Nicaragua: Ortega prometió gobernar en unidad durante su mandato como presidente


El líder sandinista Daniel Ortega inició su cuarto mandato, de cinco años, y tercero consecutivo como presidente de Nicaragua, con un discurso en el que prometió que gobernará en unidad con todas las fuerzas económicas, sociales y políticas del país, ahora con su influyente y poderosa esposa como vicepresidenta.

Tras ser investido para conducir a Nicaragua hasta 2022 y en presencia de sus aliados y homólogos Nicolás Maduro, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia, Ortega expresó su compromiso "de seguir trabajando en unidad por el bienestar" de su pueblo, el más empobrecido de América Latina después de Haití.
"Vamos a seguir fortaleciendo esa gran alianza" con empresarios y sindicatos, señaló Ortega anoche en su largo discurso de investidura, ante la presencia de cinco jefes de Estado y de Gobierno.

En su intervención de más de una hora, Ortega también saludó a Maduro, y recordó y elogió al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, sus principales aliados políticos y económicos, desde que retornó al poder en enero de 2007.

Ortega pronunció este discurso en la Plaza de la Revolución, ubicada en el antiguo centro de Managua y donde los sandinistas celebraron el 19 de julio de 1979 el derrocamiento de la dinastía de los Somoza, que gobernó Nicaragua por 42 años.

El líder sandinista, de 71 años, recibió la banda presidencial del nuevo presidente de la Asamblea Nacional (parlamento), el oficialista y líder sindical Gustavo Porras, en una ceremonia a la que asistieron además la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, el mandatario de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén y el de Honduras, Juan Orlando Hernández.

El matrimonio Ortega-Murillo es la primera pareja en ocupar la Presidencia y Vicepresidencia en la historia de Nicaragua.
Previo a su discurso, Ortega consideró que "las mujeres no están para tener un esparadrapo en la boca, no están para estar amordazada" y orientó a Murillo, una de las protagonistas de los actos de investidura, a dirigirse a la audiencia.

La flamante vicepresidenta agradeció a Dios y a las familias nicaragüenses "por este nuevo día, por estos tiempos de gloria y de victoria".

También agradeció a la juventud "que representa tanta esperanza, tanta certeza para nuestra Nicaragua bendita y libre", así como a las mujeres nicaragüenses.
"Vamos juntas conscientes de todo lo que nos falta, vamos juntas, vamos adelante. Las mujeres hemos avanzado, hemos crecido, hemos aprendido y tenemos el futuro por delante para crearlo juntas", exclamó la dignataria.

Ortega asumió su cuarto mandato, el tercero desde el 2007 cuando retornó al poder, en una ceremonia a la que también acudió el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica de España, Fernando García-Casas y el considerado "número tres" del Gobierno norcoreano, Choe Ryong-hae, citó EFE.

La fórmula compuesta por Ortega y Murillo ganó ampliamente la elecciones generales del 6 de noviembre pasado, en medio de fuertes críticas por la eliminación legal del principal grupo opositor, la prohibición de la observación electoral y un nivel de abstencionismo nunca antes visto en el país, que sin embargo no fue reconocido por el Consejo Supremo Electoral.

Ortega fue reelegido con el 71,5% de los votos en esos comicios y su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), obtuvo 70 de los 90 escaños en disputa en el parlamento, cantidad suficiente para reformar la Carta Magna.

La ceremonia de investidura, que comenzó con una hora de retraso, fue precedida por cantos y bailes folclóricos.
El líder sandinista ya había dirigido el país de 1979 a 1990, primero como coordinador de una Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y los últimos cinco años de ese período como jefe de Estado.

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