Corrientes: Uno de los involucrados en la venta de vacunas contra el coronavirus, es un ex concejal liberal

El tercer detenido por el escándalo por la venta de vacunas anticovid, es un ex concejal del partido Liberal de Esquina. Marcelo Mayora es dueño de una importante carnicería en el barrio Centenario, horas antes del allanamiento en ese local comercial, hubo en ese lugar, una reunión política de dirigentes de partidos ligados a la alianza oficialista. Mayora está detenido en la comisaría Segunda junto a Guillermo Barrios, quien es cuñado de un funcionario del área contable provincial. Barrios a su vez manejaba la ambulancia que trasladaba los inoculantes, entre ellos la Sputnik y la Sinopharm que se vendían, la rusa a 9.000 pesos y la china a $8.000.

La enfermera Sara Gutiérrez, la otra involucrada en el vacuna hot sale esquínense, está alojada en la Comisaría de la Mujer. Es hija de un histórico puntero radical de la zona. Este domingo toda la plana Mayor de la UCR esquínense se encontraba en la capital provincial. Mañana deben reunirse con el propio gobernador Gustavo Valdés. Dicen que en casa de gobierno la guadaña estaría bastante afilada. Y no es para menos. Corrientes, lenta pero prolijamente era uno de los Distritos que más se preocupó en inmunizar a las distintas franjas etarias de mayor riesgo en el país. Hoy justamente se abrió la inscripción para personas de 50 a 54 años, cuando en otros lugares no pueden culminar la de 60. Hay dudas sobre la razones de la detención de Mayora. Ya no se lo sindica como un simple comprador ilegal de los inmunógenos. Creen que también tenía algo que ver con la tercerización del producto. Siempre hubo críticas y dudas de cómo se programaban los vacunatorios. Extrañamente Esquina, fue pionera en la vacunación a domicilio en la provincia, no solo en la ciudad, sino también en Parajes y zonas rurales. Cuando en la Capital correntina aún no se habilitaba este sistema, el área APS (Asistencia Primaria de la Salud) de esta localidad, ya lo hacía. Ya hay un borrador del modus operandi. La comercialización se hacía en algunas casas de los inscriptos por derecha, pero posteriormente se vacunaba por izquierda a los demás integrantes de la familia o amigos convocados, previo pago, que no integraban ningún grupo de riesgo, y menos aún tenían la edad para recibirla. Era imposible darse cuenta. Hasta que uno hablo. Sumado a que estaban faltando dosis, y alguien se percató. Asimismo se viralizaron fotos en las redes sociales de jóvenes vacunados.

Hoy en Esquina la mayoría de la población sabe que el sistema de aplicación se politizó.

El fiscal Javier Mosquera que investiga el caso, podría acumularle una larga comisión de delitos a los sospechosos, que determinaría la prisión preventiva, sin modo de excarcelación por el momento. (Diario 1588)

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