Elisa Carrió acusó al diputado del PRO Álvaro González de pactar con el kirchnerismo para proteger a Malcorra

Elisa Carrió pidió una cuestión de privilegio en la sesión de Diputados en repudio a un acuerdo secreto entre el diputado del PRO Álvaro González y el kirchnerista Guillermo Carmona, para limitar las preguntas a Susana Malcorra, cuando visitó la Cámara el 1 de junio.

Malcorra fue a la Comisión de Relaciones Exteriores, presidida por Carrió, quien le permitió a cada bloque consultarla sobre el plan de política exterior del Gobierno.

Pero esta tarde, de causalidad, la chaqueña se supo que antes de garantizar su asistencia, González debió garantizarle a Malcorra que Carmona no consultarla sobre la denuncia en su contra que hay en la ONU, por supuesta complicidad con el ocultamiento de explotación y abuso sexual de menores por parte de las fuerzas de mantenimiento de paz en África.

El misterioso pacto se conoció en plena sesión, cuando Néstor Pitrola, del Frente de Izquierda, pidió la renuncia de Malcorra por las denuncias  de abuso sexual a 23 niños "corroborado por Anders Kompass, quien fuera suspendido en ejercicio de Malcorra como Jefa de Gabinete de la ONU como represalia al informe por él presentado”, denunció.

Carmona no pudo hablar y cuando lo hizo fue para pedir una cuestión de privilegio contra el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, por no haberlo dejado despotricar a la candidata a presidir la ONU.

Luego pidió la palabra Negri. “La tuvieron tres horas en la Comisión de Relaciones Exteriores y no se animaron a preguntarle. Te recomiendo que hagas el duelo de ser oposición”, lo chicaneó.

Y no fue una buena idea. Carmona se levantó de su banca y empezó a contar infidencias a los gritos. “¡Pero si me pediste que no le preguntara vos y Álvaro González!”, se exaltó.

Carrió paró la oreja y pronto supo que había presidido una reunión con la Canciller guionada y no justamente por ella.

“En 20 años no participé de ningún acuerdo de silencio. Que sepa toda la Cámara que la que ha sido agraviada es la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores y todos sus miembros”, se quejó la chaqueña y se fue del recinto.

“No me voy por ustedes sino por ellos”, le aclaró a varios kirchneristas al pasar. La historia parece seguir.