El Marciano quiere ahorrar y no sabe en qué Moneda (Por Julián Denaro)
Como ven, sigo aquí. Produciendo como desde que llegué en el 2014 y próximo a ser incluido en una obra literaria de historia, economía y política. Bueno, como si fueran cosas distintas…
Imaginarán que hice un poco de plata con el éxito de mis escritos, de modo que ando un poco preocupado por las noticias difundidas en los medios masivos de comunicación, que confunden acerca de cuál moneda es la más conveniente para preservar los ahorros.
Continúo inmerso en la vida cotidiana de los argentinos con el mismo disfraz que uso desde el principio, y me resulta más interesante seguir participando de ésta manera que ser homenajeado en mi planeta por haber hecho el contacto cultural. Lo siento así porque entiendo que puedo contribuir a la Revolución Cultural que lentamente se va llevando a cabo. Por ello, escribiré como un argentino más, fanático de Messi y de la competitividad del fútbol argentino.
En principio, aclaremos algunas cuestiones que se andan diciendo a través de los medios de comunicación.
El Tipo de Cambio Administrado por el Gobierno significa la determinación del precio del dólar conveniente para el País. Y aquí se presenta la cuestión del Tipo de Cambio Múltiple. Vale decir, que es conveniente que exista un valor de la divisa para las exportaciones de alimentos y materias primas, otro para las exportaciones de productos con valor agregado, otro para las importaciones industriales, otro para las importaciones de productos primarios, otro para el turismo, y otro para ahorro.
El dólar para la industria debe ser elevado para encarecer a los productos importados, de modo de proteger la competitividad de nuestra industria y así la generación de empleo. Esto se consigue con Aranceles a las Importaciones precisamente de aquellos bienes que compiten con los productos de origen argentino.
El dólar para las exportaciones agropecuarias debe ser bajo, porque si no los grandes intermediarios venderían nuestros propios productos primarios a los precios internacionales, y terminaría pasando que en la mesa de los argentinos, pagaríamos la comida a los precios externos, tal como advirtiera Néstor Kirchner oportunamente hace casi diez años.
La enorme riqueza de nuestro suelo y la generosidad de la variedad climática del octavo país más grande del mundo, hacen que los costos de producción de alimentos y materias primas sea mucho menor que, por ejemplo, en Europa, que carece de estas condiciones. Así, si el costo de un kilo de carne en Argentina es diez pesos, en Europa es de ochenta pesos. Se verifica aquí que el precio de venta dentro de nuestras fronteras debe diferir de los precios de exportación. Pues bien, para esto están las Retenciones a las Exportaciones, que además se presentan como una importante fuente de Recaudación para el Estado Argentino, de modo que con ésos recursos extraordinarios, se pueda financiar tanto el desarrollo industrial como asignaciones que equilibren la distribución de riqueza.
Al mismo tiempo, controles específicos a las importaciones de ciertos productos que puedan dañar la industria nacional, también deben ser efectuados, así como se debe controlar la fuga de divisas, que es algo que tanto daño le ha hecho a la historia de nuestro país.
La fuga de divisas consiste en que todos los años son retirados del país miles de millones de dólares generados dentro de nuestras fronteras. Así, en vez de que semejante caudal de dinero sea invertido y distribuido en Argentina, es colocado en Bancos Extranjeros. Además, un porcentaje importante de ésta operatoria se efectúa de modo ilegal por parte del Poder Financiero, Acopiadores, Exportadores, Corporaciones Multinacionales, Oligarquía, Grandes Terratenientes y diversos sectores de lo que se denomina Poder Fáctico. Aquí la importancia del control a la compra de dólares como una herramienta para disminuir el daño cuanto más se pueda.
Precisamente, insistiendo acerca del Poder Fáctico, se recuerda que para los productos primarios persiste un gran problema sobre el cual no se ha podido avanzar en cuanto a regulaciones, ya que los Intermediarios y Acopiadores, que son Grandes Compañías Multinacionales, les pagan migajas a los pequeños productores, apropiándose de casi todo el excedente que ellos mismos comercializan, además, manejando e imponiendo los precios. O sea, les imponen precios bajos a los pequeños productores por un lado, y cobran precios altos que imponen en el mercado por el otro, e incluso se quedan con el excedente proveniente de las exportaciones de productos primarios.
Resulta evidente a partir de ésta descripción objetiva, que a la Argentina no le convendría volver a tener un Tipo de Cambio único, como el que tuviera en los dos períodos más nefastos de su historia, como lo fueron la Dictadura Cívico – Militar de 1976 a 1983 y la Ley de Convertibilidad que rigió desde abril de 1991 hasta enero del 2002. Además, durante éstos períodos no hubo control del Estado sobre el Mercado Cambiario, y las consecuencias fueron funestas. La Deuda Externa, que en el año 1976 era de apenas 7.000 millones de dólares, aumentó progresivamente hasta alcanzar los 220.000 millones de dólares, equivaliendo al 160% del producto anual u 8 años de exportaciones, destruyendo la industria y el empleo, provocando un desempleo de casi el 30% de la población activa y una pobreza superior al 50%.
A partir del 2003, el Tipo de Cambio Múltiple y la intervención del Estado en la Economía, redujeron la Deuda Externa a 70.000 millones de dólares, pero ahora equivaliendo a cerca del 11% de la riqueza que se produce en un año, o bien sólo un año de exportaciones, en tanto que el desempleo bajó al 7% y la pobreza a mucho menos de la mitad que cuando empezó éste nuevo período.
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2002 |
2015 |
Desempleo |
28% |
7% |
Pobreza |
55% |
15% |
Deuda Externa |
220.000 millones U$$ |
70.000 millones U$S |
Deuda Externa |
160% del PBI |
11% del PBI |
Todo éste período de crecimiento con generación de empleo e inclusión social implicó una mejora en el poder adquisitivo de las mayorías populares, que son las que más se beneficiaron. Entre otras herramientas que es necesario tener siempre presente, es que las Paritarias han mejorado el Poder Adquisitivo del Salario de la clase trabajadora de manera constante, con la sola excepción del 2014, año del que he desarrollado el análisis en artículos anteriores. Y jamás deberá olvidarse que gracias a las Moratorias Jubilatorias, tres millones de personas hoy perciben haberes, y que sin ésta Ley no cobrarían ni un solo peso.
Pero bueno, el crecimiento propicia lo que se denomina la Puja Distributiva, que significa disputarse por parte de los distintos sectores de la actividad, la repartición de ese crecimiento. Los empresarios de los rubros que no están controlados ni regulados por el Estado, quieren subir los precios para enriquecerse más de la cuenta, y el incremento en el nivel general de precios ocasiona índices de inflación que convocan a la intervención regulatoria por parte del Estado.
Por un lado, hemos visto como a través de diversos mecanismos el Gobierno Argentino ha controlado la inflación de modo en que ésta es constante y previsible, generando una confianza que estimula el nivel de actividad. La Política de Precios Cuidados ha ayudado para establecer referencias que impiden que los precios suban. Y el Plan Ahora 12 también ha contribuido enormemente a bajar la expectativa inflacionaria, ya que precisamente los bancos tienen su activo en cuotas, y siempre van a preferir no disminuirlo. O sea, si el activo de una persona es lo que tiene más lo que le deben, vemos que el activo de los bancos está comprendido por cuotas a cobrar en el futuro. De éste modo, la inflación reduciría el valor relativo de esas cuotas por cobrar, cosa que no les conviene. Así es que el propio sector financiero prefiere que no suba la inflación para no reducir su activo! Gracias al Plan Ahora 12 implementado inteligentemente por el Gobierno Nacional.
Igualmente, el Plan Ahora 12, es vital para acercar la posibilidad de compra a las mayorías populares que no pueden pagar los bienes y servicios en efectivo con toda la plata junta al mismo tiempo. Así, una mayor cantidad de gente puede comprar ropa, electrodomésticos, y también efectuar viajes turísticos, ya que pagando en 12 cuotas constantes puede hacerlo. En fin, como se ve, éste es otra de las Políticas que mejoran el nivel de vida de la gente, pero además sirve para estimular el nivel de actividad, producción y empleo de la Economía, ya que cuando se demanda más hay que producir más. Adicionalmente, una característica esencial que tiene esta política, es la de financiar la producción de la Industria Argentina, con lo que además de generar nivel de empleo, contribuye a mejorar el Saldo de la Balanza Comercial, puesto que se importa cada vez menos. Esto queda a la vista con la enorme cantidad de empresas y fábricas que han reabierto y que se han creado en los últimos tiempos.
Bueno, se destacó que la inflación no ha deteriorado los salarios reales porque gracias a las Paritarias (Ley de Convenios Colectivos de Trabajo), los salarios han subido más que la inflación. Más bien, el salario real se ha visto incrementado, ya que los salarios subieron más que los precios.
Pero sí ocurre que la inflación deteriora el poder de compra de cada billete. Supongamos para entenderlo que un sueldo de 5000 pesos en el 2014 podía comprar 100 kg de carne a 50 pesos, lo mismo que en el 2015 puede con un sueldo de 6000 pesos, dado el incremento del precio de la carne a 60 pesos por kilo. En éste ejemplo precio y salario subieron ambos un 20%, manteniendo constante el poder adquisitivo del salario. Pero vemos que un billete de cincuenta pesos, que antes compraba 1 kilo, ahora puede comprar tan sólo 830 gramos. Lo bueno es que el asalariado tiene mayor cantidad de billetes que antes, pero el billete en sí mismo deteriora su poder de compra.
Ahora supongamos que el tipo de cambio oficial es de diez pesos. Bueno, también el dólar sufre el mismo deterioro! Antes, con un billete de cinco dólares se podía comprar un kilo de carne, pero luego de un año, ese mismo billete alcanza sólo para 830 gramos. Queda a la vista que tanto el peso como el dólar, ambos pierden poder de compra frente a un escenario inflacionario.
Entonces, si tengo ahorros y no quiero que pierdan valor por el transcurso del tiempo, debería tomar un curso de acción inteligente.
Una opción es colocar el dinero en el Banco en un Plazo Fijo, para que me pague intereses. Todos sabemos que el Banco te paga no porque es bueno sino porque te compensa por el hecho de que le prestes plata. Así, es una relación en la cual, al prestarle plata al banco, el banco trabaja tu plata y le conviene, y a vos te conviene también porque el banco te premia por prestarle, pagándote intereses. Se aclara que más allá de éste punto que se está exponiendo, existen otras alternativas en las cuales colocar el capital, por ejemplo, bonos de YPF y Bolsa de Comercio.
Se abren así dos posibilidades: abrir un Plazo Fijo en Pesos o abrir un Plazo Fijo en Dólares. Pero resulta que por un Plazo Fijo en Pesos te pagan un 27% al año, en tanto que por un Plazo Fijo en Dólares te pagan nada más que un 3%.
Entonces, hago la cuenta de que frente a la inflación del 20%, si pongo un Plazo Fijo en Pesos estoy por encima de la inflación, y entonces gano. En cambio, si pongo un Plazo Fijo en Dólares, estoy por debajo de la inflación, y entonces pierdo.
Veamos el siguiente ejemplo: tengo 80.000 pesos, que supongo equivalente exactamente a 8.000 dólares, y lo comparo con el valor de un auto que vale 80.000 pesos.
Al cabo de un año, producto de la inflación del 20%, el valor del auto subió a 96000 pesos. Por su parte, el Plazo Fijo en Pesos subió de 80.000 a 101.600 (un 27%), y el Plazo Fijo en Dólares subió de 8000 a 8240 (un 3%). En tanto, al valor del auto en dólares lo considero a un tipo de cambio de 11,20 producto de la devaluación anual del 12% (de 10 a 11,20), lo que me arroja un precio del auto en dólares de 8600.
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1 agosto de 2015 |
1 de agosto de 2016 |
Plazo Fijo en Pesos |
80.000 |
101.600 |
Plazo Fijo en Dólares |
8.000 |
8.240 |
Valor del Auto |
80.000 pesos o 8.000 dólares |
96.000 pesos o 8.600 dólares |
Entonces, observo que al cabo de un año, si pongo el Plazo Fijo en Pesos seguiré teniendo para el auto y encima me sobra plata, pero si lo pongo en dólares, ya no me va a alcanzar más para el auto. Como conclusión, elijo el Plazo Fijo en Pesos y no en dólares.
Obviamente, el Gobierno adoptó esta Política para que la gente se aleje del dólar, ya que al País no le conviene que la gente compre Reservas Internacionales.
Vemos así que la inflación termina siendo una amiga para que la gente salga de la cultura del dólar, que fue instalada desde el Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
Sin embargo, a los Grupos de Poder Económico, que manejan miles de millones de dólares al año, les convendría una devaluación (aumento del precio del dólar), porque se enriquecerían de inmediato. Sabemos que no les importa si para enriquecerse tienen que dañar al país y al pueblo argentino. Y sí, como esos grupos dominantes son los que manejan los grupos de comunicación hegemónicos, intentan instalar la idea de que hay que devaluar. Ellos, que son los dueños de los dólares, quieren volver a manejar el Mercado Cambiario, quieren volver al Tipo de Cambio Único y manejado por ellos, y quieren que el peso se devalúe para ellos enriquecerse con los dólares.
Pero justamente eso con lo que insisten, que hay retraso cambiario, está jugando a favor de nuestro país.
La inflación (20%) es mayor que la devaluación (12%). Es decir, los precios y los salarios suben más que el precio del dólar. Por lo tanto, la Recaudación del Estado, que proviene en un 75% de Impuestos al Consumo, Impuestos a las Ganancias y Aportes y Contribuciones, también sube más que el precio del dólar.
Así, el costo de los vencimientos de la Deuda Externa es menor en términos de Recaudación del Estado, lo que apoya el proyecto de Desendeudamiento. Al mismo tiempo, también es menor el costo de importación de energía. Y asimismo, el costo de la importación de bienes de capital, maquinaria e insumos para la industria, también se reduce, alimentando las perspectivas de Desarrollo que el país necesita.
Y si quedara alguna duda respecto a la competitividad de la producción argentina, debe tenerse presente que el Gobierno controla y regula las importaciones a través de medidas como los Aranceles a las Importaciones.
Para concluir éste aporte, sugiero que siempre que se lee una noticia, lo que debe hacerse es pensar cuales intereses están en juego. Quiénes son los que quieren una cosa y quiénes son los que quieren la otra. Quienes están defendiendo los intereses del país y del pueblo y a quienes les importa un bledo el pueblo con tal de enriquecerse ilimitadamente.
julio de 2015
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JULIÁN DENARO (1976) es Profesor Adjunto en la Universidad de Buenos Aires, Universidad de Belgrano, Universidades Nacionales del Oeste y de La Matanza, es autor de las obras “LOS PROBLEMAS DE LA MACROECONOMÍA” publicada en 2008, “LOS OBJETIVOS DE LA MICROECONOMÍA” publicada en 2013, “ECONOMÍA POLÍTICA CON JUSTICIA SOCIAL” publicada en 2013 y “MACROECONOMÍA PARA EL CRECIMIENTO INCLUSIVO” publicada en 2015. Dicta conferencias y cursos para Graduados, está próximo a publicar su quinto libro y es estudiante avanzado de la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Buenos Aires.