El Papa León XIV volvió a pedir por la paz y que se sustituya la violencia por el diálogo
En su saludo tras el rezo del Ángelus, el Santo Padre hizo un llamamiento a los “gobernadores” para que escuchen el grito de los afectados por la guerra. Además elevó sus oraciones y expresó sus condolencias por las jóvenes víctimas causados por las inundaciones del río Guadalupe en Texas, en los Estados Unidos.
En sus saludos después de rezar la oración mariana del ángelus, el Papa León XIV volvió a pedir por la paz, para que el Señor ilumine las mentes de los gobernantes y se sustituya la violencia por el diálogo.
“Queridos, la paz es el deseo de todos los pueblos y es el grito doloroso de los desgarrados por la guerra. Pedimos al Señor que toque los corazones e inspire las mentes de los gobernantes, para que sustituyan la violencia de las armas por la búsqueda del diálogo”.
La Iglesia y el mundo no necesitan “cristianos de ocasión” que de vez en cuando dan cabida a algún buen sentimiento religioso o participan en algún evento; sino “obreros deseosos de trabajar en el campo de la misión, discípulos enamorados que den testimonio del Reino de Dios”. Este es el centro de la reflexión que el Papa León XIV dirigió este domingo 6 de julio, a los fieles y peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, para rezar la oración mariana del ángelus.
Por ello, el Papa León señaló que, hoy la Iglesia y el mundo no necesitan personas que cumplen con sus deberes religiosos mostrando su fe como una etiqueta exterior; necesitan, en cambio, obreros deseosos de trabajar en el campo de la misión, discípulos enamorados que den testimonio del Reino de Dios dondequiera que se encuentren.
“Quizás no falten los ‘cristianos de ocasión’, que de vez en cuando dan cabida a algún buen sentimiento religioso o participan en algún evento; pero son pocos los que están dispuestos a trabajar cada día en el campo de Dios, cultivando en su corazón la semilla del Evangelio para luego llevarla a la vida cotidiana, a la familia, a los lugares de trabajo y de estudio, a los diversos entornos sociales y a quienes se encuentran en necesidad”.
Y para hacer esto, precisó el Papa, no se necesitan demasiadas ideas teóricas sobre conceptos pastorales; se necesita, sobre todo, rezar al dueño de la mies y profundizar en “la relación con el Señor, cultivar el diálogo con Él”. Entonces Él nos convertirá en sus obreros y nos enviará al campo del mundo como testigos de su Reino.
“Pidamos a la Virgen María, que se entregó generosamente diciendo «Yo soy la servidora del Señor», y participando de esta forma en la obra de la salvación, que interceda por nosotros y nos acompañe en el camino del seguimiento del Señor, para que también nosotros podamos convertirnos en alegres trabajadores del Reino de Dios”.