Rosario: Empleados de una fábrica de calzado se movilizan para evitar el cierre

La apertura de importaciones, tarifazos y retracción del mercado interno ponen en jaque la continuidad de la fábrica de zapatos y zapatillas Wyler’s, radicada en Alcorta, localidad ubicada a unos cien kilómetros al sur de Rosario. La empresa, que tiene casi 150 trabajadores, acusó que en lo que va del año sus ventas cayeron un 40 por ciento. Desde agosto vienen pidiendo que el gobierno de Mauricio Macri revea su política económica. Ante el agravamiento de la situación, la patronal abrió retiros voluntarios. Los operarios realizarán hoy a la mañana una movilización en la plaza del pueblo para concientizar a la comunidad del complejo escenario laboral y productivo que les toca vivir.

Wyler’s es un caso testigo de los duros golpes que recibe la industria nacional a partir de decisiones de política económica tomadas por el gobierno de Cambiemos. Esta fábrica de calzado argentino, que tiempo atrás tecnificó su planta para mejorar la calidad de su mercadería, trabaja para grandes marcas, como Grimoldi y Lady Stork, entre otras. Aunque desde hace varios meses su producción está en declive, como ocurre con pymes de otros rubros a lo largo y ancho del país.

En lo que va de 2016, la importación de calzados creció en un 36% si se la coteja con igual lapso de 2015. Según el Observatorio de Importaciones que depende del Ministerio de la Producción y de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), entraron en total 20.680.254 pares.

Gerardo Cucco, propietario de Wyler’s SRL, mantuvo reuniones con el ministro de la Producción nacional, Francisco Cabrera, y otros funcionarios, donde expuso los problemas que atraviesa la fábrica de Alcorta, pueblo de unos 8 mil habitantes, cuna de la rebelión agraria de 1912 que trascendió a la historia como Grito de Alcorta. El viernes pasado los directivos de la empresa resolvieron abrir retiros voluntarios, y unos 40 empleados ya manifestaron la intención de irse. “La idea del propietario es hacer retiros voluntarios y no despidos, para poder volverlos a tomar en caso que repunte la actividad”, indicaron fuentes consultadas por este diario.

Reclamo a la carta

A fines de agosto el caso salió a la luz, incluso llegó a medios nacionales, después de la conmovedora carta que los trabajadores de Wyler’s enviaron al presidente Macri, “sin ninguna bandera política más que la necesidad de que escuche a un pueblo que está padeciendo medidas económicas devastadoras”.

“… esta empresa está viendo caer su producción con las políticas de libre importación, variaciones en el tipo de cambio, sumado a los sucesivos aumentos de los servicios, aumentos que no se han visto reflejados de la misma manera en el salario de ningún trabajador”, se lee en la misiva. “Como parte del proceso productivo de esta empresa nos preocupa la posible falta de trabajo que podemos llegar a padecer en algunos meses debido a la entrada de calzado del exterior a un precio donde sería imposible competir, donde el mercado local va decayendo en producción y más aún en ventas”, se quejaron los empleados de Wyler’s en la carta, donde resaltan que la empresa “se ve amenazada por el cambio de algunas leyes de importación, tarifazos e incertidumbre económica que atraviesa el país”.

La industria del calzado pide medidas de protección y ata la caída de la producción a la baja en los niveles de consumo de la gente. La actual coyuntura choca de frente con el latiguillo de la “pesada herencia”, ya que en 2015 el sector produjo 125 millones de pares, “un récord histórico”, según consideró la Cámara de la Industria del Calzado.(elciudadano)

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