La carta de Hebe Bonafini al juez Martínez de Giorgi

Antes de que se ordenara su detención, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, le había enviado una carta al juez federal Marcelo Martínez de Giorgi en la que denunciaba que era blanco de "agresiones" y de la "burla" de la Justicia desde 1977, en plena dictadura militar.

"Desde el año 1977, más precisamente el día 8 de febrero de ese año, vengo padeciendo las agresiones de la mal llamada justicia, implementada por jueces de la Nación. En ese momento empezó mi calvario, hice 168 presentaciones por mi hijo Jorge, luego en conjunto reclame por mi otro hijo Raúl, que fue desaparecido en diciembre del mismo año, en una constante peregrinación por los juzgados, siempre padecí las mismas injusticias, las mismas agresiones. Luego en mayo de 1978, desapareció también mi nuera María Elena, nada cambio", señaló en la nota.

Bonafini señaló que se trata "siempre la misma ignominia, la misma indiferencia" y agregó: "Yo sentía como la denominada justicia era cómplice de los asesinos militares y marinos. Una justicia sin solidaridad, sin sentir por los otros, sin sufrir por ellos".

La dirigente indicó a Martínez de Giorgi que "después de un tiempo" el 25 de mayo de 2001, cuando estaba de viaje, a su hija María Alejandra "la torturaron casi hasta matarla" y allí otra vez su "peregrinación para ver si encontraba algún juez que muestre el valor de la Justicia, y que esta existía, pero otra vez la burla y la sin razón".

"Y llego el caso Schoklender, allí las madres con gran esfuerzo aportamos voluntariamente 60 cajas con pruebas, junto con 40 backup, y otros elementos más, primero a Oyarbide y después a usted, que ni siquiera leyeron algo de lo aportado", denunció. Bonafini agregó que ya asistió "a cuantas veces llamaron a declarar", que hicieron "pericias de las firmas" que constataron que no eran suyas, "siempre a disposición por la verdad", y que incluso hace unos meses asistió voluntariamente al despacho del magistrado para informarse sobre "la indigna marcha de la causa".

"Y otra vez sufrimos en carne propia la burla, que nos castiga a todas, ancianas de 85 a 90 años, y nos condena a pagar las deudas, injustas y ajenas. Las madres siempre vamos a defender los valores de solidaridad social, extender las manos a los vulnerados, por sus sueños, en este tiempo y en los que vendrán. Y vamos a luchar para que alguna vez nos enfrentemos con jueces probos que nos ayuden a sentir en nuestros cuerpos el valor de la Justicia", completó.

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