Mariana Dopazo: “Cuando Etchecolatz venía a casa, rezábamos con mi hermano para que se muera en el camino”

- "Este es un día para mí conmovedor, en el sentido de que no mueve nada bueno"
- "Las personas que mejor conocen a Etchecolatz, somos las personas que le conocemos la mirada: sus víctimas directas y sus hijos"
- "Una mirada inquisidora, acechante, perversa, que sin pudor sostenía la mirada del otro, y la sostenía para lo peor"
- "De la casa de los abuelos maternos, nos arrancan de un mundo verdadero y de lazos, y nos mudamos a La Plata. Vivíamos en una burbuja. No podíamos ir más de un año seguido a un colegio"
- "Etchecolatz estaba en la casa cuando no estaba en funciones. Su sola presencia era lo que menos queríamos en toda la familia. Rezábamos para que se muera y no llegue"
- "Cuando éramos chicos, nos encerrábamos con mi hermano en un placard y rezábamos para que [Etchecolatz] se muriera en el camino y no llegara"
- "Es un progenitor, la función del padre le cabe a quien la pueda desarrollar"
- "Los fines de semana era solo una presencia. Permanecía acostado hasta que se volvía a ir el lunes a la mañana. Él se acostaba y había que servirlo"
- "A mí nunca se me dio por intentar satisfacerlo [a Etchecolatz]. Soy bastante rebelde. No hablaba, silbaba. Si quería un vaso de agua silbaba"
- "Durante muchos años, no pensé en ese silbido. Pero es la degradación más grande. De lo que da cuenta esta historia es que Etchecolatz convoca al otro desde lo más bajo. Es la degradación de lo humano"
- "Afuera Etchecolatz era un tipo muy seductor y le tenían reverencia. Lograba silencio y reverencia del otro"
- "Lo único que a Etchecolatz lo conmovía era la religión, los santos. Al lado de su mesa de luz había estampitas de santos. Alguna vez al día, las besaba. Con mi hermano decíamos 'se está comiendo los santos'"
- "Él cree que es la justicia divina la que lo va a juzgar. Él cree que está por sobre los demás"
- "No jugábamos con él, pero sí nos hacía participar de su vida. Su función paterna no la llevó a cabo nunca"
"En el bautismo de mi hermano más pequeño. Su padrino era el General Camps. Todos íbamos en autos diferentes. Era una noche de mucha tormenta. Íbamos en caravana"
- "Hubo un disparo en alguno de los autos. La preocupación era que no sabíamos en cuál. Una vez que se dieron cuenta que no era ni mi mamá, ni mi abuela, ni mi mamá, seguimos al festejo como si nada"
- "Etchecolatz no solía llevarnos de paseo. Ese día me lleva al cine. Vemos la película en silencio. Hubo una escena en que un personaje le agarra los dedos con la bisagra de la puerta a otro. Fue a llevarme a ver eso"
- "Etchecolatz no hablaba. La eficacia de él radicaba en eso. Él sigue en silencio. Lo que les pidió la Justicia es que hablen. Sabemos que saben"
- "Son genocidas que siguen en silencio. Hoy perpetúan la tortura a las víctimas con el silencio"
- "El cambio de apellido comenzó en 2014. La justicia me permite la supresión del apellido a fines del 2016. Era verme confrontaba con tener que cargar un apellido siniestro"
- "La contundencia del apellido Etchecolatz me tocaba cada vez que tenía que responder por mi nombre, sostenía el apellido de un genocida"
- "¿Cómo puede ser que alguien me dijera 'qué grande es tu viejo'?" y para mí era un hijo de puta"
- "A lo que se dedica Etchecolatz es a desmoronar al otro"
- "Los genocidas tienen que morir en la cárcel"
- "Se cometió un acto que no debería haber sucedido. Los crímenes de lesa humanidad no son crímenes comunes"
- "Por primera vez voy a la marcha. Estoy profundamente conmovida. Durante muchos años la vi de lejos, me fui de viaje, estaba en una guardia. Me tocaba desde el horror"
- "Los hijos de las víctimas tuvieron padres que quisieron un mundo mejor. Pueden decir de sus viejos que los mataron, los desaparecieron, pero...' Cuando sos hijo de genocidas, no hay ningún pero"