Daniel Rosato de IPA: «Advertimos que la crisis iba a generar cierre de fábricas y pérdida de empleo»

El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, afirmó que las consecuencias del modelo económico que aplica el Gobierno se están registrando en la caída del empleo, el cierre de fábricas y un consumo deprimido que cierra el círculo vicioso de una actividad económica con mayoría de sectores perdedores, entre los que está la industria que no para de caer. Y alertó que, de continuar la ausencia de un diálogo, que debería frenar con políticas activas el derrumbe fabril, lo que sucederá en los primeros meses del 2026 será la destrucción total del tejido social.
"Estamos viendo en las fábricas Pymes un clima de resignación absoluta. Eso tendrá una consecuencia peligrosa para el país, porque lo último que puede perderse es la esperanza. Lo hemos visto en las caras de las personas despedidas por los últimos cierres de fábricas grandes, pero que se repite a diario en distintos lugares de trabajo. No hay crédito, no hay incentivo para producir nacionalmente, no somos competitivos con el mundo y menos con China. Si esto no se revierte, es porque estamos ante el gobierno más anti industria de la historia argentina", sostuvo Rosato.
El referente de las Pymes lamentó que las advertencias que había lanzado la entidad se vieran reflejadas en el nuevo informe del Observatorio IPA, en donde las variables particulares demuestran la crisis pronosticada: "Nosotros tenemos el termómetro de la calle y de las fábricas y por eso adelantamos los indicadores. No se trata de deseos o de caprichos. Sabemos que, si se vende menos, las fábricas dejarán de producir y habrá menos empleo. Eso lo habíamos visto. Si el ministro Luis Caputo nos hubiera recibido, otra sería la historia".
"El empleo formal volvió a caer en agosto, con 15.600 puestos menos y un retroceso acumulado de 313.000 empleos en 20 meses. La industria profundiza su deterioro y ya perdió 56.000 puestos desde 2023, mientras que la construcción muestra la única recuperación visible", señaló el informe del Observatorio IPA, que conduce el economista Federico Vaccarezza.
Otro ítem que retrocede son los servicios, "con fuertes bajas en administración pública, técnicos y transporte". Mientras que "la cantidad de empresas vuelve a alejarse del umbral de 500.000 y suma 19.700 cierres en dos años". "La dinámica económica sigue siendo netamente expulsora de empleo, sin señales de reversión en el corto plazo", enfatizó.
Sucede que, si bien "el EMAE de septiembre volvió a crecer, lo hizo con un rebote estadístico y una recuperación estrecha y desequilibrada sostenida por pocos sectores como la minería y las finanzas". Allí la industria y el comercio masivo -los grandes generadores de empleo permanecen en niveles críticos, lo que limita una lectura optimista
Lo que viene no será mejor, aunque parezca: "para octubre y noviembre se espera que continúe la tendencia positiva, aunque con avances desestacionalizados moderados y sin un cambio estructural a la vista. En síntesis, la economía dejó de caer, pero aún no logra una recuperación amplia, sólida ni sostenible que llegue a todos los sectores".
El Observatorio IPA insistió en el origen de la crisis cuando habló del consumo masivo que "volvió a mostrar señales de enfriamiento en septiembre: las ventas en supermercados cayeron 0,8% interanual y el canal mayorista profundizó su derrumbe con un desplome del 13,1%". "Pese al rebote estadístico del año, el consumo sigue casi 9% por debajo de los niveles previos a la crisis, reflejando la persistente pérdida de poder adquisitivo. La debilidad golpea especialmente al entramado pyme, donde la capacidad ociosa y la presión sobre márgenes ya comprometen empleo y producción. Con dos tercios del sector anticipando estancamiento o caída para fin de año, el riesgo es que el consumo cierre 2025 con un deterioro mayor. Sin recomposición de ingresos, la economía podría enfrentar un arrastre negativo que limite la recuperación de la actividad en el corto plazo".
Con este escenario, resultó lógico que la industria "vuelva a caer en septiembre (-0,7 % interanual), encadenando tres meses consecutivos de recesión y confirmando el agotamiento del rebote de comienzos de año". El Observatorio IPA aclaró que más allá de que "algunos rubros muestran mejoras aisladas, la mayoría continúa en terreno negativo y no logra compensar la debilidad del consumo interno y la presión de las importaciones".
"El crecimiento acumulado del año (+3,8 %) es puramente estadístico, producto del derrumbe de 2024. La confianza empresarial sigue en mínimos: solo el 15 % espera una mejora. Con este escenario, la industria se encamina a cerrar 2025 sin recuperación y dependerá de un shock de demanda para evitar un 2026 con estancamiento o retroceso", detalló Vaccarezza.
Es por eso que la capacidad instalada ociosa de la industria rozó el 40%, ya que en septiembre sólo seis de 10 máquinas estuvieron encendidas en los galpones, "aún por debajo del año pasado y sin señales de rebote tras la crisis de 2024". "La elevada capacidad ociosa confirma un entramado productivo frenado por falta de demanda y presión importadora, y ya se traduce en más recortes de empleo. Sin consumo, sin crédito y sin política industrial, 2025 cerrará sin recuperación y 2026 dependerá de un giro macroeconómico que todavía no llega", reseñó el Observatorio IPA.