Una verdadera votación offshore

El bloque de diputados nacionales del FpV-PJ opina que la conducta del oficialismo en la Cámara de Diputados fue vergonzante, porque se votó casi a escondidas. La Alianza Cambiemos violó el reglamento, en una sesión nula de nulidad absoluta con el objeto de ratificar el DNU Nº 267/2015 que deroga la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

La sesión de ayer no tenía quórum para comenzar. El reglamento es claro al respecto. Sin embargo,  con la sesión ya caída y viendo que el oficialismo igual seguía adelante, el bloque participó.

El engaño se perpetró en medio de una confusión generada por ellos: mientras nuestro bloque pedía el voto nominal -es decir el voto que identifica a cada diputado-, se habilitó rápidamente la votación a mano alzada. La realidad es que no querían quedar expuestos ante la opinión pública los nombres de los diputados que se prestaron a ratificar el DNU, lo que constituye una verdadera  votación offshore.

Saben que son responsables del atropello a la libertad de expresión y que consagran privilegios a los medios hegemónicos, permitiendo operaciones poco transparentes en la compra y venta de medios de comunicación.

Los diarios extranjeros señalan el encubrimiento grosero de un escándalo internacional como el Panamá Papers por parte de medios argentinos y la Alianza Cambiemos & Cia se doblega avergonzada ante sus exigencias.  Lo hicieron  ocultando sus nombres detrás del ardid de votar esta norma ilegitima a mano alzada. Por suerte tenemos las filmaciones que muestran sus rostros. No tendrán impunidad frente al pueblo.

Con impunidad tienen sociedades y cuentas offshore que no declaran. Con impunidad les quitan remedios gratuitos a los jubilados y computadoras a las niñas y niños de las escuelas públicas. Con impunidad cesantean, despiden y suspenden; ajustan salarios y jubilaciones; aplican un brutal tarifazo; agreden a los trabajadores; perjudican a las Pymes. Para garantizarse esta impunidad, el gobierno necesita el blindaje de los grandes medios para que nada de esto se difunda.  Pero esta impunidad tiene costo: aunque no quieran mostrar sus rostros, el pueblo se lo cobrará.

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