Los gobernadores de todo el país reeligieron este martes a Ignacio Lamothe como titular del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en una elección donde el dirigente logró apoyo unánime del peronismo así como también respaldo de fuerzas provincialistas, que fueron clave para inclinar la balanza a su favor.
El evento se realizó en la sede del CFI, ubicada en el barrio porteño de Retiro, desde las 10 de la mañana. Hasta allí llegaron jefes provinciales y autoridades de las 22 provincias que integran el organismo -la Ciudad de Buenos Aires y San Luis no forman parte-, quienes definieron la continuidad por otros cuatro años del actual director del espacio.
No obstante, la coalición amarilla hizo valer su poder de fuego y logró que Sebastián García de Luca, el potencial candidato que contaba con mayores simpatías entre la tropa PRO, sea director segundo del órgano, mientras que otro puesto gemelo quedó vacante pero también sería adjudicado a ese espacio.
Lo más sustancial de la jornada fue que el acuerdo entre los jefes provinciales contempla un cambio de presidente de la Asamblea, puesto que actualmente ocupa el peronista Gildo Insfrán, de Formosa. Ese lugar se definiría en los próximos meses y podría ser para el santafesino Maximiliano Pullaro, de la Unión Cívica Radical (UCR). Más allá de las diferencias de filiación política, en las filas cambiemitas ponderaron el trabajo de Lamothe. "La mayoría ha trabajado cómodo con él y sin problemas", confiaron desde el entorno de un gobernador.
Cabe destacar que para ganar la elección, se necesitaron dos tercios de los votos de los presentes. Con el objetivo de sumar doce voluntades, los amarillos comenzaron a tejer lazos con fuerzas provinciales. Por ejemplo, a las ocho manos alzadas propias les sumaron otras dos: la del santacruceño Claudio Vidal y la vicegobernadora de Córdoba, Myrian Prunotto (Martín Llaryora está de viaje en EEUU).
Pero no fue suficiente, ya que los patagónicos Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén), que habían comprometido su voto por Felipe Álvarez -auspiciado por Vidal- definieron a favor de la actual conducción. En el bolillero quedó también el consultor Gastón Douek.
El campamento peronista, por su parte, logró un objetivo ambicioso: no solo que sus jefes provinciales votaron abroquelados, sino que además lo hicieron en espejo con antiguos aliados, como el propio Weretilneck o el salteño Gustavo Sáenz. Dentro de la órbita celeste, estuvieron Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur). También Raúl Jalil (Catamarca), quien se alejó de la órbita celeste. No fue de la partida, en cambio, el tucumano Osvaldo Jaldo. Ese movimiento podría marcar una inflexión a futuro y reeditar alianzas estratégicas de un pasado no tan lejano.
Las ilusiones de los dirigentes cambiemitas comenzaron a diluirse apenas comenzada la jornada, cuando el gobernador rionegrino -una de las figuras centrales para el comicio- anticipó su voto: "Con Ignacio Lamothe hemos podido definir una agenda de temas que tiene que ver fundamentalmente con el desarrollo en Río Negro y no tenemos ningún reproche para plantear. En el caso de Río Negro, apoyamos su continuidad. Estamos conformes con este modelo de gestión".
A esa postura se sumó, una vez finalizada la asamblea, el fueguino Melella. "Que haya sido por unanimidad, sin pelea y sin discusión, es muy positivo", comentó el mandatario. Acto seguido, reclamó que el Presupuesto 2025 tenga "una mirada con la gente adentro y una mirada federal, que es lo que todos queremos". "
"El CFI es la casa de las provincias, es el único lugar federal real donde estamos los 23 gobernadores -porque ahora se agregó San Luis- sentados discutiendo. Más allá de la figura de Lamothe, es la unidad. Esto es lo que hoy reconocemos y celebramos: hubo unanimidad", agregó.
Por otra parte, el dirigente austral negó que el resultado de la votación sea una respuesta a los recortes impulsados por el Gobierno: "Sinceramente va por otro lado. Tiene que ver con la unanimidad, con que hay diálogo de los gobernadores más allá de las diferencias ideológicas. Sinceramente, no es un mensaje político al Gobierno; es un mensaje hacia nuestras provincias. Que el pueblo de Tierra del Fuego reconozca que hay unidad con el pueblo de Jujuy, de Chaco o de Misiones es positivo para todos".
Respecto a la reelección de Ignacio Lamothe, en el CFI destacaron que "logró la unanimidad más allá de los colores políticos por la gestión". "Nadie tiene nada que reclamarle; se hizo una gestión federal, con reparto ecuánime de fondos y sin discriminar. Eso fue valorado", señaló. Ese aspecto fue puesto en valor por el mendocino Cornejo, quien brindó un discurso de cierre con el que coincidieron varios de los presentes.
Como corolario, los 23 gobernadores presentes emitieron un documento crítico de la administración de Javier Milei, en el que reclaman "el cumplimiento de las transferencias corrientes y de las deudas correspondientes a las cajas no transferidas, y la distribución del Fondo Compensador del Transporte que se financia en forma específica a través del Impuesto a los Combustibles y que, sin embargo, se ha interrumpido".
Por último, el texto pide que, de cara a la discusión del Presupuesto 2025, "las provincias argentinas propugnan por una distribución más equitativa entre Nación y las provincias de los recursos coparticipables y buscarán los instrumentos adecuados para poder afrontar sus responsabilidades, tal como establece la Constitución Nacional, con los recursos correspondientes".
