19 de octubre: Día Mundial contra el Cáncer de mama

La Organización Mundial de la Salud (OMS), instala el día 19 de octubre como el día en que todos los Gobiernos en el ámbito internacional centran su atención en actividades destinadas a la promoción de los controles de rutina para la detección precoz del cáncer de mama, como única medida que promueve la oportunidad de tener diagnóstico y tratamientos eficaces y eficientes, además de incentivar a trabajar intensamente en la prevención primaria.

El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres, y el que causa mayor mortalidad. En el 2012, más de 408.000 mujeres fueron diagnosticadas de cáncer de mama en las Américas, y 92.000 fallecieron a causa de esta enfermedad (OPS/OMS, 2016). El cáncer de mama implica para la Argentina 19386 casos nuevos y 5645 muertes por año. Estas cifras lo ubican como la primera causa tumoral de muerte y enfermedad. La mortalidad por cáncer de mama en la Argentina ha disminuido en forma sostenida y estadísticamente significativa; a un ritmo de 0,8 % anual en el periodo 2000-2011 y 2.1 % anual entre 2012 y 2014. En el año 2014 la tasa provincial de mortalidad por cáncer de mama más elevada se registró en La Pampa (22,42 x 100.000 mujeres). A nivel nacional la tasa de mortalidad bruta fue de 25,95 y la estandarizada por edad según población mundial de 17,76 por 100.000 mujeres. (INC, 2016)

Factores de riesgo y prevención

Si bien se conocen varios factores de riesgo asociados al cáncer de mama, muchas veces no es posible identificar factores de riesgo específicos en las afectadas. El más relacionado es la edad. Aunque puede padecerse a cualquier edad, el rango etareo donde se registra mayor diagnostico y mortalidad es entre los 50 y 75 años.

Los antecedentes familiares de cáncer de mama y/o de ovario multiplican el riesgo entre 2 y 3 veces. Se conocen mutaciones de genes en particular que implican un riesgo elevado de cáncer de mama.

Los factores reproductivos asociados a una exposición prolongada a estrógenos endógenos, como una menarquia precoz, una menopausia tardía y una edad madura cuando el primer parto, figuran entre los factores de riesgo más importantes del cáncer de mama. Las hormonas exógenas también conllevan un mayor riesgo de cáncer de mama, por lo que las usuarias de anticonceptivos orales y de tratamientos de sustitución hormonal tienen más riesgo que las mujeres que no usan esos productos. La lactancia materna tiene un efecto protector.

Existen además factores modificables que han demostrado sumar a la mortalidad por esta enfermedad, como el sobrepeso y la obesidad, consumo de alcohol y tabaco y sedentarismo.

Prevenir el cáncer de mama significa disminuir o eliminar la exposición de la mujer a factores de riesgo de forma tal de reducir las posibilidades de desarrollar cáncer de mama. La adherencia a estilos de vida saludable es una forma de actuar de modo preventivo: no fumar, evitar el consumo de grasas, realizar actividad física, moderar el consumo de alcohol. La exposición excesiva a la radiación ionizante (rayos x) también aumenta el riesgo de tener cáncer de mama.

Diagnóstico y tratamiento precoz

El método diagnostico por excelencia es la mamografía. En algunos casos la ecografía mamaria puede utilizarse como alternativa en mujeres más jóvenes o complementaria a los hallazgos mamográficos. Hay una inclinación actual al estudio complementario con Resonancia Magnética, ya que tiene mejores posibilidades de hallar tumores más pequeños.

Examen clínico y auto examen de los senos

La investigación no ha mostrado un beneficio claro de los exámenes físicos de los senos realizados por un profesional de la salud o por la paciente misma con el propósito de detectar el cáncer de seno. Hay muy poca evidencia que indique que estos exámenes ayudan a encontrar tempranamente el cáncer de seno cuando las mujeres también se hacen mamografías de detección. Debido a esto, no se recomienda hacer periódicamente el examen clínico ni el auto examen de los senos. Sí algunas autoridades recomiendan el examen clínico anual por el profesional médico en mujeres en edad de realizarse la mamografía, la cual se aplica a las guías de nuestro país. No obstante, toda mujer debe familiarizarse con la manera natural en que lucen y se sienten sus senos e informar inmediatamente a su médico cualquier cambio que note en ellos.

Mamografía

Diferentes organizaciones han analizado las evidencias, los riesgos y los beneficios en torno a la mamografía y han elaborado recomendaciones distintas respecto a las pruebas de detección. Las decisiones acerca de someterse a los exámenes de detección del cáncer de mama se vuelven cada vez más individuales. Es importante que cada mujer hable con su médico acerca de la frecuencia con la que debe someterse a los exámenes de detección y qué exámenes son los más apropiados.

El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los EE. UU. (U.S. Preventive Services Task Force, USPSTF) recomienda que las mujeres de 50 a 74 años se sometan a una mamografía cada 2 años. Aconsejan considerar la mamografía en mujeres de 40 a 49 años después de haber evaluado los riesgos y beneficios de esta prueba con un médico. A esta recomendación se adhiere el Instituto nacional del Cáncer del Ministerio de Salud de la Nación, con límite hasta los 70 años.

La controversia sobre la mamografía de detección se relaciona con la capacidad de detección temprana para reducir la cantidad de muertes por cáncer de mama. Los cánceres de mama que se detectan mediante una mamografía, generalmente, son pequeños. Por el contrario, los cánceres agresivos de crecimiento rápido se encuentran con más frecuencia entre una mamografía de detección y otra. También se encuentran con más frecuencia en mujeres jóvenes.

Fuentes

Guías de la Sociedad Americana Contra el cáncer para la detección temprana del cáncer de seno; Sociedad Americana del Cáncer
Sociedad Americana de Oncología Clínica
Instituto Nacional del Cáncer, Ministerio de Salud de la Nación. Manual operativo de evaluación clínica mamaria, 2017
OPS/OMS

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