Pedro Sánchez, enfrenta hoy la segunda votación de su candidatura a la presidencia del gobierno de España
El líder de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, se enfrenta hoy a la segunda votación de su candidatura a la presidencia del gobierno de España a sabiendas de que va a fracasar tras distanciarse aún más con la fuerza izquierdista Podemos, que tiene en sus manos facilitar su elección.
De cara al pleno, el secretario general del Partido Socialista (PSOE) cuenta únicamente con los votos de los 90 diputados de su grupo y los 40 de Ciudadanos (liberales), con lo que volvería a fracasar al no lograr mayoría simple, es decir, más votos afirmativos que negativos de los 350 diputados del Parlamento.
El miércoles obtuvo los mismos apoyos y se quedó lejos de la mayoría absoluta, el umbral de votos necesarios que se establece para la primera votación.
El formato del debate de hoy será breve, ya que Sánchez intervendrá apenas 10 minutos y luego lo harán los demás grupos; pero nada parece indicar que servirá para cambiar las posiciones previamente fijadas por los partidos políticos españoles.
El Partido Popular (PP) del presidente en funciones, Mariano Rajoy, o la fuerza de izquierdas Podemos son los únicos que podrían provocar un vuelco en el resultado levantando su veto al candidato socialista para permitir que sea electo.
Sin embargo, las posibilidades son prácticamente inexistentes.
El candidato socialista, que negó su apoyo a Rajoy -cuyo PP fue el vencedor de los comicios del 20 de diciembre-, no espera nada del líder conservador, quien está a la espera de que fracase.
En cambio, continúa reclamando el respaldo de Podemos y sus aliados de la izquierda, que se niegan a apoyarlo tras su acuerdo con Ciudadanos, partido que consideran "incompatible" con sus propuestas en materia económica y territorial, concretamente respecto del conflicto secesionista de Cataluña.
Durante el primer debate de investidura, Sánchez pudo constatar anteayer la firmeza del líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien los desafió a romper su acuerdo con el liberal Albert Rivera para pactar un gobierno de coalición de izquierdas.
El tono duro y los reproches del dirigente izquierdista, que acusó al socialista de doblegarse ante los intereses de la oligarquía, no gustó al PSOE, que no tiene más opción que seguir presionando a Podemos o ceder en sus reclamos.
"Hay una oportunidad para cambiar, y las fuerzas de cambio deben sumar. Cuando el PSOE ha tenido que sumar para cambiar lo ha hecho. Si se vuelve a votar no, se tendrá que explicar a los electores de izquierda", afirmó el "número dos" del PSOE, César Luena, apenas unas horas antes de la votación.
Con sus palabras, Luena insistía en el último argumento esgrimido por los socialistas para presionar a Podemos, a los que ayer recordaron que si sus plataformas gobiernan desde el año pasado en varias capitales como Madrid, Zaragoza y Cádiz, es gracias a que ellos lo facilitaron con su apoyo.
De hecho, pidieron a Podemos y el resto de fuerzas que escuchen a la alcaldesa Manuela Carmena, de la iniciativa Ahora Madrid, que en la víspera había pedido respaldo para Sánchez en la votación de investidura, aunque luego aclaró que hablaba de una coalición de izquierdas.
La presión, no obstante, sintió de poco, ya que Podemos no ha dado el brazo torcer.
"Es un mal camino que el PSOE intente amenazar a las 'alcaldías del cambio'", sostuvo hoy Iglesias en una entrevista radial en la que confirmó que mantendrá su "no" a Sánchez esta tarde.
"Para formar gobierno tienes que tratar a tu socio de igual a igual, sin insultos ni prepotencia", insistió el dirigente izquierdista, que espera volver a negociar con Sánchez a partir de mañana mismo.
Una vez que Sánchez fracase tendrá tiempo para buscar un acuerdo hasta el 2 de mayo, cuando se convocarán de forma automática nuevas elecciones para el 26 de junio.
También Rajoy espera que tenga lugar la investidura fallida de Sánchez para empezar a actuar. La Secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, avanzó que el líder conservador llamará al socialista el lunes para una nueva reunión e insistir en su propuesta de "gran coalición" entre PP, PSOE y Ciudadanos.
"Rajoy será un actor activo ante un Pedro Sánchez que está fuera de juego" y que ha provocado "una pérdida de tiempo" al someterse a la investidura sin contar con los apoyos necesarios, sostuvo la vocera del PP Andre Levy.
El PSOE no parece en condiciones de dar ese paso, mientras Ciudadanos, el partido que durante la campaña era señalado como la "muleta" del PP, asegura que su acuerdo con los socialista no tiene fecha de caducidad y seguirá vigente.