Los obispos advirtieron sobre pobreza, desocupación y corrupción: "Cuando alguien se queda con un vuelto el pobre sufre"
El vicepresidente primero del Episcopado, el cardenal Mario Poli, condenó los actos de corrupción al advertir que "cuando alguien se queda con un vuelto, eso significa que el pobre sufre".
"Hemos exagerado demasiado en los reduccionismos: la pobreza no duele, sino lo que duele son los pobres y la corrupción se opone a ellos. Por eso cuando alguien se queda con un vuelto, eso significa que el pobre sufre", advirtió.
Poli formuló estos conceptos al presentar el documento del Bicentenario, que advierte que los desencuentros, la corrupción generalizada, el narcotráfico y el descuido del medio ambiente son los grandes “males” argentinos, por lo que exhorta al diálogo y a la búsqueda de consensos para proyectar “entre todos” un país más inclusivo y sin familias fuera del sistema laboral.
En este sentido, los obispos alertaron sobre una “crisis de representatividad en la clase política, unida al fenómeno creciente de la corrupción y a la subordinación de la política a la economía”, y aseguraron que “el principal de nuestros males es el desencuentro que no nos deja reconocernos como hermanos, a lo que le sigue la corrupción generalizada, la plaga del narcotráfico y el descuido del medio ambiente”.
“No hay plena democracia sin inclusión e integración. Esta es una responsabilidad de todos, en especial de los dirigentes”, subrayaron.