Cóndor de Plata a la mejor película para "El patrón, radiografía de un crimen"

Con una sobria conducción de la periodista y conductora Gabriela Radice en la Sala Argentina del Centro Cultura Kirchner , el evento comenzó con un homenaje al tango, con proyecciones como “El día que me quieras”, de Carlos Gardel (1935) o “Sur”, con interpretación de Roberto ´Polaco´ Goyeneche, lo que le dio un aire bien porteño al inició de la velada.

Vestido negro y pronunciado escote, la flamante ganadora del Hugo, Ana Fontán, se hizo dueña del escenario e interpretó un popurrí de tangos con piezas como “Se dice de mí” o “Yo no sé lo que me habrán hecho tus ojos”, acompañada en piano por Diego Vila.

A pesar de este comienzo a pura música, se trató de una gala que fue tomada por largos discursos y escasos números de entretenimiento, lo que permitió que la vorágine de los 21 premios se sucediera uno a otro en la noche en la que “Eva no duerme”, de Pablo Agüero, ocupó el primer lugar del podio con cinco estatuillas, entre ellas la de Mejor Director.

Informal, el presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Alejandro Cacetta, subió al escenario para reconocer no sólo la tarea de los cronistas, sino, también, el buen momento de la taquilla local, a la vez que afirmó que hay una gran “diversidad” de películas que reciben el reconocimiento en festivales internacionales.

“Es un gran momento del cine no sólo por el mercado local, sino que en el exterior hay películas que están logrando premios y que tienen una gran diversidad”, dijo Cacetta, quien presentó el nuevo plan de fomento del Incaa la semana pasada y que fue reconocido por el secretario General de ACCA, Claudio Minghetti.

Justamente Minghetti, que de estricto y coqueto frac contrastó con el poco formalismo del resto de los cronistas y de los invitados, saludó a la comunidad judía por su año nuevo y pidió porque el cóndor, que le da nombre a los premios, “nunca más sea usado para regar de sangre el continente”.

“Logramos el apoyo de muchos organismos del Estado y hemos tenido respuestas inmediatas, muy fructíferas, para ver que en Argentina se puede construir sobre lo construido y no involucrar lo político en algunos temas. Es una virtud que se presenten los planes de fomento porque sirve para que el cine argentino siga creciendo”, dijo el periodista de Télam.

El directivo de ACCA, además, sostuvo que “es un momento clave y especial del cine nacional y hay que insistir en que no hay capacidad para retroceder”, luego de agradecer el apoyo de la TV Pública, que transmitió la gala, del ministro Hernán Lombardi y del Incaa.

Pese a ello, entre los premiados existieron algunos reclamos o reproches como el del ganador a Mejor Fotografía por su trabajo en “Eva no duerme”, Iván Gierasinchuk, quien arrancó el aplauso de la platea al espetar: “Sin ofender a nadie, no quiero más gobiernos como el que hoy nos gobierna porque trae ideas que atrasa”.

Paola Barrientos, al recibir el premio a Revelación Femenina por su papel en “Ciencias Naturales”, dejó en el aire los pocos espacios para la proyecciones, más allá de los agradecimientos: “Creo que ni mi vieja llegó a ir al cine a ver la peli”, dijo con respecto a algo que el propio Cacetta reconoció en entrevistas ni bien asumió el cargo.

En esa línea se ubicó la ganadora a la Dirección de Arte, Mariela Rípodas (“Eva no duerme”): “Yo siempre tengo mucho trabajo y este año hubo muy pocas películas, no sé por qué”, dijo en clara alusión a la supuesta baja en las producciones locales.

El momento derechos humanos que toda entrega de premios tiene estuvo a cargo de Joaquín Furriel, ganador como Mejor Actor por su protagónico en “El patrón...”, quien representó a un semi esclavo de un carnicero que terminó matando, por el mal estado de la mercadería, a varias personas.

“El premio se lo dedico especialmente a Víctor Saldívar, el verdadero Hermógenes (el protagonista). Tenemos que evitar estas situaciones. La OIT eligió esta película como ejemplo. Denunciemos si vemos patrones hijos de puta” como el del filme, dijo Furriel.

Como en las ediciones anteriores de los Cóndor, también hubo tiempo para varios homenajes, como lo fueron a la trayectoria para Hugo Arana y Norma Aleandro, o a Alejandro Agresti por el “El acto en cuestión”.

También fueron reconocidos “Adios Sui Géneris”, de Bebe Kamin y producida por Leopoldo Torre Nilson en 1976, plena represión militar; a Oscar Barney Fynn a 50 años de su primera película, “La balada del regreso”, y al investigador Roberto Blanco Pazos.

Un ronco y casi sin voz Arana, que estuvo filmando toda la noche, sostuvo que Argentina es “un país de una cosecha cinematográfica grande” con “géneros cargados de matices”, a la vez que pidió a los medios que le den más espacio a las buenas noticias “como estos premios”.

Los discursos más emotivos los pusieron Mónica Lairana, ganadora a mejor actriz de reparto por “El patrón, radiografía de un crimen”, quien agradeció a su madre “a pesar” de que se llevan mal, y Alejandro Carrillo, por su edición en “El clan”, el filme de Pablo Trapero, quien reconoció que sin el sostén de su familia no podría trabajar en cine.

También hubo un homenaje interpretado por el autor de bandas de sonido Pablo Sala, junto a Gloria Pankaeva y Gastón Frosio, a artistas fallecidos, como Ricardo Dupont, Irma Roy, Hugo Castro, Mariano Mores, el director Juan Pablo Lapace, Horacio Salgán, el guionista Plácido Donado o el camarógrafo Diego Triviño.

“El cine viene aportando a la televisión, no sólo con gente delante y detrás de cámara, sino con una estética que enriquece”, dijo Radice al anunciar la primera entrega al Mejor Trabajo Audiovisual para Plataformas Digitales, que se lo llevó “Historia de un clan”, de Luis Ortega.

Dolores Fonzi, que no pudo estar presenten en la gala, se llevó el Cóndor a Mejor Actriz, con un papel que no sólo fue reconocido a nivel local, sino que, en julio pasado, obtuvo el Premio Platino, el galardón que celebra al Cine Iberoamericano.

Así pasó una nueva entrega de los Premios Cóndor de Plata, con una nómina que no mostró un claro ganador, más allá de las cinco estatuillas para “Eva no duerme”, porque las principales, como Película y Actor, fueron para “El Patrón...” y la de actriz para una Dolores Fonzi que suma reconocimientos, en un año en el que el cine argentino hizo lo propio en Venecia, San Sebastián y Biarritz.

back to top