Debate presidencial: Qué vamos a escuchar de los candidatos

Este domingo por la noche se realizará el primero de los debates presidenciales obligatorios a solo dos semanas de las elecciones nacionales y en medio de un marco complejo en cuanto a lo económico y a lo social. Aquí un análisis de los posibles discursos que circularán entre los seis candidatos.

Alberto Fernández llega al debate con un fuerte apoyo electoral en las primarias con una idea muy definida de su plataforma, distanciada del cristinismo y mucho más cercana al nestorismo. Se espera que haga un uso intensivo de las palabras “crisis”, “inflación”, “persecución”, “deuda”, “desempleo”, “pobreza” y “hambre” para atacar al macrismo. Su apertura política le permitirá identificarse con facilidad con el “peronismo” y el “alfonsinismo”.

Alberto también ha dado muestras de acercamiento a las ideas del feminismo y al lenguaje inclusivo. Hablará de todos, de todas, y tal vez un “todes” (como ocurrió en el Nacional Buenos Aires este jueves). Con eso demostrará que su oferta política está basada en los valores de la política nacional-popular tradicional y, a su vez, está orientada hacia el futuro. Evitará usar la palabra “kirchnerismo”. De todas formas no faltará su agradecimiento a Cristina, su compañera de fórmula, al final del debate. La idea de “volver a poner a la Argentina de pie” implica también mantener en pie ese 47% que acompañó la fórmula Fernández-Fernández el 11 de agosto pasado.

Por otro lado, Mauricio Macri, en busca de su reelección, llega al debate muy golpeado por el resultado electoral adverso en las últimas primarias. Y, por sobre todo, llega arrastrando cuatro años de gestión que han hundido al pueblo argentino en una de las crisis económicas más profundas desde el regreso a la democracia. Como candidato, reforzará su idea de “futuro” y de “no regresar al pasado”. No es del todo aventurero decir que en algún momento perderá el hilo del discurso, por la prohibición de llevar cualquier tipo de notas. En ese momento recurrirá a las palabras “juntos”, “podemos”, “futuro”, “república”, “sí se puede”, o a alguna de todas esas palabras que lo han acompañado en su caravana por el territorio argentino. La idea oculta es que “sí se puede” al menos mantener el 32% que ha votado la fórmula Macri-Pichetto, y que la derrota no sea todavía más apabullante.

El alto nivel de polarización en las elecciones primarias ha impedido que los otros cuatro candidatos sumen, en conjunto, el 16% de los votos. Roberto Lavagna, de Consenso Federal, se dirigirá a Mauricio Macri y a Alberto Fernández como los dos extremos fatales para el futuro de la República Argentina. Se presentará como el mejor ministro de Economía de la historia de la democracia y elogiará la “juventud” de su compañero de fórmula, el actual gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey. Insistirá con que representan la “tercera fuerza electoral”. Evitará usar la frase “avenida del medio”, porque resultó ser apenas una callejuela del 8%.

José Luis Espert, por su parte, seguirá con sus ideas de fracaso de todos los gobiernos anteriores. No escatimará críticas contra Alfonsín, Menem, De la Rúa, los Kirchner y Macri. Aunque puede sorprendernos con algún coqueteo explícito al mencionar al actual jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Su palabra repetida será “libertad” en cuanto a los derechos individuales, a la expansión del mercado, y a la reducción de la presencia estatal. El Frente Despertar parece despertar el impulso de la derecha más extrema que todavía circula en ciertos grupos de la sociedad argentina.

El ultraconservadurismo también estará representado en el debate presidencial por el candidato Juan José Gómez Centurión, del Frente Nos. Resultará extraño escucharlo hablar por fuera del discurso “cien por ciento provida”, “cien por ciento profamilia”. Porque su eje de campaña ha estado centrado en los valores, en Dios, en la Patria. Y su target ha sido la “oleada celeste” tanto católica como evangélica -representada por su compañera de fórmula Cynthia Hotton- que cosechó el 2% de los votos. Sigue siendo un misterio qué respuestas propondrá el excarapintada a los problemas cotidianos de los argentinas y argentinas.

Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, es el único candidato que ya compartió debate presidencial con Mauricio Macri. Cuatro años después, la discusión seguirá siendo la misma: críticas al macrismo y críticas al kirchnerismo. Y las palabras más usadas: “FMI”, “deuda”, “que la paguen ellos”, “trabajadores”, “trabajadoras”, “mujeres” y “aborto”. Será el mismo discurso que le permitió superar apenas el 3% en las presidenciales de 2015.(Ariel Mulki/Infonews)

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