Italia: Gentiloni defendió el "código de conducta" para las ONG que trabajan en el Mediterráneo

El primer ministro italiano Paolo Gentiloni defendió el "código de conducta" que impulsa su gobierno para las organizaciones que trabajan en el salvataje de migrantes en el Mediterráneo y que Roma busca imponer como "obligatorio" para habilitar el trabajo en los puertos de la península.
"El Código sobre las ONG es una parte fundamental de una estrategia que tiene el gobierno sobre el tema de la inmigración", aseguró Gentiloni en la noche del martes en declaraciones al canal Tg 1.

A mediados de julio, el ministro del Interior Marco Minniti impulsó un código para comprometer a las ONGs que trabajan en el Mediterráneo a respetar 13 puntos de conducta, entre ellos la posibilidad del registro con personas armadas de las fuerzas de seguridad italiana de naves que operen en aguas internacionales rescatando migrantes a la deriva desde las costas africanas.

Entre las organizaciones, el panorama está dividido entre las que aceptaron el acuerdo, como "Save the Children" y las que lo rechazan, como Médicos sin Fronteras.

Además, el código que Italia busca convertir en una habilitación de hecho para poder usar sus puertos, pide a las ONG no entrar en aguas libias "salvo en situación de grave e inminente peligro" y, siempre que sea posible, recuperar las embarcaciones y los motores usados por los migrantes o los traficantes de personas.

De todas formas, pese a tener el apoyo explícito de Bruselas, el código aún es visto por recelo por el ala demócrata cristiana del gobierno, con el ministro de Infraestructura Graziano del Rio como vocero de las críticas en los últimos días.
"Esta estrategia de colaboración también con las autoridades libias está produciendo resultados paso a paso", agregó el Premier, en referencia al proyecto aprobado por el Parlamento de su país tras un pedido del país africano para enviar naves a aguas territoriales libias con la idea de "combatir el tráfico de seres humanos y la inmigración ilegal".

En ese marco, y mientras el ministerio del Interior italiano reveló la semana pasada que el número de desembarco de migrantes se redujo en los primeros meses del año casi un 3% con respecto a 2016, Gentiloni marcó que "los flujos se están reduciendo gradualmente: vence el Estado y pierden los traficantes de personas".

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