Paradise Papers confirmaron que los grandes empresarios argentinos se encuentran en la fuga de capitales

Como sucedió con los Panama Papers, las presencias locales en la nueva megafiltración de 13,4 millones de documentos secretos del mundo offshore están dominadas por representantes de la cúpula empresaria nacional.

El dueño de Pampa Energía, Edenor, Iecsa y Petrobras, Marcelo Mindlin, figura entre los archivos al frente de una offshore en las Islas Caimán que fue utilizada para adquirir activos en Argentina por 302 millones de dólares.

El presidente del Banco Hipotecario, la desarrolladora inmobiliaria IRSA y el gigante agropecuario Cresud, Eduardo Elsztain, emerge como titular de sociedades y fideicomisos en Bermudas y la Isla de Man.

Una tercera aparición corporativa es la del fundador de Mercado Libre, Marcos Galperín, que recurrió a una firma en las Islas Vírgenes Británicas para realizar inversiones agropecuarias.

Una parte de los negocios offshore del dúo Mindlin y Elzstain figura entre los Panamá Papers. Las revelaciones estuvieron a cargo de los periodistas de los diarios Perfil y La Nación que accedieron a las bases de datos administradas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

La principal fuente para las maniobras financieras y comerciales abusivas canalizadas a través de la red global de guaridas fiscales son los actores económicos privados. Las grandes compañías y sus dueños explican el 63 por ciento de los flujos financieros ilícitos mientras que el restante 37 por ciento se origina en actividades estrictamente criminales. Los flamantes Paradise Papers corroboran las estimaciones realizadas por Global Financial Integrity.

La investigación publicada ayer por la periodista Emilia Delfino en Perfil reveló que entre los Paradise Papers, la nueva megafiltración, figura la ingeniería financiera offshore diseñada para que Mindlin adquiriera en 2011 las eléctricas de San Luis (Edesal), La Rioja (Edelar) y Salta (Edesa) así como la distribuidora Eden, que operaba en el norte y el centro de la provincia de Buenos Aires. Pampa Inversiones SA en Uruguay, Inversiones Argentina I en Islas Caimán fueron las empresas montadas para la ocasión por la firma de abogados Appleby.

En el caso de Elsztain se identificaron una serie de fondos donde fue accionista como Latin America Capital Partners II LP radicado en las Bermudas y Realty Partners Master Fund LP. Ambos empresarios, Mindlin y Elsztain, aparecen vinculados al Dolphin Global Fund registrado en la Isla de Man con activos por 400 millones de dólares.

La tercera presencia es la de Galperín que figura como como uno de los beneficiarios finales de una offshore de Islas Vírgenes Británicas creada para invertir millones de dólares en una de las diez empresas de producción de granos más importantes del país: El Tejar.

La offshore Sur Capital Managers Land Investments Limited se creó el 9 de agosto de 2007. Junto al empresario que se convirtió en el abanderado de los reclamos de condiciones laboral más flexibles, el diario Perfil identificó a otros tres beneficiarios: Patricio Gómez Sabaini (director suplente de Cablevisión Holding SA en diciembre 2016 y accionista de GSC Asesores SRL); Juan Ignacio Cosentino (accionista de GSC Asesores SRL, quien figura además como director y responsable financiero de Sur Capital), y la sociedad Mendala SA.

El trío de empresarios argentinos presentes en los Paradise Papers se sumó al listado que comenzó a esbozarse una semana atrás con las presencias en guaridas fiscales de dos ministros del gobierno de Mauricio Macri: Luis Caputo, de Finanzas, y Juan José Aranguren, de Energía. No es casualidad que ambos provengan de grandes multinacionales como Deutsche Bank y Shell, respectivamente. En el registro nacional de los Paradise Papers difundido hasta el momento figuran además Antonio de la Rúa, Alan Faena, Ignacio Rosner y la minera Glencore.

La riqueza offshore de los argentinos representa entre 40 y 80 por ciento del PBI, dependiendo de las estimaciones. Argentina se ubica, en cualquier caso, dentro de los cinco países del mundo con mayor presencia en paraísos fiscales en relación a su producto.

Un estudio realizado por los especialistas de Tax Justice Network revela que la pérdida de ingresos fiscales en el país como consecuencia de las técnicas de evasión utilizadas por las grandes corporaciones asciende a 4,4 por ciento del PIB, una medida que sólo superan Zambia, Guyana, Chad, Malta, Pakistán, Islas Camorras y Guinea. Las consecuencias exceden sin embargo a la recaudación; la fuga de capitales canalizada a través mundo offshore es una fuente permanente de inestabilidad económica.  

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