El musical "La La Land" abrió la 73ra edición del Festival de Cine Venecia

El musical "La La Land" del realizador norteamericano Damien Chazelle y protagonizado por Emma Stone y Ryan Gosling abrió hoy la 73ra edición del Festival de Cine Venecia con un alto impacto sobre la platea y la prensa en su propuesta de volver a aquellas historias de amor y sueños de la época de oro de Hollywood y la estética de los musicales de la década del 40 pero en clave actual.

"Intenté hacer una película sobre artistas y soñadores y también sobre la lucha por balancear los sueños con las demandas de la realidad", aseguró Chazelle en charla con la prensa sobre el filme que transcurre en la actual ciudad de Los Angeles y que abre con una infernal coreografía sobre los automóviles atascados en un embotellamiento de una de las autopistas de acceso a la ciudad.

En la película, que precede a la laureada "Whiplash" (segunda cinta de Chazelle, 31 años, que tuvo cinco nominaciones al Oscar y ganó dos) Gosling (Sebastian) es un talentoso pianista de jazz que se niega a seguir los dictados del mercado para imponerse musicalmente y Stone (Mia), una agraciada joven que busca insertarse en la industria del espectáculo mientras atiende un bar y corre de audición en audición buscando su oportunidad.

En el filme hay, lógicamente, una historia de amor que le da vida y la enciende, pero también bares, luces, bellas canciones, desilusiones, desengaños, e increíbles coreografías, que traen reminiscencias de Fred Astaire y Ginger Roger pero también la gracia y la delicadeza de Jacques Demy.

Más que nada, aseguró Chazelle, "quise contar una historia íntima con un cierto alcance épico en el punto cero de los sentimientos, donde comienza el primer golpe de amor, y para eso creo que no existe en el cine ningún género de la eficacia del musical".

"Ningún género -aseguró- está más capacitado para llegar al corazón; el musical es el más sensible de todos para trazar el movimiento hacia el interior y desde ahí poder emerger a través de la canción; ese tipo de gramática solo se encuentra ahí y me parece que no puede ser alcanzada por otras propuestas del cine actual".

Esta, dijo por su parte, Emma Stone (Ryan Gosling faltó a la cita veneciana) es una película "que no explica las cosas y eso es lo bello. Es una película sobre un territorio que está en medio de la realidad y la magia y transita en la interferencia permanente entre una y otra".

La bella actriz, a quien se la vio en Cannes 2015 acompañando a Woody Allen en la presentación de su oscura comedia "Hombre irracional", y que estuvo nominada al Oscar por su papel en "Birdman", contó a la prensa que, como Mia, ella también estuvo "años intentando ingresar" al mundo de Hollywood, y que conoce cómo es lidiar con eso.

Ninguna de los clichés de Los Angeles, los taxis, las fiestas, las dietas de las celebridades, el poder de las apariencias, están ausentes en la cinta, aunque siempre con una mirada sonriente o cariñosa y la ciudad está fotografiada desde una determinada perspectiva donde no aparece "como un lugar real sino como un sueño soñado en la vida real".

En la misma ceremonia de apertura que se celebró hoy en el Palacio del Cine de la isla del Lido, vecina a Venecia, donde se desarrolla la Mostra, se entregó hoy el León de Oro a la trayectoria al realizador polaco Jerzy Skolimowski, de 78 años, premio que se entrega por primera vez en la historia del festival y que también recaerá en el actor francés Jean Paul Belmondo.

Con la Mostra en marcha, la ciudad de Venecia parece no tener paz, por la mañana los vaporetos atestados de turistas atravesando los canales junto al Castello D'Oro, a la Gallerie dell`Academia o pasando por debajo del Ponto del Rialto, donde se cruza con gondolas y gondolieros de brazos tatutados o, con los movimientos que impone el festival: inmensas balsas que transportan camiones y equipos de luces y filmación de la RAI rumbo al Lido.

Por la noche, cesa la agitación aunque no totalmente el movimiento y se escuchan en los bares de la piazza San Marcos pequeñas orquestas de piano, violín, contrabajo, acordeón y oboe tocando un vals de Strauss, canzonettas italianas o sucumben ante algún standard de jazz del tipo "A Wonderfull World" a piano y saxo, en los cafés frente a la Basílica.

Para mañana se esperan las premieres mundiales del último filme del canadiense Denis Villeneuve, que trajo a Venecia una cinta de ciencia ficción que apela a los recuerdos, interpretada por Amy Adams y Jeremy Renner; y "Les Beaux Jours D`Aranjuez",
película de Win Wenders (ganó aquí el León de Oro con la magnífica "El estado de las cosas" en 1982) sobre una conversación que tiene lugar en unos jardines parisinos con vistas a la ciudad y que está basada en una obra de teatro de su amigo y habitual colaborador, el escritor austríaco Peter Handke.

(Telam)

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