Rosario: Reclaman por la teminación de la obra de restauración al Monumento a la Bandera

Las obras en el Monumento a la Bandera avanzan muy lentamente. Según el pliego original hace un mes deberían estar terminados los trabajos. El concejal del Frente Progresista Pablo Javkin avivó la polémica que desde hace bastante tiempo se desató entre el municipio y el gobierno nacional, que tiene a su cargo el 70 por ciento de los fondos para esta obra. “Si fuera en el Obelisco, estoy seguro de que ya estarían terminadas”, apuntó el edil.

Las obras de restauración del Monumento a la Bandera quedaron teñidas por la controversia desde el vamos. Lo primero que hizo ruido fue su adjudicación a la desarrolladora Creaurban, que Angelo y Fabio Calcaterra le habían comprado –junto con Iecsa– a la familia Macri en 2007 para vendérsela el año pasado a Marcelo Mindlin, dueño a su vez de dos energéticas de explosivo crecimiento durante la administración Cambiemos: Edenor y Pampa Energía. Y también por los reiterados retrasos. De hecho en los pliegos estaba previsto que estuviera listo en setiembre pasado.

En diálogo con Radiópolis (Radio 2), Pablo Javkin consideró que “este tema más que una cuestión política, es una obra que debió ser terminada en 18 meses; hace un mes debió haberse terminado”. Y dijo que la obra fue adjudicada al empresario Ángelo Calacaterra y que después esa empresa se vendió en teoría. “Después también hubo algunas fallas técnicas en las obras, según informaron”.

El concejal rosarino también se refirió a “algunas cuestiones que se hicieron que no estaban en el pliego, como por ejemplo el hidrolavado de la torre, que demoró todo. Lo que costaba la reparación, según el pliego, era 9 millones de dólares”, destacó Javkin. Y recordó que “la obra era desmontar las placas, impermeabilizar, y volverlas a colocar”.

El edil oficialista indicó que “no hay ritmo de obra ni nada por el estilo. A simple vista se pueden ver algunos lugares en los que se está trabajando y otras partes en las que no se está haciendo nada; faltan placas”.

Y luego sentenció: “Estoy convencido de que si esto sucediera en el obelisco no se daría esta situación”. Javkin señaló: “A mi entender estamos en el 40 por ciento de avance de la obra”. Y subrayó que “el plazo de entrega no se cumplió ni se va a cumplir”.

El edil reconoció que en la Municipalidad “se está pensando en rescindir el contrato, pedir la restitución del dinero y volver a hacerla”.

No obstante, Javkin reconoció que hubo gestiones de representantes locales de Cambiemos para lograr el avance de la obra: “Ha habido recorridas sobre la obra, me consta que gestiones ha habido y que se efectuaron pagos que estaban demorados”, admitió.

“Tenemos que avanzar sobre qué vamos a hacer con el Monumento, porque todo indica que va a quedar así y no podemos ni siquiera hacer los actos del 20 de Junio ahí”.

La refacción del Monumento Nacional a la Bandera generó polémica desde un principio. Es que las tareas son llevadas a cabo por la empresa Creaurban SA, una de las firmas constructoras del empresario Ángelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri. Creaurban es una de las empresas del Grupo ODS, y perteneció al grupo Socma de Franco Macri, padre del actual presidente, quien se desprendió de la firma el mismo día en que su hijo lanzó la candidatura a jefe de gobierno. Claro que el comprador fue su sobrino Ángelo. Luego la vendieron a Marcelo Mindlin, dueño a su vez de dos energéticas de explosivo crecimiento durante la administración Cambiemos: Edenor y Pampa Energía.

El detalle de que el titular de la empresa es el primo del presidente había generado polémica en el Concejo.  Apenas unos días después de la apertura de sobres, la edila del bloque Unidos y Organizados, Marina Magnani, puso sobre un manto de duda el hecho de que la oferta más baja en la licitación fuese la presentada por Creaurban, que nunca había trabajado en Rosario.

En su hora, Magnani consideró que resultaba “al menos sospechoso que una empresa sin radicación en la ciudad pueda generar la infraestructura necesaria para realizar las obras comprometidas, a un precio inferior que las empresas locales”. “Lo que resulta inadmisible es que realicen una licitación hecha a medida de la familia presidencial utilizando el símbolo de la soberanía nacional, otra muestra más de desprecio por la Patria, y un segundo agravio al Monumento a la Bandera”, concluyó meses atrás.

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