Putin advierte que Rusia "neutralizará amenazas", en medio de la tensión por escudo antimisiles de la OTAN
La escalada de tensiones con Rusia por el escudo antimisiles desplegado por la OTAN en Rumania tuvo hoy un nuevo capítulo, cuando el presidente ruso Vladimir Putin afirmó que no se trata de un sistema defensivo, tal como asegura Washington, sino "parte del arsenal nuclear estadounidense" y advirtió que realizará cambios en sus planes armamentísticos y militares "para dar una respuesta adecuada a las amenazas".
La advertencia se da, además, el mismo día en que Estados Unidos comenzó la tercera fase de la parte polaca del escudo antimisiles de la OTAN, en Redzikowo, a apenas 250 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.
El gobierno de Varsovia aplaudió hoy la decisión de la OTAN y de Estados Unidos y restó importancia a las protestas de Rusia.
El presidente de Polonia, Andrzej Duda, insistió en que el escudo está dirigido contra amenazas que lleguen desde fuera de Europa y no directamente desde Rusia y destacó que la base de Redzikowo "va a ser una infraestructura permanente".
El sistema de defensa balística de la OTAN ya cuenta con la base de Rumanía inaugurada ayer y dispone además de cuatro destructores estadounidenses dotados con el sistema antimisiles Aegis en la base de Rota, en el sur de España.
A las bases y los navíos se suma Turquía, otro país aliado de la OTAN, que alberga una estación de radar de alerta temprana del escudo, cuyo mando está situado en la base aérea de Ramstein, en Alemania.
El antiguo aeródromo militar de Redzikowo acogerá un contingente de 300 efectivos estadounidenses y 250 polacos, lo que el ministro de Relaciones Exteriores polaco, Witold Waszczykowski, destacó como un "notable" refuerzo de la seguridad de su país.
En una reunión sobre el desarrollo de la industria militar rusa, Putin advirtió que "el emplazamiento de estos elementos del sistema de defensa antimisiles" lo obliga a pensar en "cómo neutralizar las amenazas a la seguridad de la Federación Rusa".
El mandatario no especificó qué medidas tomará con ese objetivo, un día después de que la Alianza inauguró el sistema antidefensivo Aegis Ashore, diseñado y financiado por Estados Unidos, en la nueva base militar en Deveselu, Rumania, donde hay emplazados 130 militares estadounidenses.
Putin indicó que la ampliación del escudo de misiles estadounidense al Mediterráneo, Rumanía y Polonia es un "intento de desatar una nueva carrera armamentista" y una decisión que "complica la situación internacional", según un despacho de la agencia rusa TASS.
El sistema, subrayó el líder ruso, sigue desarrollándose "a pesar de que ya no existe la amenaza nuclear por parte de Irán" y sin tener en cuenta las preocupaciones de Moscú "mientas Rusia hace todo lo posible para mantener el equilibrio estratégico y evitar los conflictos militares a gran escala".
El mandatario recordó que Washington rechazó las propuestas de Rusia para cooperar en el ámbito de la introducción del escudo antimisil en Europa.
En Rusia consideran que la expansión de la OTAN es una señal alarmante y pone en peligro la seguridad nacional.
En abril, el secretario adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, Yevgueni Lukianov, reveló que la defensa antimisiles de Estados Unidos desplegada en Europa podría ser utilizada para lanzar armas ofensivas, como misiles de crucero con ojivas nucleares.
En un tuit, el portavoz John Kirby recuerda que Estados Unidos lleva años explicando a Rusia que el sistema de defensa antibalística Aegis Ashore cumple completamente con las normas que estipula el Tratado INF (pacto sobre las fuerzas nucleares de alcance medio), pero los expertos rusos aseguran que técnicamente no es cierto, por lo tanto se pone en duda también que la defensa antibalística "no esté dirigida contra Rusia".
Además, el presidente Barack Obama y sus pares de los países nórdicos hoy dieron vuelta la acusación y denunciaron la "creciente" presencia militar de Moscú en el mar Báltico al tiempo que reafirmaron las sanciones en su contra por la anexión de Crimea al territorio ruso en 2014.
Obama celebró una cumbre en la Casa Blanca con los mandatarios de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, en la que expresaron sus "preocupaciones sobre la agresiva presencia militar de Rusia", según declaró el mandatario a los periodistas al término de la cumbre.
En la misma línea, en un comunicado conjunto divulgado por la Casa Blanca, expresaron esa misma preocupación en lo relativo a la "postura nuclear" de Moscú y a los "ejercicios no declarados y actos de provocación llevados a cabo por aviones y buques de guerra rusos".
"Llamamos a Rusia a garantizar que sus maniobras y ejercicios militares cumplen plenamente sus obligaciones y compromisos internacionales de seguridad y estabilidad", sostienen en el comunicado.
El sistema Aegis Ashore, que incluye un radar, interceptores de misiles y equipos de comunicaciones, está operativo desde ayer al máximo de sus capacidad.
Ayer, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, justificó el emplazamiento del sistema durante la ceremonia de inauguración en Rumania y señaló que "muchos países, incluidos algunos vecinos de la Alianza, buscan desarrollar misiles balísticos u obtenerlos".
La respuesta rusa no se hizo esperar y desde Moscú el portavoz presidencial Dmitri Peskov dijo que su país está convencido de que el despliegue del sistema "representa una amenaza para la seguridad de Rusia".
La nueva base de la Alianza Atlántica está situada en sur de Rumania y supone la conclusión del plan de la OTAN para construir el escudo antimisiles en Europa del Este, proyecto anunciado por George W. Bush en 2007 y que desde sus orígenes desató la ira de las autoridades rusas.
Rusia considera el proyecto como una provocación de la OTAN que entra en vigor dos años después de la anexión de la península ucraniana de Crimea (en marzo de 2014) por parte de Moscú y luego del mayor reforzamiento realizado nunca por la Alianza en el Este de Europa, en países próximos a Rusia.
La Cancillería rusa considera que la creación del escudo dificultará aún más la reanudación de la cooperación entre Rusia y la OTAN, estancada desde la anexión de Crimea.