«El sentido de la carne» se estrena en Nün Teatro Bar

El silencio de la carne es una autoficción que narra las experiencias vividas por une de les performers dentro de una academia de teatro musical, donde el método de enseñanza estaba directamente ligado a situaciones de violencia, destrato y abuso. Es además la despedida a un amigo que dejó su vida en su ‘proyecto de vida’.

Esta producción ganadora del Premio CTBA a salas del sector independiente cuenta con las performances de Agustina Barzola Würth y Jorge Thefs, la música en vivo de Gabo Illanes, y está escrita y dirigida por el propio Thefs.

Estrena el 5 de agosto y tendrá funciones los viernes a las 23 horas en Nün Teatro Bar, Juan Ramírez de Velasco 419. Entradas por Alternativa Teatral.

El silencio de la carne es una autoficción que narra las experiencias vividas por une de les performers dentro de una academia de teatro musical, donde el método de enseñanza estaba directamente ligado a situaciones de violencia, destrato y abuso. ¿Satirizar el teatro musical es venganza suficiente?. Necesitamos poner en duda los formatos de producción que implican violencia dentro de las artes escénicas. Mostrar nuestras cicatrices sabiendo que la propia muerte será quizás, la única cicatriz que no podremos resignificar. Es además, nuestra despedida a ‘Napo’, un amigo que dejó su vida en su ‘proyecto de vida’. ¿Dónde se esconde el silencio cuando la carne es devorada por los gusanos?


¡ESTRENO 5 DE AGOSTO!
Funciones los viernes a las 23hs
Nün Teatro Bar - Juan Ramírez de Velasco 419

Entrada general $1500
En venta por Alternativa Teatral

FICHA TÉCNICO-ARTÍSTICA
Diseño y realización de escenografía: Julieta Capece y Camila Colombo
Estilismo y diseño de vestuario: Chu Riperto
Realización de vestuario: Titi Suarez Adrover
Bocetos de vestuario: Antonela Fucenecco
Video mapping: Florencia Labat
Diseño de iluminación: Lailen Alvarez
Diseño gráfico y redes: Boria Audiovisual
Comunicación y prensa: Mutuverria PR
Fotografía: Diego Stickar
Diseño sonoro y ecualización en sala: Félix Land
Asistencia de video mapping: Lucio Saralegui
Asistente de escenario: Jazmin Siñeriz
Asistente técnica: Juliana Ortiz
Producción ejecutiva: Juliana Ortiz y Jorge Thefs
Colaboración dramatúrgica: Maruja Bustamante
Colaboración en letra de “Aquí ya no hay canciones que escribir”: Gabo Illanes
Arreglos, composición musical y música en vivo: Gabo Illanes
Directoras asistentes y colaboración artística: Juliana Ortiz y Rosario Ruete
Dirección Coreográfica: Agustina Barzola Würth
Puesta en escena: Juliana Ortiz, Rosario Ruete, Agustina Barzola Würth y Jorge Thefs
Performers: Agustina Barzola Würth y Jorge Thefs
Dirección General, autoría, idea: Jorge Thefs
 
Agradecimientos: Karina Hernandez, Nün Teatro Bar, Dirección general de enseñanza artística, Espacio De la tía, Candelaria Gauffin.

Duración: 75 minutos

SOBRE LA INVESTIGACIÓN
Esta investigación, que comienza a título personal, trata sobre experiencias autobiográficas relacionadas a la violencia dentro del ámbito de las artes escénicas/artes vivas.

El recorrido en instituciones, espacios y determinados nichos, nos permitió ver, percibir y padecer en carne propia las dinámicas y prácticas violentas dentro de algunas disciplinas artísticas. Cicatrices que hoy abrimos y hacemos sangrar en función de esta investigación, donde nos permitimos discernir entre el deseo sobre las diferentes prácticas, y la posibilidad de evitar promover y reproducir aquellas que suponen sufrimiento para otres, e incluso para nosotres mismes.

La investigación que comienza hoy, pero no sabemos cuándo concluye; se propone analizar, asentar y desmantelar el contenido de ciertas prácticas. ¿Podremos, quizás, escenificar y satirizar estas experiencias para poder tomar distancia y ver aquello a lo que fuimos sometides?

No buscamos resolver, más allá de nuestras utopías, la violencia estructural de la sociedad y las dinámicas que atraviesan a ésta en general, ni tampoco descansar en el deseo repetido de la paz como un hecho estanco, pero sí, poder detenernos, entendernos, encontrarnos y preguntarnos hacia adentro de nuestras individualidades y comunidades, ¿qué hacemos para que todavía existan prácticas violentas y legitimadoras de violencia?

El silencio de la carne, más que certezas son preguntas sobre el contenido de nuestras prácticas.

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