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¿Quiénes son beneficiados tras la eliminación del AFSCA por DNU? (Por Victoria Blanco)

Hace menos de un mes, Argentina estrenó Presidente y los medios de comunicación alineados y a sus pies dicen estar “felices”. 

En la edición de hoy del diario Perfil fundado durante el menemismo por quien lo dirige, Jorge Fontevecchia, se escribe: “Tras el anuncio del decreto que diluirá a la Afsca –junto a la Aftic– en un nuevo organismo: Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones), todas las empresas tradicionales de medios están felices y Clarín, más feliz aún. (…) ya hoy, sábado 2 de enero, no apareció el diario Tiempo Argentino”. 

Léase “tradicionales” como creadas antes de que exista la Ley de Medios, ley que se creó con el fin de lograr pluralidad de voces y evitar la unificación del relato mediático. Durante la etapa kirchnerista surgieron medios que le dieron voz a los trabajadores, a la clase baja, a las ideas de izquierda y medios y/o programas especiales para las distintas comunidades. 

El 7 de junio de 2015 no había un solo comunicador social que no celebre la libertad de expresión. Entre los diarios de mayor tirada, tres eran férreos opositores al gobierno kirchnerista: Clarín, La Nación y Perfil, cada uno con sus multimedios. Solo Clarín se atrevió a burlarse de la sociedad amenazando ridículamente con que iba a desaparecer con una ley que no eliminaba ningún medio sino que controlaba la justa y equitativa administración y sumaba espacios al resto. 

Alineados al gobierno anterior estaban Página/12 fundado por el periodista Jorge Lanata, quien cambió drásticamente sus posturas políticas en 2012 al pasar a ser contratado por el grupo Clarín, pero el diario continúo con la dirección de quien antes era subdirector y no cambió su editorial progresista. A partir de 2010 surgió Tiempo Argentino. Diario que había nacido con la llegada de la democracia (en 1982, al igual que Página/12 fundado en 1987) pero que desapareció en el 86 para ser relanzado hace cinco años.

Los diarios que se hicieron fuertes durante el gobierno de facto son los mismos que hoy vuelven a fortalecerse. Diario La Nación y Clarín fueron beneficiados por los militares al ser favorecidos con la industria Papel Prensa en 1976. El diario La Nación, recién ganada la presidencia el actual Presidente Mauricio Macri, publicó una editorial a favor de los dictadores que generó el repudio de los propios trabajadores del medio que se manifestaron públicamente en rechazo a la misma que opinaba, entre otras cosas, sobre los genocidas presos que “es vergonzoso el padecimiento de condenados, procesados e incluso de sospechosos de la comisión de delitos cometidos durante los años de la represión subversiva y que se hallan en cárceles a pesar de su ancianidad”(La Nación 23–12–2015).   

Por su parte, Héctor Magnetto, propietario de Clarín, estuvo presente en la gala de honor a la asunción de Mauricio Macri realizada en el Teatro Colón. 

Hoy ambos diarios son beneficiados tras ser modificada por Decreto de Necesidad de Urgencia la Ley de Medios en el país y eliminar el Afsca (autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual).

El abogado constitucionalista, Daniel Sabsay, hombre que ha sido un protagónico opositor del kirchnerismo en los últimos tiempos admite que  "la creación de los entes autárquicos por decreto (como Enacom) es controversial" y recordó que "sólo una doctrina que tiene 60 años avala esa postura". 2015 menos 60, igual 1955, sí, da dictadura una vez más. Otro referente opositor fue la filósofa Beatríz Sarlo. La misma que había calificado de “feo” a 678 hoy asegura que "si los justificativos son que quiere gobernar por decreto de necesidad y urgencia de aquí hasta que no veas al Parlamento reunido, me parece una falta de experiencia política seria".

Hoy el diario Tiempo Argentino no llegó a manos de los argentinos; hoy el programa popular, crítico a las políticas de derecha, 678, ya no está en el aire en ningún medio de comunicación y se hizo en las plazas con multitudinaria concurrencia.

Hoy no solo periodistas se quedan sin trabajo, hoy millones de argentinos se quedan sin la voz que los representaba, que les gustaba escuchar, periodistas con quienes tenían complicidad, con quienes sentían que defendían sus derechos. Todos los medios que hoy se apagan tienen una misma postura y contraria al gobierno que los está sacando. Esto no tiene otra interpretación posible, se trata de censurar, de callar a la oposición, de construir un único relato en los medios, de asegurarse libertad de acción. Y se hace sin ningún tapujo, con suma urgencia, a través de un DNU.  Los medios de comunicación son empresas que dependen de los espacios publicitarios, la puja entre sus intereses y sus posturas ideológicas solo pueden asegurarse a través de una ley que lo regule. Si le quitás la pauta oficial a las medios que no hablen bien de tu gobierno hacés caer el medio fácilmente. Hay que regular y controlar los intereses económicos de las empresas de medios para que las posturas contrariadas se puedan sostener. Para que haya equilibrio en las voces, para que puedan coexistir diferencias entre los grandes medios y también las pequeñas emisoras y publicaciones barriales. Hay que defender una Ley de Medios votada en el Congreso de La Nación por la mayoría de los partidos políticos. Una ley que fue construida, debatida y consensuada en pluralidad, que se hizo entre todos los partidos y en beneficio de todos los argentinos. Acá no se trata de defender políticos, sino de defender derechos que se habían ganado.

 

 

 

 

 

 

 

 

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