2001: Memoria del caos. De la atomización a la organización popular. Hasta el 23 de enero

La Casa Nacional del Bicentenario inaugura 2001: Memoria del caos. De la atomización a la organización popular, una exposición que, a través de fotografías, instalaciones y videos, retrata y trae al presente las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, 20 años después.

La exhibición, curada por Verónica Mastrosimone, cuenta con la participación de fotoperiodistas y artistas que aportan sus particulares miradas sobre un momento bisagra en la historia del país.

La exhibición está acompañada por una programación de cine, música, danza, teatro, charlas y encuentros que contribuyen a conformar un relato robusto y coral sobre aquellos hechos que ocurrieron hace dos décadas y que todavía hoy resuenan en la sociedad (ver agenda debajo)

Integran la exposición: Sergio Goya, GAC, Rafael Calviño, Graciela Calabrese, Subcoop, Damian Neustadt, Enrique Medina, Paloma García, Neka Jara, Verónica Gago, Florencia Vespignani, Malena Bystrowicz, Victoria Tesoriero, Marlene Wayar, Ana Paula Far Puharre, María Claudia Martínez, Aníbal Greco, Martín Acosta, Fernando Gutierrez, Santiago Porter, Alberto Haliasz, Arnaldo Pampillón, Gonzalo Martínez, Antonio Gómez, Guillermo Viana.

TEXTO APERTURA

Los levantamientos populares del 19 y 20 de diciembre de 2001 encarnan, sin dudas, uno de los acontecimientos de la historia reciente que más marcas ha dejado en nuestra sensibilidad contemporánea. Pasaron tantas cosas en esos pocos días que la única forma de referirnos a todas al mismo tiempo es acudiendo al calendario: “19 y 20 de diciembre” pareciera ser el significante que explica la multiplicidad de hechos y emociones que vivimos en aquellas jornadas del “¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!”. Por supuesto que estas reacciones no eran producto únicamente de lo sucedido ese año. La crisis económica, política y social se había gestado en la
década del noventa, con la aplicación del neoliberalismo a ultranza, que luego la Alianza profundizó, condenando al hambre y la exclusión a millones de compatriotas.

La reconstrucción de los diferentes entramados sociales post 2001 fue sumamente difícil. Pero la organización popular había dado frutos: asambleas, cooperativas, fábricas recuperadas, teatros comunitarios, clubes del trueque y otros agrupamientos colectivos fueron vitales para atravesar las dificultades. Muchos de ellos, incluso, se instalaron como forma de construcción política y hoy los encontramos en algunos de los movimientos que signan nuestro presente: el feminismo y el ambientalismo. Desde el Estado, las respuestas empezaron a llegar en 2003, de la mano de Néstor Kirchner, el presidente que prometió no dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada. Su gestión fortaleció aquello que el pueblo había comenzado y, entre otras cosas, le devolvió la esperanza de que la política podía ser un instrumento de cambio.

Esta exposición se propone recuperar, a través de fotografías, videos e instalaciones, algunos de aquellos sucesos que, en este 2021, están cumpliendo 20 años, con la firme intención de que los contundentes documentos que se exhiben contribuyan al tan necesario ejercicio de la memoria.

María Fukelman
Directora de la Casa Nacional del Bicentenario

TEXTO CURATORIAL

Reasumir la capacidad de observar, la decisión de no olvidar, seguir buscando en el archivo la historia viva. El 2001 coincide con el momento de cambio en la materialidad de la captura de imágenes, de lo analógico a la virtual, veinte años de guardar un material sensible no sólo a la luz y el clima.

2001 Memoria del caos. De la atomización a la organización popular es un recorrido sin principio ni final, así como aparecen los recuerdos y relatos.

Lo real, aquel momento en que la clase obrera, la clase media y algunos sueltos de toda clase estuvieron en las calles y rutas de la República Argentina, sin redes inmediatas como las actuales que convocaran la revuelta. Quizás fue el entretejido de asambleas, organizaciones barriales, movimientos piqueteros y artistas, la conexión que logró reconocer la necesidad de transformación de una realidad que ya no se soportaba más.

Antes, durante, después.

No podemos dejar de recordar esos días sin que aparezcan las causas y consecuencias del estallido traducidas en imágenes. Bitácoras del desasosiego luego de la fiesta liberal que vino a fagocitar nuestras vidas. Trabajadoras de las fábricas recuperadas que una vez más mostraron lo que son las mujeres de nuestra historia en los momentos más difíciles. Bancos tapiados, murallas abolladas de bronca e impotencia en completa quietud, un relato que es más amplio que lo que se advierte a primera vista.

Ver el cuerpo de Jorge Demetrio Cárdenas en las escalinatas del Congreso de la Nación, cuya muerte meses después, aumentó el número de víctimas fatales de aquel 19 y 20 de diciembre. La fotografía es prueba de esa bala de plomo que lo mató. Dar un orden posible al caos y encontrar fracciones de segundos que al unísono muestran al ex presidente Fernando De la Rúa yéndose de Casa de Gobierno en helicóptero luego de dos días oscuros. Estado de sitio, 39 muertos, miles de heridos. Los relatos coinciden, los reporteros gráficos tenían solo unos pocos rollos de película para un día, algunos guardan en su retina el momento de la huida, otros, desde distintas vistas lograron capturar esa imagen que recorrió el mundo y que es parte de nuestra memoria colectiva.

Verónica Mastrosimone
Curadora

Hasta el 23 Enero 2022

Casa Nacional del Bicentenario

Riobamba 985 CABA, Buenos Aires

Sin turno previo. Ingreso por orden de llegada hasta completar el aforo de las salas de exhibición.
   

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