Gils Carbó afirmó que el fiscal que pidió su indagatoria, “ha sufrido grandes presiones”

Alejandra Gils Carbó afirmó este miércoles que el fiscal federal Eduardo Taiano, quien pidió su indagatoria, “ha sufrido grandes presiones”, al tiempo que volvió a negar irregularidades en la compra de un edificio, al afirmar que se trató de “un trámite de la más absoluta transparencia”.

“No fue una compra venta a través de una inmobiliaria. La inmobiliaria era del vendedor y el Estado, el ministerio público, no pago comisiones porque ese era uno de los requisitos”, manifestó la Procuradora general de la Nación.

“La procuradora tenía la facultad reglamentaria de hacer una compra directa, sin embargo se realizaron tres licitaciones y en la última se presentaron cinco oferentes. El inmueble de (la empresa) Arfinsa ganó porque ofertó el mejor precio”, añadió.

“Fue un trámite de la más absoluta transparencia. No hay ninguna posibilidad de manipulación”, se defendió Gils Carbó en declaraciones a radio FM Blue. Y agregó que la acusación “habla de una sospechosa inclusión de un pedido de cochera y auditorio; la liviandad de los argumentos es parte de la misma operación”.

Gils Carbó considera que esa operación comenzó con la presidencia de Mauricio Macri, quien durante la campaña ya había deslizado la posibilidad de destituir a la procuradora. "Luego de eso vimos en este año y medio cómo fueron fracasando distintos intentos de controlar el Ministerio Público Fiscal", recordó.
El por qué de la indagatoria

La causa contra Gils Carbó se inició este año a raíz de la compra del edificio de la calle Perón 667, en Capital Federal, por la que se pagó unos $43,8 millones en 2013. La operación se hizo a través de la inmobiliaria Jaureguiberry y Asociados, e intervino el intermediario Juan Carlos Thill, al que se le pagó casi 3 millones de pesos de comisión, y que es medio hermano del número dos del área de contrataciones un funcionario de la Procuración General de la Nación, Guillermo Bellingi.

Según la investigación, la compra del edificio estaba digitada desde antes de hacerse pública la oferta y se intentó beneficiar a determinadas empresas y personas con el pago de comisiones.

La venta la realizó la empresa Arfinsa -del Grupo Bemberg- y la inmobiliaria Jaureguiberry y Asesores Inmobiliarios cobró una comisión de 7,7 millones de pesos, en tanto que unos 3.000.000 se llevó Thill también bajo el mismo concepto.

(Diario Popular)

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