Corrupción en el SOMU: La intervención nombró hasta una bailarina de fiestas privadas

Entre febrero de 2016 y abril de 2017, la intervención a cargo del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), por delegación del juez federal Rodolfo Canicoba Corral y bajo órdenes del ministro Jorge Triaca, contrató a 172 personas según documentación de la AFIP a la que accedió el diario Perfil.

Esta cifra parcial, porque solo abarca la primera etapa de la intervención, muestra el alcance que tuvo el manejo de contratos que esta semana se convirtió en escándalo al conocerse el caso de Sandra Heredia, la empleada de la familia Triaca, que dividía su tiempo entre la quinta del ministro y el trabajo en el gremio.

Entre los 172 nombres relevados por ese diario aparecen ex empleados de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires y Santa Fe, de la Tesorería de la Provincia y el Renatre, entre otros organismos públicos provinciales y municipales.

"Esto marca un claro indicio de que el SOMU se convirtió en una agencia de contrataciones públicas más, a tono con una modalidad que tanto se criticó cuando el actual partido de gobierno estaba en la oposición. En este caso, se hace con los fondos, no ya del Estado, sino de los afiliados de un gremio envuelto en un vendaval por las denuncias y procesos judiciales contra su ex secretario general, Omar “Caballo” Suárez", señala la publicación.

También aparecen en la lista de los contratados apellidos conocidos en el ambiente judicial, como el caso de un familiar del abogado Maximiliano Rusconi.

En San Fernando, donde Heredia era interventora delegada, otra de las empleadas es una joven bailarina de fiestas privadas.

"Según Heredia, fue puesta ahí a partir de su relación con el actual diputado bonaerense y ex subsecretario de Políticas de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Gustavo Vélez", relata una nota publicada en Perfil en base a declaraciones en el sitio Opi Santa Cruz.

“La conoció en la reunión (una especie de fiesta en homenaje a Miguel del Sel) y la citó en el Ministerio para ofrecerle trabajo como secretaria”, explicó Heredia a Opi Santa Cruz. “Después le ofreció otro trabajo”, profundizó. Y remató: “Jorge la mandó al SOMU para que la piba no hablara”.

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