"Se vienen puntos decisivos para Central"

El alto en el torneo servirá para recuperar energías, lesionados y, además, potenciar virtudes futbolísticas de un equipo que no sólo está liderando la zona 1 del torneo local, sino que también se encuentra muy bien posicionado en la Copa Libertadores, en la que un triunfo el próximo 6 de abril, ante Palmeiras, lo pondrá ya en octavos de final. Claro que la postura de los protagonistas, y en especial del cuerpo técnico, está no sólo en eso, sino que apunta, inexorablemente, a lo que vendrá. “A partir del próximo viernes los resultados pasarán a ser mucho más importantes y más trascendentes”. La frase de Eduardo Coudet ayer es un disparador más que interesante para analizar lo hecho que para realizar un intento de proyección sobre el futuro. Sí puede trazarse un paralelismo sobre cuál fue el comportamiento del Canalla de un semestre a otro en la temporada pasada (haciendo la salvedad de que se trató de un receso de cinco semanas y esto es apenas un parate de una semana por eliminatorias). Y aquella vez mal no le fue. Es cierto que no logró ninguno de los dos torneos que disputó (atendiendo los imponderables lógicos del fútbol), pero en eficacia fue mejor lo hecho tras la reanudación: de 62,2 a 68,8 %.

Antes de cualquier atisbo de análisis hay que hacer la salvedad de que además del torneo habrá Copa Libertadores. Una a favor de Central es que está a tan sólo un resultado de lograr el pasaporte a octavos de final y, de lograrlo, de ahí en más es una historia de ida y vuelta, y un error o un acierto puede resultar determinante. Es más que viable, y hasta necesario, poner esa variable en el contexto. También formará parte de esa segunda parte del año a la que el entrenador canalla hizo referencia.

La complejidad de lo que se aproxima resulta imposible obviarla. Tiene la ventaja de ser (junto a Godoy Cruz) el mejor posicionado en el torneo, lo que a la vez podría tomarse como una presión extra, amén de que jugadores y técnico siempre hablan de que es la presión que les gusta asumir.

¿Qué ocurrió con el Central de Coudet tras el receso (de cinco semanas) el año pasado, después de haber hecho una primera mitad muy buena? El equipo se potenció desde lo futbolístico y también en cuanto a resultados. Fue una especie de causa-efecto. Porque la levantada en el nivel de juego se tradujo a los resultados.

Lo que viene será a todo o nada para Central. Y Coudet lo sabe mejor que nadie. Es que se trata de un sprint de ocho fechas. Rápido y furioso. Y lo que ocurra en la Copa mucho tendrá que ver también. Sacarse rápidamente de encima a Palmeiras implicará llegar clasificado a la última fecha de la fase de grupos, contra Nacional. Hay un motivo más que válido a la hora de especular de manera positiva. Es que si eso ocurre ya se habrá asegurado un lugar entre los 16 mejores de la Copa, que es lo más importante, pero también le daría un respiro al cuerpo técnico para diagramar lo que, se presume, serán las dos semanas más complejas en el torneo local: la 11ª fecha contra San Lorenzo y la 12ª ante Newell’s, ambas en condición de visitante. Puede no resultar de esa forma, pero en el imaginario colectivo hoy da vuelta la idea de que esos dos encuentros pueden ser cruciales para las pretensiones canallas en el campeonato local.

Aquella vez fue un tiempo mucho más prolongado en el que el fútbol estuvo parado (incluso hubo un libro de pases en el medio, en el que llegaron jugadores de la talla de Javier Pinola y Marcelo Larrondo). Hoy es otro contexto, pero Coudet parece tener muy en claro que en este parate, por escueto que sea, se deben corregir errores y fortalecer virtudes porque lo que viene será, como dijo el entrenador, “más importante y trascendente”.

 

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