Córdoba: De fabricar 30 respiradores mensualmente se pasó a 1.100

Según información oficial, por el pico de contagios de Covid-19 de la última semana, con un ascenso constante de casos en la Ciudad de Buenos Aires y la región metropolitana de Buenos Aires, y picos más leves en otras jurisdicciones del país, aumentó la demanda de camas de terapia intensiva. Así las cosas, el 52% de la capacidad de cuidados intensivos del AMBA se encuentra actualmente en uso. Mientras que a nivel país se están utilizando algo más del 45% de las camas de terapia intensiva.

“Los respiradores son a esta guerra lo que los misiles a la Segunda Guerra Mundial”, dijo el alcalde de Nueva York. En este estado de situación, la dotación de respiradores para asistir a los pacientes más afectados se torna de vital importancia. Antes de que se desatara la pandemia, el sistema sanitario contaba con poco más de 6.500 respiradores y en la actualidad están próximos a los diez mil.

El aumento del aprovisionamiento de estos bienes se asienta sobre el desempeño productivo de las firmas: Leistung y Tecme, que asentadas en la provincia de Córdoba, forman parte del selecto grupo de solo cinco empresas que producen respiradores en toda la región sudamericana.

El avance de la pandemia abrió un desafío para las plantas productoras de respiradores, un bien tan complejo como sofisticado, que habitualmente se produce bajo pedido, con un tiempo de entrega prolongado. En consecuencia, dada la baja demanda por parte de los sistemas de salud, casi ninguna planta en el mundo está capacitada para producirlos a gran escala. Por lo tanto, en la mayoría de los países productores el sector se reconfigura.

Con cifras muy escasas, la sueca Getinge, la alemana Dragër, la irlandesa Medtronic y la suiza Hamilton Medical, lideran el mercado europeo. Mientras que en los Estados Unidos, el gobierno reservó para sí toda la fabricación de General Electric y Allied Healthcare. En el mismo sentido, tanto en Francia como en Italia, las plantas de respiradores aumentan la producción en asociación con compañías automotrices para abastecer sus mercados.

La realidad de la producción en la Argentina se inscribe en la senda de estos últimos países. Una vez dictada la emergencia sanitaria, por tratarse de un bien estratégico, el Estado nacional centralizó toda la demanda de respiradores producidos en el país para luego repartir de acuerdo a las necesidades del sistema sanitario. En consecuencia, Leistung y Tecme, suspendieron sus compromisos con privados (en el país y el exterior) y trabajan para un único cliente, el Ministerio de Salud.

Para conocer la realidad de estos bienes escasos y muy codiciados, entrevistamos a Silvina Grasso, gerenta general de Leistung, quien informó que su empresa aumentó considerablemente la capacidad productiva desde marzo. En la planta de Córdoba lograron “cuadriplicar la producción” al pasar de “fabricar 30 respiradores mensuales, a 1.100 al mes”. La firma también cuenta con una planta en Brasil (Jaragua do Sul) desde donde fabrican para el mercado local brasileño.

¿Cómo es la relación con el Estado nacional, teniendo en cuenta que ustedes producen un bien estratégico que se torna vital en este contexto de crisis?

- Hemos tenido mucho acompañamiento durante este proceso de la pandemia, por parte del gobierno nacional. Tanto el Ministerio de Producción, como el de Salud, han estado pendientes de cualquier necesidad que tuviéramos, para facilitar el  proceso de producción. Y por parte del Gobierno provincial también hemos tenido mucho acompañamiento. La transformación ha sido posible por el trabajo en conjunto de la dirección de nuestra empresa, el enorme esfuerzo de los colaboradores que trabajan con nosotros, los proveedores habituales y otros nuevos que han surgido durante este proceso, y un importante acompañamiento del Estado, tanto nacional, como provincial, principalmente en los ministerios de Producción y Salud.  

El aporte de todos los trabajadores ha sido fundamental (aumentamos los colaboradores de 70 a 100) para poder aumentar los volúmenes de producción. Ellos han sentido un compromiso muy grande con la fabricación de respiradores en este momento. Nos hemos sentido parte de la solución de un problema ¡ha sido muy motivante para todos!

Asociación y conectividad del tejido industrial

Leistung, que espera la habilitación del Gobierno para retomar sus compromisos con privados y con el exterior (asumen que habrá demanda constante hasta septiembre, al menos), aumentaron los volúmenes fabricados en asociación con Mirgor. Se trata de una compañía del rubro electrónico y autopartista instalada en Río Grande, Tierra del Fuego, que aportó el expertise y know how en manufactura de alta escala para ampliar la capacidad productiva en la elaboración de respiradores de alta complejidad. El grupo industrial Mirgor, controlado por Il Tevere S.A, donde Anses es el segundo inversor con el 25% del capital, se dedica a la producción de electrodomésticos, a la telefonía móvil (Nokia y Samsung), y parte de su planta está abocada a la producción de diferentes elementos para automóviles. En el negocio automotriz, el caballo de batalla de Mirgor, la compañía se dedica a elaborar sistemas de climatización, circuitos de información y entretenimiento, y ensamble de ruedas.

De este modo, la capacidad productiva del tejido industrial permite la elaboración no solo de respiradores artificiales, sino también la fabricación de 23 de los 24 productos identificados como esenciales por la OMS para enfrentar la pandemia. De este modo, el sistema sanitario evita los contratiempos que viven países de la Región que no producen estos bienes y dependen de lo que pueden exportar los productores, una vez que estos cubren sus requerimientos sanitarios. Mientras que, por su parte, Leistung y Tecme, esperan cumplir los compromisos productivos con el Ministerio de Salud para aprovechar la capacidad productiva adquirida y aumentar sus exportaciones.

Esta realidad contradice lo que muchos medios de difusión opinan sobre la industria. Hace algunos años, un medio nacional publicó un informe bajo el tendencioso título “El verso de la industria nacional”. En el mismo, replicado por no pocos diarios y canales de TV del interior, se decía que en Río Grande no se producía nada, que sólo había tinglados de ensamble. Pues bien, si algo de lo dicho fuese cierto, el país no estaría próximo a autoabastecerse de equipamientos médicos de alta sofisticación para afrontar la pandemia.(La Nueva Mañana)

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