La defensa pide anular proceso contra Rousseff porque viola Constitución
La defensa de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pidió hoy la anulación del proceso con miras a su destitución que tramita en el Congreso, y catalogó la eventual impugnación de su mandato como una violación a la Constitución.
"Este proceso de 'impeachment' es nulo, fue realizado en disconformidad con la Constitución", declaró el abogado general de la República, José Carlos Cardozo, en una extensa defensa de la presidenta realizada ante la Comisión Especial de la Cámara de Diputados.
El Gobierno solicita "la anulación del proceso y que sean rechazadas las denuncias (que lo sustentan) por que no hay delitos de responsabilidad" cometidos por la presidenta, sostuvo el letrado. Los delitos de responsabilidad son infracciones político-administrativas en las que pueden incurrir los presidentes de la República en el ejercicio de su mandato.
"Si no hubo atentado a la Constitución, si no hubo una acción dolosa (intencional) y si no fue practicado (un delito) por parte del jefe del Ejecutivo, es un golpe de Estado, sí", enfatizó en una extensa exposición de cerca de dos horas.
"En este caso, por no existir delito de responsabilidad configurado, por no existir acto ilícito atribuible a la presidenta, por no existir acto doloso, un proceso de 'impeachment' equivaldría a rasgar la Constitución Federal de 1988. Si fuera acogido, sería un golpe", insistió Cardozo.
Además, acusó al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de acoger el pedido de juicio contra Rousseff por "venganza" contra el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece la jefa de Estado.
"La decisión (de Cunha) al acoger el proceso no fue en cumplimiento de la Constitución. Él usó de su competencia (como presidente de Diputados) para vengarse y tomar revancha contra la presidenta", acusó.
El político del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) acogió el proceso el 2 de diciembre del año pasado, pocas horas después de que la bancada parlamentaria del PT resolviera votar a favor de que el Consejo de Ética abriera un proceso de impugnación de su mandato.
Cunha enfrenta autos de procesamiento en la Corte Suprema por sospecha de que se benefició con los fraudes en Petrobras y de que abrió cuentas secretas en Suiza para depositar dinero fruto de sobornos.
La acción contra Rousseff acogida por Cunha fue presentada por tres renombrados juristas que la acusan de violar la Ley de Responsabilidad Fiscal al realizar maniobras contables con el fin de maquillar la situación financiera del Gobierno. También es acusada de liberar líneas de crédito por decreto sin el aval del Congreso, y de no haber frenado la acción de la red de corrupción en Petrobras, que operó cuando ella presidía el Consejo de Administración de la estatal.
A partir de hoy, el relator de la comisión especial, Jovair Arantes, del Partido Laborista Brasileño, tiene un plazo de cinco sesiones del plenario de la Cámara Baja para entregar su informe sobre si la denuncia contra Rousseff debe ser acogida o rechazada.
Arantes ya avisó que lo presentará antes, por lo que se estima que la comisión votará por la continuidad del proceso el próximo lunes 11 de abril, en una sesión que puede durar unas 24 horas.
Independientemente del resultado, el proceso debe ser votado por el plenario de la Cámara Baja, lo que se estima comenzará a realizase el 15 de abril y durará dos o tres días.
Para que se apruebe la denuncia contra Rousseff se necesita el voto a favor de 342 diputados, que representan a las dos terceras partes del total de 513. En caso de aprobarse, el trámite seguirá en el Senado, que decidirá si dará apertura al juicio.