BAFICI: Fin de Fiesta

BAFICI: Fin de Fiesta

Por Vanesa Fognani @VFogna

Terminó el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, y acá estamos vivitos y coleando, luego de pasar largas horas encerrados en la sala de cine. Ganó la española Niñato y La vendedora de Fósforos de Alejo Moguillansky. Aquí nuestra despedida. ¡Adiós BAFICI, hasta el año que viene!

Pero como todo fin de fiesta – bien a champagne y pizza- lo terminanos reseñando una película que nos hizo gritar el gol a último minuto. Pensábamos que nada nos iba a sorprender, pero llegaron Frida y Anna las dos niñas que la rompen en Verano 1993.

Frida y Anna. Y llegamos a nuestra última película, la frutilla de la torta, nuestra preferida – junto con Wind- del BAFICI, Verano 1993. Frida (Laia Artigas) es una niña que ha perdido a sus padres y que se va a vivir con una familia adoptiva al medio del campo, allí intentará buscar interrogantes acerca de la muerte de sus padres. Con sus silencios y su cara de desolación – el trabajo de la pequeña es maravilloso- Frida pasa por todos los estados emocionales, la angustia de la pérdida – la niña no puede llorar- y la vida en convivencia con su nueva familia, la hace transitar por varias historias dentro del relato. Su hermana adoptiva, Anna (Paula Robles) de tan sólo tres años, se convertirá en su principal compañía y juntas revolucionarán una película en donde todo funciona a la perfección. Las niñas actúan bien, se sienten cómodas con la cámara  y ese pasaje, genera felicidad en el espectador.  

La directora española Carla Simón pone todo su corazón – y eso se nota- a este relato autobiográfico, el clima del “verano” y el crecimiento de los personajes durante la película fortalecen una historia en donde uno se siente emocionado. Frida y Ana y los padres son  geniales, los conflictos son reales y cada detalle minucioso en la construcción del relato, refuerzan una película en donde el tema principal es el amor de familia. Desde aquí esperamos que alguna distribuidora exhiba la película, Verano 1993 es hermoso y todo el mundo debería verla.

 

Con esto nos despedimos, pero la emoción cinéfila sigue y hay un Bonus Track de la mano de German Pérez.

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