La Rosada decidió jugar fuerte contra Insfrán, Rodríguez Saá, Verna y Manzur

El Gobierno de Mauricio Macri ya eligió a sus enemigos para las elecciones de octubre. A Cristina Kirchner -o su elegido- en la provincia de Buenos Aires y Martín Lousteau en la Ciudad, le suma cuatro gobernadores peronistas contra los que jugará muy fuerte, mientras que a los cercanos los premiará con una campaña de baja intensidad.

Los "enemigos" de la Casa Rosada son el pampeano Carlos Verna, el formoseño Gildo Insfrán, el puntano Alberto Rodríguez Saá y el tucumano Juan Manzur. Los tres primeros nunca tuvieron una relación fluida con el gobierno por lo que no sorprende el encono, pero sí en el caso de Manzur quien en los primeros meses de la gestión de Macri se mostraba como de los peronistas más cercanos. Esa relación se quebró y ahora en el gobierno dicen que ganar en Tucumán es uno de los objetivos principales.

Según confiaron a LPO fuentes del gobierno al tanto del armado electoral, la Rosada pondrá a disposición de los candidatos en esas provincias toda la artillería posible para propinarle un golpe a los díscolos. Otro distrito donde el oficialismo pondrá todas las energías es Santa Fe, gobernada por el socialista Miguel Lifschitz.

En el caso de Tucumán, Cambiemos volverá a poner al radical José Cano para competir contra el peronismo. Como explicó LPO, en el gobierno rechazan la posibilidad de que el titular del Plan Belgrano tenga que dirimir la candidatura contra Domingo Amaya y quieren allanarle el camino. Apuestan a que por lo menos le arrebate a Manzur dos de los cuatro diputados en juego.

En Formosa, todavía no está definido si el oficialismo apostará al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, o al senador Luis Naidenoff, ambos del radicalismo.

En La Pampa, el oficialismo tiene particular interés en ganarle a Verna, acaso el más opositor de los gobernadores. De todos modos, el PRO no moverá su principal ficha, Carlos Mac Allister, que no será candidato a pesar de que tiene intenciones de ir por la gobernación en 2019. Para encabezar la lista pica en punta el radical Francisco Torroba, aunque no está definida la interna con el macrismo, que impulsa a Martin Maquieyra. Incluso, no se descarta que vayan por separado.

En San Luis, el gobierno apuesta fuerte a la alianza con el ex gobernador Claudio Poggi, que por primera vez en 30 años amenaza el poder de los hermanos Rodríguez Saá, que buscarán evitar un traspié con Adolfo en la lista de senadores.

Un caso similar es el de Alicia Kirchner, aunque en el gobierno aseguran que no necesitan poner demasiado esfuerzo en la campaña porque el kirchnerismo va camino a una derrota segura en su terruño, agobiado por una feroz crisis económica. En Santa Cruz, el candidato será el radical Eduardo Costa, que fue el más votado en 2015 pero perdió por la ley de lemas.

Hay otros casos de gobernadores peronistas más cercanos a los que la Casa Rosada premiará con una campaña de baja intensidad, siempre y cuando en las listas haya candidatos más "amigables" para el oficialismo.

El caso paradigmático es el de Juan Manuel Urtubey, a quien el gobierno no quiere complicarle la elección. De hecho, el macrismo rechazó el acercamiento del intendente de la ciudad de Salta, Gustavo Sáenz, el opositor con mejores chances de pelearle la gobernación al peronismo en 2019. Pero en la Rosada no quieren fastidiar a su aliado y desestimaron cualquier acuerdo.

Hay otros gobernadores que están en signo de pregunta. El Gobierno espera la definición de las listas y mira con atención como se resuelve la pelea entre los mandatarios y sus antiguos jefes políticos, que detalló LPO.

Son los casos del sanjuanino Sergio Uñac y el chaqueño Domingo Peppo, que lidian con José Luis Gioja y Jorge Capitanich, respectivamente, por el armado de las listas. La actitud del gobierno nacional tendrá mucho que ver con si se imponen o no los actuales mandatarios, mucho más cercanos.

En un punto intermedio, aunque más cerca de Urtubey, están el entrerriano Gustavo Bordet y el riojano Sergio Casas, a quienes la Rosada tampoco quiere fastidiar. El mismo caso corre para la fueguina Roxana Bertone, aunque en este caso dependerá de cómo resuelve la interna con La Cámpora que tiene poder de fuego porque maneja las dos intendencias grandes de la provincia.

Un caso aparte Mario das Neves. "Depende del humor de cada semana, es complicado", dicen en el gobierno sobre el chubutense.

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