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Milagro Sala: Cuando las ideas se penalizan (Por Laura E. García)

Desde el pasado 16 de enero, la dirigente Milagro Sala, está detenida por tumulto e incitación al delito. Concretamente, el hecho por el que se la acusa es una contravención. Por lo tanto, no puede estar detenida más de 12 horas. Sin embargo, todavía sigue privada de su libertad, y por si fuera poco, fue trasladada a un Penal de Mujeres en Alto Comedero. 

No se puede dejar pasar la gravedad de este hecho, ya que Sala está en la cárcel por ejercer el derecho constitucional de protesta, contemplado en la Constitución Nacional como forma de libertad de expresión en sus artículos 14 y 32. 

Lamentablemente es otro paso atrás que en pleno 2016, con avances en materia de Derechos Humanos, nos toque hablar de una presa política en la Argentina. Sobre todo, cuando el Presidente, Mauricio Macri, denuncia que Venezuela realiza la misma práctica con los opositores al chavismo.

Para entender mejor el asunto, la líder de Tupac Amaru está detenida por un hecho excarcelable. Mientras permanece presa por “tumulto e incitación al delito”, se la acusa de supuesta malversación de fondos públicos y una asociación ilícita. También se la quiere asociar con el narcotráfico. “En breve se la va querer vincular con el ISIS”, declaró recientemente su abogada. Si todas estás acusaciones son ciertas, hay procesos legales a seguir, como presentar pruebas, y que tenga un juicio justo. 

No se trata de ideologías políticas; si se está de acuerdo o no con la agrupación Tuapac Amaru. Se trata de una violación a los derechos de esta dirigente jujeña. Hoy es ella, pero es un llamado de atención para la sociedad argentina. El derecho a manifestar, a actuar y pensar distinto se debe respetar, porque vivimos en democracia, por lo cual debemos exigir la liberación de Milagro Sala y el cese de represión en las manifestaciones.

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