España se ofrece a recibir inmigrantes rechazados por Italia y evidencia una grieta en la UE

Resultado de imagen para barco aquarius con inmigrantes
 

España se ofreció hoy a recibir a un barco con más de 600 inmigrantes a bordo rechazado por Italia y Malta, que había sido abandonado a su suerte en aguas del Mediterráneo, en un gesto que reavivó el debate en el seno de la Unión Europea (UE) sobre la gestión de la crisis humanitaria en sus fronteras.

El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, dio instrucciones para que España "cumpla con los compromisos internacionales en materia de crisis humanitarias" y acoja al barco "Aquarius" de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Méditerranée con 629 personas abordo -123 son menores no acompañados y siete mujeres embarazadas-, informó su Ejecutivo en un comunicado.
"Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer 'un puerto seguro' a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional", señaló la nota.

El Ejecutivo español explicó que el barco sería acogido en el puerto Valencia, situado sobre el Mediterráno.

Sin embargo, horas después, la crisis continuaba sin resolverse debido al riesgo que supone para el barco realizar el trayecto de 700 millas hasta la costa de España.

De su lado, MSF agradeció el gesto al gobierno español, pero advirtió que "un viaje de tres días a Valencia con un barco que supera la capacidad máxima es inseguro".

Entrada la noche, el Aquarius continuaba "varado" entre aguas de Italia y Malta, a la espera de recibir "instrucciones formales de los Centros de Coordinación de Rescate Marítimo de Roma y Madrid", indicó MSF en su cuenta de Twitter.

Además, la organización aseguró que "el estado de salud de las personas a bordo del #Aquarius es estable", aunque insistió en que "el innecesario retraso en su desembarco en puerto seguro pone en riesgo a los más vulnerables: siete embarazadas, 15 personas con quemaduras graves, varios pacientes críticos por hipotermia y ahogamiento".

Uno de los doctores a bordo de la embarcación, David Beversluis, había asegurado en declaraciones a la radio Cadena Ser que desde mañana no tendrían "suficiente comida" para los inmigrantes que están abordo.

Ante esta situación crítica, el barco recibió 950 botellas de agua, 800 paquetes de fideos instantáneos y refrigerios entregados por un buque de la marina maltesa, informó MSF.

Con su decisión, España se desmarcó por "razones humanitarias" de la linea de cierre de fronteras que rige en la UE y que impulsan gobiernos del Este europeo como el del xenófobo Viktor Orban en Hungría, al que ahora se unió el nuevo gobierno de la ultraderechista Liga Norte (LN) y el Movimiento Cinco Estrellas (M5E) de Italia.

El vicepresidente y Ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, de la LN, celebró la decisión de España como una "victoria" de su gobierno.

Salvini aseguró que la crisis se había resuelto gracias al "buen corazón" de España, pero remarcó que la UE no puede depender de gestos extraordinarios como este para abordar la inmigración a Italia.

El barco quedó a la deriva por el Mediterráneo después de que ayer Salvini, quien hizo campaña con un duro discurso anti-inmigración, negara el desembarco de los inmigrantes en Italia.

Asimismo, Salvini y el ministro de Infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli, del M5S, pidieron en un comunicado que "Malta asumiera sus responsabilidades" y acogiera a estas personas.

La respuesta del primer ministro de Malta, Joseph Muscat, fue que no abrirá su puerto porque este caso no es de su competencia y acusó a Italia de saltarse las reglas internacionales y de poner en peligro la vida de los inmigrantes.

La Comisión Europea (CE), que había instado a resolver con rapidez la situación, sin involucrarse directamente, agradeció el gesto de España.
"Esta es la verdadera solidaridad puesta en práctica hacia las personas desesperadas y vulnerables y hacia los estados miembros", afirmó el Comisario europeo de Migración, Asuntos Internos y Ciudadania, Dimitris Avramopouluos, en un mensaje en su cuenta personal de Twitter.

Mientras tanto, otros 790 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo permanecían hoy a bordo de un barco de la Guardia Costera de Italia a la espera de poder desembarcar.

La posición adoptada por el nuevo gobierno de España presiona al resto de socios europeos de cara a la cumbre del 28 y 29 de junio en la que se abordarán cambios en la ley de asilo del bloque comunitario, para "repartir al carga" de los inmigrantes y refugiados que llegan a territorio europeo, agregó Avramopouluos.

Actualmente, la normativa de la UE exige que los solicitantes de asilo se registren en el "primer país seguro" al que llegan, de ahí que Italia reclame a los demás Estados miembros que asuman también el peso de la gestión de las fronteras externas del bloque.

back to top