, y en cambio pidió "demorar los efectos de esa declaración" de independencia "algunas semanas" para tratar de iniciar negociaciones con el gobierno central español que permitan alcanzar una solución acordada, rebajar las tensiones y avanzar las exigencias catalanas.

Aprobada en un histórico referéndum y sancionada en 1978, la Constitución española es un símbolo del retorno a la democracia tras casi 40 años de dictadura de Francisco Franco, así como de la unidad de los españoles y del reconocimiento del derecho a la autonomía de las distintas regiones del país, como Cataluña.

Desde 2013, un año después de que estallara el actual conflicto catalán, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), de Sánchez, viene bregando por una reforma de la Constitución -resistida por el Partido Popular (PP) de Rajoy-, en línea con catedráticos que propugnan dar a la Carta Magna un sentido más federal.

El PSOE argumenta que existe amplio consenso social y político sobre la vaguedad de los lineamientos constitucionales sobre estructura territorial y que en los últimos años ha crecido el descontento con el Estado y el modelo autonómico que alimenta separatismos, sobre todo en Cataluña y el País Vasco.

Independentistas catalanes han reclamado, en concreto, que la Constitución incluya el derecho a decidir la pertenencia de una región al Estado, algo que no está contemplado y que fue el argumento por el cual el Tribunal Constitucional (TC) español declaró ilegal el referéndum del 1 de octubre.
"Compartimos que ha llegado la hora de que reformemos la Constitución", dijo Sánchez sobre su reunión con Rajoy en el Palacio de la Moncloa, celebrada anoche tras la intervención de Puigdemont en el Parlamento catalán, informó la agencia de noticias EFE.
"El acuerdo es que abramos una vía política para abordar la reforma y la modernización de la Constitución" aseguró Sánchez al término de una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.

La Constitución española ya tuvo dos reformas, una en 1992 -sobre el derecho de sufragio de los extranjeros en elecciones municipales- y otra mucho más polémica en 2011, cuando se limitó dramáticamente la capacidad de las regiones autónomas de emitir deuda y de superar ciertos niveles de déficit.

El gobierno catalán rechazó fuertemente esa reforma por considerar que atentaba contra su autogobierno y contra la autonomía financiera de los catalanes.

Sobre el actual desafío catalán, Sánchez dijo hoy que su formación "siempre va a estar con la respuesta mesurada y proporcional que ayude a esta crisis".

Y, en sintonía con Madrid, le reclamó a Puigdemont que aclare "exactamente que quiso decir ayer", luego de que Rajoy diera hasta el lunes al líder catalán para clarificar si declaró la independencia antes de activar un artículo de la Constitución, el 155, que permitiría suspender la autonomía catalana, algo inédito hasta ahora.

Tras ratificar que el PSOE apoyará la activación de ese artículo, para lo cual se necesita el respaldo de la mayoría absoluta del Senado, Sánchez tomó la iniciativa y afirmó que "la mejor manera de defender la Constitución española es también su reforma, su modernización".
"La España de 2017 no es la de 1978, y hay elementos de su convivencia territorial que deben ser actualizados", dijo.

Según el líder opositor, Rajoy dio el visto bueno para conformar una comisión de evaluación que en un plazo de seis meses, estudie la vigencia de los acuerdos autonómicos.
"La posición del PSOE es acompañar los requerimientos del gobierno para clarificar y sacar del pantano en que el presidente Puigdemont sumergió la política catalana. Ni los catalanes ni la sociedad española se merecen vivir con la angustia de vivir sin saber si se ha declarado o no la independencia", señaló.

Los socialistas apuestan por avanzar hacia el federalismo con un reconocimiento de Cataluña como nación en la Constitución, reorganizar las competencias entre las regiones, y que el Senado se convierta en una cámara territorial.

La reforma de la Constitución se abrirá en un plazo de seis meses, cuando concluyan los trabajos de la comisión de estudio del modelo territorial que ha impulsado el PSOE en el Congreso de los Diputados.

A esta comisión se invitaría a acudir a Puigdemont, según dijeron fuentes socialistas citadas por la prensa local.

De los trabajos de la comisión, que tiene el apoyo del 90% de los diputados, saldría un dictamen -se calcula que a mediados de 2018- con recomendaciones para un consenso sobre la reforma de la Constitución, y a partir de entonces se pondría en marcha.

La reforma debería ser sometida a referéndum, que no se produciría antes de 2019.

No obstante, Sánchez avisó que un referéndum independentista de Cataluña pactado con Madrid, como propone el partido izquierdista Podemos, no tendría cabida en la reforma de la Constitución.
"Nosotros nos vamos a negar a ello. Estamos dispuestos a abordar cómo Cataluña se queda en España y no cómo Cataluña se va de España", afirmó el líder socialista.

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