Elecciones desdobladas: “Macri es una mochila, incluso para Cambiemos” dijo Axel Kicillof

El diputado nacional kirchnerista apuesta a la unidad para las elecciones pero advierte que el único límite es "actuar como opositor". Celebra los últimos movimientos de Massa y dice que su espacio maduró en estos años y por eso se acercaron dirigentes que se habían alejado. La candidatura de Cristina y el desafío de ser candidato a gobernador.

En tiempos de focus group, encuestas, analistas y pronósticos, Axel Kicillof asegura que el verdadero termómetro electoral está en la calle. Por eso, durante su estadía en Mar del Plata aprovechó para caminar por la costa y hablar con la gente. Y a siete meses de las elecciones primarias y con un panorama incierto, el ex ministro de Economía se entusiasma al decir que “la medida más importante es la popularidad y la simpatía que hay, y eso se ve en la calle”.

También, como miembro de la oposición, sabe que hay una ardua lucha para conformar un frente electoral. Y repite que las puertas están abiertas: “No tenemos ningún límite, sólo que sean opositores”, advirtió en un mano a mano con LA CAPITAL. Además, contó que lo seduce la idea de ser candidato a gobernador. También celebró los últimos movimientos de Sergio Massa y dijo que el kirchnerismo hizo autocrítica, maduró y por eso se volvieron a acercar algunos dirigentes.

Kicillof encabezó, junto a la diputada marplatense Fernanda Raverta y Leopoldo Moreau, un numeroso acto en la peatonal San Martín. También recorrió la ciudad y se reunió con miembros del sector productivo.

-¿Cómo está Unidad Ciudadana hoy?

– Hemos trabajado intensamente en muchos distritos. En Mar del Plata se ha hecho un trabajo enorme con Fernanda Raverta como articuladora, para unificar primero a los sectores sociales. Lo nuestro no es una cuestión que pone eje sólo en la dirigencia política y en la boleta. Es una cuestión de articular a todos los sectores que sufren estas políticas. Es necesario mostrar que son víctimas de una misma política y eso es lo que nosotros llamamos unidad.

– ¿Hay que lograr la unidad de la oposición?

– La primera unidad tiene que ser de todos los sectores agredidos, olvidados y ninguneados por el neoliberalismo, Vidal y Macri. El segundo paso es hacer un frente político y después, un frente electoral que puede tener alianzas y después definir las candidaturas. Unidad Ciudadana es parte de esa construcción. Dirigentes que estaban alejados ahora caminan al lado nuestro. La estrategia del Gobierno es dividir y hoy hay muy pocos dirigentes que no forman parte de este frente y todavía coquetean a la mañana con ser oficialismo y a la tarde critican al Gobierno por TV.

– ¿En esa alianza hay lugar para todos?



– Nosotros nunca vamos a presentar exclusiones ni vetos. Eso sí: para ser parte de una alianza opositora, primero hay que ser opositor. Eso es una decisión de cada dirigente. Si le votan todas las leyes a Macri… La conformación del frente opositor tiene una prueba previa. Algunos tienen como excusa vetar a algún otro dirigente. Hoy la sociedad pide otra cosa. Que construyamos algo sólido, amplio y que permita ganar las elecciones. Primero que sean opositores y después no querer ser la cabeza cuando las encuestas muestran otra cosa. Tenemos que buscar a los mejores candidatos, no tenemos ningún límite, solo que sean opositores.

– ¿Alternativa Federal se muestra como una fuerza opositora?

– Con Fernanda (Raverta) somos diputados y sufrimos la extraña paradoja de que la oposición es mayoría pero siempre perdemos en la votaciones. Hay una parte de la oposición que vota junto al Gobierno. Nosotros esperamos que si quieren estar en la misma boleta, se tomen el trabajo y los riesgos para hoy tomar medidas en el Congreso y en todos los marcos institucionales para votar todos juntos a favor de los sectores que están sufriendo. Que no especulen hasta el momento de armar la boleta.

– La diferencia de intención de voto entre Cristina y el resto de los opositores es grande. ¿El camino a su candidatura es inevitable?

– Si uno se deja llevar por las encuestas y la calle, más allá del furibundo ataque que hubo contra su figura y las operaciones de todo tipo, Cristina ha mostrado su capacidad de resistir todo esto y también muestra que esa formación de opinión e información no es todo. Si es inevitable, depende de la decisión de ella. Lo ha dicho con todas las letras: ‘Si soy un obstáculo para la unidad no voy a anteponer mis aspiraciones’. Esa es la actitud que deberían tener dirigentes que miden muy poquito pero que quieren encabezar. Tampoco podemos desconocer lo que la sociedad está pidiendo. Veremos cuál es el armado más inteligente y más sincero para representar la necesidad de los votantes.

-Desde algunos sectores dicen que la candidatura de Cristina es funcional al Gobierno. ¿Es algo que se instaló o tiene visos de realidad?

– Hay un trabajo muy fuerte de parte del Gobierno y sus comunicadores y a veces se hace eco parte de la oposición, que trae todas las discusiones para adelante y parece que buscaran a propósito la división. Nosotros no hemos planteado quiénes son los candidatos. Planteamos que primero queremos armar un frente y acordar y consensuar con todos los sectores. A veces, he escuchado que Cristina mide 40% pero que jamás podría llegar a medir 42%. Y un dirigente que mide 5%, puede medir, 50%. Yo, que me formé en la economía, no entiendo el razonamiento. Nosotros no nos metemos en esas especulaciones. Representamos objetivos, ideales y convicciones. Y después buscaremos los mejores nombres y mujeres para representar eso y no va a ser algo que vamos a discutir en un cuarto cerrado. Veremos qué quiere la sociedad.

– ¿Por qué crees que a pesar de los indicadores, el Gobierno mantiene una intención de voto respetable, según las encuestas?

– Un Gobierno que ganó la elección en balotaje, por una diferencia mínima, generó muchas expectativas en base a una estafa electoral. El problema no es que Macri no haya cumplido las promesas. El problema es que eran todas mentiras. El Gobierno trató de encubrir los errores y a esta altura fracasó. Falta mucho para las elecciones y todos saben que medir intención de voto, no es representativo. La medida importante es la popularidad y la simpatía que hay y eso se ve en la calle. Creo que le perdieron la confianza al Gobierno y no lo volverían a votar. Eso pone la discusión del lado de la oposición. Más que basarme en las encuestas veo el termómetro de la angustia y la decepción que hay en todos lados.

– ¿Te seduce la idea de ser candidato a gobernador?

– He asumido desafíos enormes. En el Ministerio de Economía, en un momento complejo del mundo y del país. Cuanto más grande es el desafío, más me seduce. Y si además, hay una fuerza política que considera que eso es conveniente y si quien conduce nuestro espacio, que es Cristina, lo avala, esos desafíos me gustan. Pero el problema no es cuál es mi deseo. Hoy mi trabajo junto a todos los compañeros es construir un gran frente político y después ver cuáles son las mejores candidaturas. Anteponer el deseo personal no sirve para sumar.

– En estos años como oposición, ¿el kirchnerismo creció, decreció o se mantuvo?

– Había un cantito que era ‘vamos a volver’. Yo estaba en un acto, en diciembre de 2015, y cuando lo cantaron dije: “Sí, mejores”. Esto de volver mejores tiene que ver con que nosotros también siendo un gobierno de 12 años hay cosas que no terminamos de ver o de escuchar. Nos faltó comunicarnos con muchos sectores. No quiero echarles la culpa a los medios o a las campañas, porque uno estando en el Gobierno o en la oposición, se puede quejar de algo y tiene la responsabilidad de saber comunicarlo. Y hoy me parece que nosotros estamos haciendo esa autocrítica. Es una madurez que hemos tenido este tiempo. Y esos dirigentes que se han vuelto a acercar, muestran que es una cuestión mutua. Hubo un cortocircuito con algunos sectores, como el sindicalismo, que no sirvió. Eso no puede volver a pasar y eso también es volver mejores. Es un aprendizaje. Es una maduración para todos los sectores. Tal vez se aprendió de una forma dolorosa. Nosotros nos hacemos cargo de lo que hicimos mal. Necesitamos que todos lo hagan.

– Pablo Moyano dijo que una buena fórmula sería Cristina presidenta, Massa gobernador. ¿Es viable?

– Creo que los dirigentes políticos, incluyo a Massa, están tomando las decisiones respecto a cómo pararse con el Gobierno. Massa al principio lo acompañó a Macri. Después ese proyecto de la ancha avenida no funcionó. Yo no vengo a pasar factura. Pero todos los dirigentes políticos tienen que definir si son claramente opositores, porque es lo que está pidiendo la sociedad.

– ¿Massa ya lo definió?

– Últimamente lo veo mucho más decidido y yo lo festejo. También esperaría ver al Frente Renovador, Alternativa Federal, votando como opositores en el Parlamento. Espero que antes de ver cómo hacemos la ingeniería electoral nos podamos mostrar como un gran frente opositor. Nosotros no le vamos a cerrar la puerta a nadie. También después hay que gobernar con ideas parecidas, tampoco es cuestión de hacer un rejunte que después tenga problemas. Hoy les abrimos las puertas a todos los dirigentes que quieran expresar lo que se ve en a calle. Hay sectores que a nosotros no nos votaron. Entre maestros, empresarios y jubilados hubo muchos votos a Cambiemos. Necesitamos darle una salida a eso, escucharlos y buscar las alternativas más potentes.

“La gestión económica es un desastre”

Axel Kicillof criticó con dureza la gestión económica del gobierno y aseguró que el actual va ser un año “pésimo” en ese aspecto.

-¿Cuál es la perspectiva económica para el 2019, y qué incidencia pueden tener las elecciones?

– El año es inflacionario y recesivo en el pronóstico más optimista que es el del propio Macri. Entra al último año de gobierno reconociendo que de los cuatro años, va a haber crecido sólo en uno, y poco. Y entra reconociendo que va a totalizar una inflación cercana al 200%. La gestión ya está jugada, es espantosa. Va a ser un año pésimo. El plan electoral y de marketing que han armado es parecido al de 2017: tratar de inyectar plata, créditos. Mentiras. Para las últimas elecciones dieron 5 millones de créditos. A nosotros nos hubieran dicho de todo. También van a tratar de estabilizar como sea el tipo de cambio porque a los golpes aprendieron que la devaluación se va a precios, algo que negaron toda la vida. Es un plan económico que fracasó en su propio término.

– ¿Hay riesgo de default o hiperinflación?

-Se ha instalado el dispositivo. Este gobierno emitió en tres años el récord argentino y mundial de deuda: 200 mil millones. Ha generado un riesgo financiero que no existía. Hubo otros ciclos de fuerte endeudamiento como el de la dictadura y el de Cavallo. Pero aún ahí no había sido tal el despilfarro. La gestión económica ha sido un desastre. La de Macri y la de Vidal. Vidal se ocupa de salvarle las papas a Macri. Sería así: Macri te corta la cabeza y aparece Vidal con una curita.

Elecciones desdobladas: “Macri es una mochila, incluso para Cambiemos”

El ex ministro de economía y actual diputado, Axel Kicillof, consideró que el posible desdoblamiento de las elecciones refleja “la debilidad del gobierno”.

“La principal figura que conserva popularidad que es Vidal, cae en imagen porque obviamente la sociedad la identifica como socia y cómplice de lo que está pasando. Es muy difícil el intento de marketing de separarla de Macri”, opinó.

“Si ella- continuó- quiere desdoblar es porque no quiere una boleta que no tenga el nombre de Macri. O sea que Macri es una mochila, incluso para la propia alianza Cambiemos, Es una debilidad enorme”.

En la misma línea, Kicillof, afirmó que se trata de “una cuestión especulativa”. “Con los dramas que hay hoy en la Argentina, hacer una inversión para que Vidal tenga su elección despegada de Macri, me parece también una falta de respeto”. “Además, es una deslealtad muy grande de parte de la gobernadora”, subrayó.(La Capital)

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