Mahmud Abbas lanza una ofensiva para evitar que EEUU reconozca a Jersusalén como capital israelí

El presidente palestino, Mahmud Abbas, inició contactos con varios países árabes y Francia para evitar que Estados Unidos reconozca a Jerusalén como capital de Israel con la advertencia de que ese movimiento comprometería el proceso de paz que intenta impulsar la Casa Blanca.

Abbas habló por teléfono con los líderes de Egipto, Jordania, Qatar y Francia durante el fin de semana, después de que diversas informaciones apuntaran a que el presidente estadounidense, Donald Trump, evalúa aceptar a Jerusalén como capital de Israel, informaron fuentes oficiales palestinas.

La zona oriental de Jerusalén es considerado por la comunidad internacional como territorio ocupado, mientras que los palestinos reclaman a la ciudad como capital de un futuro estado.

El vocero presidencial palestino, Nabil Abu Rudaina, confirmó que Abbas conversó con el rey de Jordania Abdalá II, los presidentes egipcio, Abdel Fatah al Sisi, y francés, Emmanuel Macron, y el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani, sobre las implicaciones de esta decisión.
"Las llamadas actuales alertaron sobre el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén y el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel", declaró Abu Rudaina, en un comunicado difundido por la agencia de noticias palestina Wafa.

El sábado, el movimiento islamista Hamás prometió iniciar una nueva "intifada" si la Casa Blanca avanza en una de la principales promesas que hizo Trump durante la campaña electoral de trasladar la sede diplomática.

También el sábado, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, se declaró “profundamente preocupado" por las presuntas intenciones de Trump.

Abulgueit se lamentó de que Estados Unidos no tenga en cuenta "los grandes riesgos para la estabilidad de Oriente Medio y de todo el mundo", y advirtió de que ese paso tendrá "grandes consecuencias no solo para la situación política, sino a nivel de seguridad y estabilidad en la región".

Por el momento, Trump no ha firmado el decreto de 1995 para hacer efectivo el traslado y se acoge a la enmienda por la que el presidente puede prorrogar su cumplimiento seis meses, algo a lo que recurrieron periódicamente los ex mandatarios Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama.

Como compensación de estas prórrogas, Trump examina ahora la posibilidad de reconocer Jerusalén como la capital de Israel, según funcionarios de la Casa Blanca, aunque la comunidad internacional niega la soberanía israelí en la zona este de la urbe tras la ocupación en la Guerra de los Seis Días de 1967 y la posterior anexión en 1980.

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