Cameron cometió "error histórico", dice el ministro alemán de Justicia Heiko Maas

El ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, deploró hoy la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, que achacó a un "error histórico" del primer ministro británico, David Cameron.       

"Es una gran pérdida para la Unión Europea, una pérdida que  transformará a la Unión Europea (...) El Reino Unido ha hecho una  contribución esencial a nivel político, económico, cultural", dijo  Maas en una charla con dpa.       

El político socialdemócrata opinó que tras el triunfo a favor del llamado "Brexit", el gobierno parece "no tener un plan" sobre cómo continuar.       

"El señor Cameron cometió un error histórico al dejarse llevar por rencillas cortas de miras dentro de su partido. Y ahora tiene un  lío", criticó.       

"La discusión que se llevó a cabo en el Reino Unido se basó fundamentalmente en resentimientos y en la xenofobia y eso es  peligroso", consideró.       

El ministro de la gran coalición de la canciller Angela Merkel negó que la decisión unilateral de la canciller de abrir el año  pasado las fronteras a los refugiados haya disparado el debate sobre  la inmigración en Gran Bretaña. "Si se toman las cifras de  inmigración en el Reino Unido, se ve que es un tema que ocupa desde  hace tiempo a los británicos".       

Si bien más del 80 por ciento de los alemanes favorecen la permanencia del país en el bloque europeo, Maas urgió a entablar un debate abierto con la población. "Tenemos que pelearnos sobre los  modelos", dijo Maas, el de una Alemania aislada y nacionalista o el de una abierta a la cooperación.       

"Es un conflicto que no podemos eludir, que yo por fin quisiera  librar con los populistas y nacionalistas", dijo el titular de Justicia en dirección a partidos como Alternativa para Alemania, que  ha ganado terreno con campañas contra los refugiados e inmigrantes.       

Maas reconoció que el secretismo que rodea a negociaciones como  las que se celebran para los tratados de libre comercio con Estados  Unidos han alimentado la desconfianza de los ciudadanos hacia las  instituciones.  (dpa)

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