José Pedro Potocar, quedó detenido hoy, acusado de ser el "jefe" de una asociación ilícita

El suspendido jefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, José Pedro Potocar, quedó detenido hoy, acusado de ser el "jefe" de una asociación ilícita que cobraba sumas ilegales a comerciantes y "trapitos" (cuidacoches) como protección en el barrio porteño de Núñez.

Potocar llegó hoy a las 9.30 al Palacio de Tribunales, ingresó por la puerta de la calle Tucumán y, acompañado por su abogado, Cristian Poletti, se presentó espontáneamente ante el juzgado de instrucción número 14 a cargo de Ricardo Farías.
"No voy a quedar detenido porque voy a hacerme respaldar por todos porque soy policía. Estuve en otros países, en Japón, Estados Unidos, Alemania y Francia, y hay respeto y consideración por el policía", había dicho poco antes, en declaraciones a radio Mitre.

Al arribar a los tribunales firmó un escrito que entregó como "declaración espontánea" e inmediatamente le fue notificado que quedaba detenido.

Además, "entregó su credencial y la pistola de la repartición", comentó Poletti, quien remarcó que "es muy lejana" la responsabilidad de su cliente en la causa "y meramente administrativa".

El abogado adelantó que iba a pedir la excarcelación, lo que precipita los tiempos procesales pues debe ser indagado y resuelto el pedido de libertad en el término de 24 horas.

Potocar estaba acompañado por uno de sus hijos, una hija, su abogado y dos allegados.

Todos ingresaron a la oficina 5050 del quinto piso de Tribunales, pero a las 9.50 salieron de allí notificados ya de la detención.

El comisario inspector quedó involucrado en una investigación por corrupción que ya tiene a otra media docena de procesados presos.

El jefe policial está sospechado de ser la cabeza de una organización que obtenía dinero de manera ilegal mediante la exigencia de pagos por "brindar seguridad y no actuar contravenciones" a comercios y "trapitos" del barrio porteño de Núñez.

Potocar, designado en diciembre pasado al frente de la policía local por el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue titular de la Dirección General de Comisarías antes de llegar a la jefatura de la nueva fuerza.

Durante un allanamiento a la comisaría 35 de la ex Policía Federal, el fiscal José María Campagnoli y el juez Ricardo Farías secuestraron del despacho del comisario Norberto Federico Villarreal un cuaderno en el que figuraban anotaciones en clave, manuscritas, sobre supuestas sumas de dinero.

Una de esas anotaciones aludía a "DGC", la Dirección General de Comisarías, la repartición que estaba a cargo de Potocar.
La investigación estableció que los "beneficios" de la recaudación ilegal "llegarían hasta quienes hoy son las máximas autoridades policiales con el propósito de enriquecerse en forma ilegal".

En la lista de quienes debían pagar por esa protección figuraban desde albergues transitorios hasta gimnasios, pasando por restaurantes, bares, heladerías, supermercados, una concesionaria de automóviles y el club náutico Bouchard.

Además, según la acusación, la organización le cobraba a los cuidacoches ilegales o "trapitos" a razón de 400 a 500 pesos por semana para dejarlos "trabajar" en la zona.

Este martes por la mañana, en declaraciones radiales, Potocar aseguró que "no temía quedar detenido" y argumentó que el fiscal Campagnoli no tiene "absolutamente ninguna" prueba en su contra.
"¿Por qué me van a acusar de coimero?", se preguntó Potocar cuando por radio La Red se le recordó que se le imputa ser uno de los líderes de una asociación ilícita que exigía dinero a comerciantes y "trapitos" a cambio de protección.

Pero finalmente, tras ingresar al Palacio de Justicia, quedó detenido y acusado de liderar una banda delictiva.

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