Garrigós de Rébori, defendió la pericia del Cuerpo Médico Forense que planteó la hipótesis del suicidio de Nisman

La presidenta de la Cámara de Casación Penal y jefa de la agrupación Justicia Legítima, María Laura Garrigós de Rébori, defendió hoy la pericia del Cuerpo Médico Forense que planteó la hipótesis del suicidio del fiscal Alberto Nisman, al afirmar que lo hizo a través de un informe "sumamente consistente" y "muy bien fundado".

La magistrada también destacó que "los peritos forenses son reconocidos a lo largo y ancho del país y en la región" ya que "son requeridos para trabajos en toda Latinoamérica" y enfatizó que "es una dependencia de la Corte Suprema de la Nación", aunque el máximo tribunal buscó despegarse de la pericia a través de un comunicado.

Además, desestimó la hipótesis de homicidio a la que arribó el nuevo informe difundido por Gendarmería, al plantear que "si a Nisman lo mataron dos personas, ¿por qué lo hicieron adentro del baño, que era tan incómodo, por qué no lo hicieron en el dormitorio?".

En diálogo con radio 10, Garrigós de Rébori recordó que la pericia realizada el año pasado "no acreditaba la hipótesis homicida y eso me pareció perfectamente razonable" porque se hizo a través "de un informe sumamente consiste y muy bien fundado".

La jueza insistió en que "los peritos del Cuerpo Médico Forense son gente muy reconocida", al tiempo que afirmó que "aunque no hay reglas para un suicidio", "si yo quiero simularlo, puedo hacerlo con una persona acostada en su cama, no se entiende por qué hicieron tanto".

En cuanto al comunicado de la Corte Suprema en el que se despegó de la pericia del Cuerpo Médico Forense, opinó que desde el máximo tribunal "han querido decir que son independientes de esto, no tomamos partido, porque si eventualmente llega a la Corte el tema, van a tener que decidir quién tiene razón, una pericia o la otra".

Garrigós de Rébori también criticó que "cuando se hizo la anterior pericia, el decano del Cuerpo Médico Forense (Roberto Godoy), cuando la tuvo, se la llevó al presidente de la Corte (Ricardo Lorenzetti) en vez de llevársela al juez de la causa", lo que consideró "una desprolijidad".

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