13de junio: Día del Escritor

Cada 13 de junio se conmemora el Día del Escritor. La fecha alude al nacimiento, en  1874, de Leopoldo Lugones en Villa María del Río Seco, en el corazón de la provincia de Córdoba. Lugones fundó la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) que, luego del suicidio del poeta, estableció el día de su natalicio como el Día del Escritor.

Lugones pasó sus primeros años en el campo; esto dejaría una marca permanente en su vida adulta. A los 12 años concurrió al tradicional colegio Nacional de Monserrat de la capital cordobesa. Por ese entonces, trazó sus primeros versos.  A los 16 años, inició su carrera periodística en el periódico La Libertad; simpatizaba con las ideas anarquistas y, al poco tiempo, publicó sus primeras composiciones con el pseudónimo de Gil Paz. A los 20, se trasladó a Buenos Aires e ingresó en la redacción de El Tiempo. Allí trabó amistad con Rubén Darío, el poeta nicaragüense y máximo representante del modernismo latinoamericano. Lugones pasaría a la historia como el gran poeta modernista del Río de la Plata. En 1909, le dedicó a Darío su Lunario Sentimental.
Lugones se identificó profundamente con Domingo Faustino Sarmiento y buscó asemejarse a su figura. En el ensayo Lugones, entre la aventura y la cruzada, la socióloga María Pía López comenta: “En su Historia de Sarmiento es clara la elección de un modelo y un precursor. Defiende la causa defendiendo al modelo del intelectual heroico. Construye un linaje, del cual es la continuación. Quiso ser Sarmiento: escritor y presidente. Y quedó atrapado en la tensión de ver sin ser visto.”

Pese a los intentos de algunos de sus discípulos y seguidores que buscaron escindir al intelectual político del hombre de letras, Lugones decretó en 1924, en ocasión del aniversario de la Batalla de Ayacucho, “La hora de la espada”, cristalizada con su intención frustrada de erigirse como el intelectual de la dictadura iniciada el 6 de septiembre de 1930.  En el prólogo a una Antología Poética de Lugones, Jorge Luis Borges asegura: “Vencedora la revolución militar de 1930, Uriburu le ofreció la dirección de la Biblioteca Nacional, cargo que él habría honrado. Lugones lo rehusó, alegando que el amor de la patria lo había llevado a participar en la revolución y que, por consiguiente, no podía aceptar de su triunfo un beneficio personal.”  
 
Afiliado al Partido Socialista, junto con José Ingenieros, fue la pluma del periódico partidario, La Montaña. Tuvo un solo hijo, Leopoldo, creador de la picana eléctrica y jefe de la policía durante la década infame. Su nieta, Pirí Lugones, fue integrante de Montoneros, y es una de los 30 mil desaparecidos por la última dictadura genocida. Pirí solía presentarse como “nieta del poeta, hija del torturador”. En la saga de los Lugones, se reflejan el drama, los desencuentros y la violencia que atravesaron a la propia clase dominante argentina desde 1930. Desencantado con la política argentina, insatisfecho por su tarea en una biografía de Roca y sacudido por una infidelidad, Leopoldo Lugones decidió terminar con su vida en una isla del Delta, en 1938.


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